El viernes os proponía acertar la película de hoy con las dos frases más célebres de ella. Eran Come back, come back to me (Vuelve. Vuelve a mí) y I'm very, very sorry for the terrible distress that I have caused (Siento muchísimo el terrible dolor que os he causado). Como bien acertasteis la cinta enigmática de este viernes era Expiación. Más allá de la pasión, adaptación de la popular y aclamada novela de Ian McEwan dirigida por Joe Wright, director inglés que se ganó el respeto con la muy notable Orgullo y prejuicio.
Hay dos razones por las que escogí hacer el acertijo con esas dos frases, una personal y otra cinematográfica. La primera es que el tráiler me flipó, así, tal cual (clicad, está al final de post). Lo vi dos docenas de veces como mínimo antes de ir al cine y un par más los días posteriores al verla y encumbrarla. Con cierto miedo iba al segundo visionado y no decepcionó. Ambas citas tienen un lugar privilegiado en dicho tráiler. La segunda es porque las dos frases resumen los temas de la cinta: por un lado, la historia de amor imposible entre Robbie y Cecilia y las barreras invisibles que les separan (mejor no describirlas...) y, por otro, el sentimiento de culpabilidad y la búsqueda de un perdón que arrastra Briony a lo largo de toda su vida. Sentimientos que no eclosionan en la realidad hasta el cenit de la película, esa entrevista televisiva redentora que soluciona ambos problemas. Una expiación de pecados tardía, emocionante y
Aún así, la novela condensa otros temas como el horror de la guerra, una crítica feroz a los conflictos bélicos como aquel pasaje en el bosque con una clase de niños ejecutados a sangre fría. Pero eso eso es el preámbulo de la mejor escena de la película: el magistral plano secuencia de la playa de Dunkerque que desgrana la desolación, la desesperación, la muerte, la nula esperanza. Joe Wright firma uno de los mayores instantes cinematográficos de los últimos treinta años en que todo fluye: la fuerza expresiva de James McAvoy, la fotografía grisácea, el magnífico tema de Marianelli Elegy for Dunkirk y, evidentemente, el inconmensurable trabajo de cámara del cineasta inglés.
La perfección técnica está presente también en su primera mitad, sesenta minutos de absoluta maestría con el inicio del romance, las mentiras de los acontecimientos, la hipocresía de la burguesía y la culminación de una atracción en la biblioteca (la pasión del subtítulo español). El montaje en el tramo inicial es prodigioso con un gran uso de las líneas temporales para contar lo ocurrido que después evoluciona en un acertadísimo juego de realidad y ficción. Algunos acusan el film de no estar a la altura la segunda parte de metraje yes un craso error. Cuatro escenas lo corroboran: el plano secuencia citado, la entrevista final, el encuentro en una cafetería francesa de Robbie y Cecilia (el momento más mágico de la cinta, sutilidad por encima de todo) y la reunión en el comedor de Cecilia. Ésta última escena es el intento de Briony de expiar su culpabilidad con ellos, pero nada es lo que parece.
Un guión sin fisuras, un trabajo de dirección de matrícula de honor. ¿Pero qué tienen los dramas ingleses? Repartazo. Aquí no fallan y menos con la gran dama del cine de época actual: Keira Knightley (impresionante con el famoso vestido verde). A la protagonista La duquesa no le sobran, desgraciadamente, detractores, pero negar su alto nivel interpretativo en Expiación es estar encegado. Su partenaire, James McAvoy borda un papel complicado y lleva el peso de la secuencia de Dunkerque. Ahora fuera de los grandes momentos de la pareja, de Ramola Garai y de Vanessa Redgrave, quien se lleva la palma es Saoirse Ronan, descubierta en esta película. Ella se come a todos en la primera parte de la película con su mirada.
Fuera del tema Elegy for Dunkirk, la música de Dario Marianelli merece atención especial. El uso de la máquina de escribir como instrumento es una decisión arriesgada de resultado excepcional: el tema Briony enfatiza dicho artilugio como el causante de muchos de los males. El conjunto de composiciones conforman una de las mejores bandas sonoras de la década pasada por la variedad instrumental, la funcionalidad de todos sus temas y la delicadeza en la forma.
Expiación. Más allá de la pasión es, por todo lo expuesto y más cosas, el mejor drama inglés de la década pasada. Una inmensa historia sobre la culpabilidad, la búsqueda del perdón, la crítica a las guerras y, por encima de todo, la épica, real y conmovedora historia de amor. Emotiva por la grandeza del relato y cautivadora por su impecable técnica a todos los niveles.
PD: Y quiero acabar el especial con una curiosidad. El tráiler que tanto alababa al inicio del artículo tiene la misma partitura que el tráiler de mi anterior Enigma Rosebud, el de Salvador (Puig Antich). Una pieza musical excelente que, sin duda, es causa por tal devoción con dichos trailers. Aquí os dejo los dos, comparad:
Me gusta más el efecto de esa música en el trailer de Expiación, me parece que parece menos sentimental o que la película abraza mejor la melodia.
ResponderEliminarGran película y ggrandes actuaciones. Dios cómo llegué a odiar a Saoirse Ronan.
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