Con cierto retraso muy a mi pesar (se estrenó en octubre en E.E.U.U., claudiqué y la vi por otros métodos antes de los Oscar), llegó a nuestras pantallas el pasado viernes Los idus de marzo dirigida por George Clooney tras la fallida Ella es el partido. Sonaba fuerte para la carrera de los Oscar y al final solo rascó una nominación al mejor guión adaptado y cuatro en los Globo de Oro (película, dirección, actor drama y guión).
George Clooney sorprendió a propios y extraños con su debut tras la cámara, la muy sugerente Confesiones de una mente peligrosa, pero sorprendió aún más con la magistral Buenas noches y buena suerte, una incursión ya en el cine político y sobre todo periodístico. Ahora vuelve al cine político, con un thriller de alto voltaje, sin acción, pero con un ritmo trepidante y un aire setentero a lo Todos los hombres del presidente.
Como decía en la crítica de la estupenda A better life, hay películas que por ideología o intereses particulares, gustan más o menos. Los idus de marzo tiene de eso y mucho. Por una parte, y como punto de negativo, se la está sobrevalorando por su mensaje a público que no ha sabido separar su pensamiento político de la propuesta, que no pasa del notable. Por otro lado, un servidor lleva años sumergido en el mundo de la política –desde el punto de vista periodístico, claro está- . Así pues, esperaba como agua de mayo este thriller y su sólida y sobria, pero insuficiente propuesta, me ha decepcionado un poco.
Ese sentimiento viene marcado mucho por el poco empeño que muestra Clooney tras la cámara, realiza una dirección de perfecta factura, pero le falta (y mucho) adoptar un punto de vista más claro, más controvertido. Sale airoso con una puesta en escena canónica sustentada sobre todo en el cruce de miradas y diálogos que, como un conejo en la chistera, levantan la función una y otra vez.
Ésa es la base de lo nuevo de Clooney: la fuerza de la palabra, de la ironía, de la sutileza y de la sobriedad. Unos diálogos directos, incisivos, mordaces, repletos de contención narrativa y que ofrecen en bandeja unos duelos de alto standing. Pero. Pero el guión no es para nada perfecto: los personajes están poco tratados (los dos femeninos son meras piezas en un rompecabezas político) y piden a gritos una mayor profundidad. Solo el protagonista, el joven director de comunicación Stephen Meyers goza de una loable construcción, pero sus vicisitudes no rezuman en el espectador. Por tanto, el guión peca de centrarse primordialmente en su historia y coloca todas las cartas sobre la mesa y olvida soberanamente los títeres de esta función.
Muy posiblemente, la fuera de los diálogos no sería la misma sin el impresionante reparto, tanto de nombres como de resultados interpretativos. El mejor es Ryan Gosling, actor en alza, con una actuación excelente. Del resto, destaca por encima de todos el duelo entre Philip Seymour Hoffman y Paul Giamatti que sin compartir escena en pantalla, tienen una confrontación interpreativa estupenda. George Clooney (soberbio en la escena de la cocina), Marisa Tomei y Evan Rachel Wood (personaje interesantísimo, muy poco explotado) también estan magníficos y acaban de configurar uno de los repartos del año. Por último, cabe añadir, que la música de Alexandre Desplat es magnífica (parecida a su composición para El escritor) con un conjunto de partituras cargadas de entidad y que dotan de fortaleza y energía al ritmo del film.
Los idus de marzo está sufriendo un proceso de sobrevaloración a causa de su mensaje político, pero el tiempo la pondrá en su lugar. Como un thriller político bien parido, con grandísimo reparto, potentes diálogos, pero donde su autor no está a la altura de lo que se pudiera esperar -por su falta de definición- y por un ninguneo imperdonable a sus personajes. Al salir, queda el regusto que el castillo de napies podría tener mucha mejor entereza.
Lo mejor: Tópico, pero su reparto, en especial, el duelo entre Hoffman-Giamatti
Lo peor: Demasiado buenrollista, no dice gran cosa que no sepamos
Nota: 7
Muy posiblemente, la fuera de los diálogos no sería la misma sin el impresionante reparto, tanto de nombres como de resultados interpretativos. El mejor es Ryan Gosling, actor en alza, con una actuación excelente. Del resto, destaca por encima de todos el duelo entre Philip Seymour Hoffman y Paul Giamatti que sin compartir escena en pantalla, tienen una confrontación interpreativa estupenda. George Clooney (soberbio en la escena de la cocina), Marisa Tomei y Evan Rachel Wood (personaje interesantísimo, muy poco explotado) también estan magníficos y acaban de configurar uno de los repartos del año. Por último, cabe añadir, que la música de Alexandre Desplat es magnífica (parecida a su composición para El escritor) con un conjunto de partituras cargadas de entidad y que dotan de fortaleza y energía al ritmo del film.
Los idus de marzo está sufriendo un proceso de sobrevaloración a causa de su mensaje político, pero el tiempo la pondrá en su lugar. Como un thriller político bien parido, con grandísimo reparto, potentes diálogos, pero donde su autor no está a la altura de lo que se pudiera esperar -por su falta de definición- y por un ninguneo imperdonable a sus personajes. Al salir, queda el regusto que el castillo de napies podría tener mucha mejor entereza.
Lo mejor: Tópico, pero su reparto, en especial, el duelo entre Hoffman-Giamatti
Lo peor: Demasiado buenrollista, no dice gran cosa que no sepamos
Nota: 7
PD: ¿Y vosotros que opináis de ella?
Me ha parecido realmente interesante. Quizá sí que Clooney podría haber dado otra vuelta de tuerca a la hora de cargarse a la clase política. Pero de todas maneras creo que a buen entendedor, pocas palabras bastan. Una gozada de reparto.
ResponderEliminarA mi me gustó mucho, teniendo en cuenta que el genero político no es mi fuerte. En cuanto a G. Clooney siempre es así, siempre hace el mismo papel y la misma cara. En esta vida solo me ha sorprendido corriendo con chanclas por la calle.
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