Junto a los imbatibles vengadores, hace un par de días llegó a nuestras carteleras la producción de la BBC La maldición de Rookford, dirigida por Nick Murphy. Protagonizada por Rebecca Hall y Dominic West es la enésima película de estas características, narrando la historia de Florence Cathcart, una escéptica mujer que, tras la Primera Guerra Mundial, se dedica a desmontar farsas sobre fantasmas e historias paranormales. Su vida cambiará cuando reciba el encargo de investigar unos hechos sospechosos en un internado.
La película arranca mostrándonos como es Florence, mujer avanzada a sus tiempos, preocupada por el conocimiento científico, sin límites, culta, progresista y arisca. Aparece un hombre que supondrá el detonante de todo lo acontecido. Y todo acontece demasiado lento y a ritmo de tópicos. La sensación a deja vu es presente a lo largo de todo el film y el transcurso adolece sin ningún ápice de interés, excepto en su abrupto final.
Hace un mes os hablé de dos películas y con ambas (también fallidas) tiene varios puntos en común. Con Dictado de Antonio Chavarrías coincide en su mensaje de los fantasmas que se arrastran del pasado, de los traumas olvidados y de la culpabilidad madura. Con Luces rojas de Rodrigo Cortés se juntan en la premisa de individuos a desenmascarar estafadores paranormales y en su debate teo-filosófico acerca de la relación entre fe/razón y conocimiento científico. Ninguna de las tres acaba de funcionar a la perfección, pero esta La maldición de Rookford menos, porque su desarrollo taciturno, una dirección mínima y vaga y un cúmulo de tópicos impiden dar algo más, algo que no hayamos visto. Y los fallos de esto están, irremediablemente, en su guión con diálogos pretenciosos en ese debate que en la de Cortés sí funcionaban y aquí suenas falsos.
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La maldición de Rookford falla en su planteamiento y evidencia las carencias del género en el día de hoy, tanto del thriller como del terror. El primero parece condenado a pocos grandes cineastas (Fincher, Shyamalan, varios asiáticos) y el segundo a la oleada española (Balagueró...) y las corrientes asiáticas otra vez. Tópica, aburrida en su primera mitad e interesante solo en un final, atropellado y vacío de contenido. Opción de entretenimiento para algunos, pasable para otros.
Lo mejor: Los tormentos de Rebecca Hall en su tramo final
Lo peor: Se embarca en unos derroteros a los que no llega ni por asomo
Nota: 3
PD: ¿Decepción o acierto, qué pensáis?
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