Director ecléctico donde los haya, Michel Gondry es considerado un autor de culto por la mayoría de los cinéfilos. Y no es para menos habiendo firmado una de las obras maestras más rotundas de las dos últimas décadas como es ¡Olvídate de mí!. En The We and the I se sumerge en el universo de los adolescentes durante el viaje de vuelta a casa en bus en el último día de clase antes de las vacaciones de verano.
Acoso escolar, relaciones de pareja, prejuicios homosexuales, racismo, traiciones, gamberradas y era YouTube. Estas son los grandes temas por los que transcurre la acción de esta divertida e inteligente comedia sustentada en una naturalidad en los actores y los diálogos muy acertada. La película está exenta de pretensiones, presenta una realidad con la más absoluta verosimilitud (algo que ayudan unos actores no profesionales interpretándose a sí mismos al parecer) sin artificios ni engaños. Gondry juega con las convenciones de la ficción y el documental, pero siempre se muestra más complaciente con lo primero y de ahí su final tan impostado y manco de cohesión con el resto.
La puesta en escena es un acierto en su conjunto por la inteligencia narrativa de situar toda la trama en el interior del autobús -salvo algún pasaje pequeño- sin que el ritmo decaiga en ningún momento y por una estructura basada en la concepción visual de la mente de los adolescentes (los sueños, las imaginaciones o la repetición de un vídeo viral). Pero esto solo es la visualización de un guión más que notable en que priman los personajes, sus temores, sus vicisitudes y sus fobias. Todos conforman un tapiz de gran calado, un perfecto retrato generacional y universal (al menos en Occidente, claro está).
La sucesión de inspirados y divertidos gags, los magníficos diálogos y la estupenda puesta en escena elevan a The We and the I hacia lo más alto de la comedia actual. Michel Gondry cambia de registro y acierta plenamente y se convierte en un idóneo narrador de los problemas, las miseras y las alegrías de un grupo de jóvenes cuya existencia se basa en querer ser el mejor dentro de un grupo de perdedores. ¿Quién no lo es a esa temprana edad?
Lo mejor: La puesta en escena y el montaje
Lo peor: Un final poco cohesionado con el conjunto
Nota: 8
El contenido original de esta entrada pertenece a MySofa. Consúltalo aquí.
Y otra muestra más de la cobardia de los distribuidores ibéricos... Tengo mogollón de ganas de ver esto y seguro que me la tendré que agenciar por medios alternativos.
ResponderEliminarMucha envidia y buena entrada
Saludos
Puedes verla en el Atlántida de Filmin hasta el 22 de abril. No la dejes escapar.
Eliminar