Gracias a las nominaciones de los últimos Oscar, he descubierto una película que puede tardarse en estrenarse en España o que nunca llegue (a día de hoy sigue sin fecha de estreno). Se trata de A better life, una cinta pequeña, sin grandes pretensiones y con un actor protagonista, Demián Bichir, nominado al Oscar por su pletórico trabajo. La película narra la historia de un un inmigrante ilegal mexicano que reside en Los Ángeles junto a su hijo y quere darle la mejor vida posible dadas sus circunstancias.
La película está dirigida por Chris Weitz, autor de la discreta, aunque medianamente estimable La brújula dorada y la lamentable, como toda la saga de vampiros hormonados, Luna nueva. Su labor, en esta película, es muy superior e impacta saber que es el mismo director, de hecho, es un trabajo loable, no hay artificios, no hay búsqueda de lágrima fácil y no es nada inocente. Alguien podría tildarla de simple y de expiación moral de un americano hacia el drama de la inmigración, pero nada más lejos de lo que elabora Weitz, una historia emocional, cercana y tristemente realista.
La película está dirigida por Chris Weitz, autor de la discreta, aunque medianamente estimable La brújula dorada y la lamentable, como toda la saga de vampiros hormonados, Luna nueva. Su labor, en esta película, es muy superior e impacta saber que es el mismo director, de hecho, es un trabajo loable, no hay artificios, no hay búsqueda de lágrima fácil y no es nada inocente. Alguien podría tildarla de simple y de expiación moral de un americano hacia el drama de la inmigración, pero nada más lejos de lo que elabora Weitz, una historia emocional, cercana y tristemente realista.
A better life no trata al espectador como una esponja que absorverá una pronografía sentimental (Tan fuerte, tan cerca) o un discurso facilón (Criadas y señoras), sino como alguién capaz de conectar emocionalmente, con sucesesos desgraciadamente realistas y huyendo de paternalismos occidentales y adoctrinamientos sociales vacuos. Weitz no construye una postal de Los Ángeles, muestra la otra cara (mejor dicho, una parte de la otra cara: la inmigración latina) en la que los tópicos salen a la luz (que difícil es huir de ellos), pero mediante estos indice en una fina, pero muy efectiva denuncia social (la manifestación pro derechos civiles). Un momento, grande, cargado de energía, concentra lo mejor del film: aquella escena en que chavales latinos le dicen al hijo del protagonista que no van a clase porque solo les ponen DVD's (en un colegio que, por cierto, parece una cárcel, atrevido indicativo). La relación del padre e hijo está contiene un torrente de emociones, insisto, en ningún momento, sentimentalistas. Esta epopeya del gran sueño americano truncado, no tiene un final feliz, tampoco pesimista y es imposible no emocionarse en su espléndido desenlace. No es una historia muy original, tampoco tiene grandes diálogos, pero todos y cada uno de esos diálogos y todas y cada una de las escenas rezuman veracidad y realismo. El personaje protagonista (Carlos Galindo) presenta un hombre fuerte, preocupado por sus seres queridos, de fuertes convicciones y con una relación poco cordial con su hijo, un chico que crece en contexto nada favorable y madura a pasos de gigante.
La fuerza del personaje protagonista no sería igual sin que el actor mexicano Demián Bichir esté detrás, intérprete visto en la serie Weeds y como Fidel Castro en el díptico del Che de Steven Soderbergh. Realiza una de las mejores interpretaciones de todo el año y ha logrado una muy merecida nominación al Oscar e incluso es mejor que el ganador y otros contendientes, transmitiendo una humanidad y cercanía muy difícil de lograr con los personajes de hoy en día. La música es de Alexandre Desplat, muy notable, combinando perfectamente música hispana y partituras de perfil íntimo y la fotografía es de Javier Aguirresarobe, nada desdeñable y con unos tonos idóneos para retratar la penuria de los barrios pobres.
La película podrá parecer nada del otro mundo, pero es de las que forman parte de un grupo que según tus intereses en este mundo, tu ideología, tu espíritu crítico o tu conciencia social hacen que te calen más o menos. Y A better life tiene la suerte y (quizás) la desgracia de formar parte de este pequeño grupo. Si se le suma, su gran capacidad para la emoción, sin ápice de sentimentalismo (huyendo del academicismo y aire telefilmero), la entrega con ella es mucho mayor.
A better life no es gran cine enciclopédico, pero si es cine social y emocional muy bien resuelto, hecho con esmero y sin pretensiones desorbitadas. Descubrir esta pequeña joya.
Lo mejor: Las pinceladas de denuncia social
Lo peor: Confundir su buen hacer con sentimentalismo prefabricado
Nota: 8
PD: ¿Os parece justa la nominación que obtuvó Demian Bichir? ¿Qué os gustó más de ella?
La fuerza del personaje protagonista no sería igual sin que el actor mexicano Demián Bichir esté detrás, intérprete visto en la serie Weeds y como Fidel Castro en el díptico del Che de Steven Soderbergh. Realiza una de las mejores interpretaciones de todo el año y ha logrado una muy merecida nominación al Oscar e incluso es mejor que el ganador y otros contendientes, transmitiendo una humanidad y cercanía muy difícil de lograr con los personajes de hoy en día. La música es de Alexandre Desplat, muy notable, combinando perfectamente música hispana y partituras de perfil íntimo y la fotografía es de Javier Aguirresarobe, nada desdeñable y con unos tonos idóneos para retratar la penuria de los barrios pobres.
La película podrá parecer nada del otro mundo, pero es de las que forman parte de un grupo que según tus intereses en este mundo, tu ideología, tu espíritu crítico o tu conciencia social hacen que te calen más o menos. Y A better life tiene la suerte y (quizás) la desgracia de formar parte de este pequeño grupo. Si se le suma, su gran capacidad para la emoción, sin ápice de sentimentalismo (huyendo del academicismo y aire telefilmero), la entrega con ella es mucho mayor. A better life no es gran cine enciclopédico, pero si es cine social y emocional muy bien resuelto, hecho con esmero y sin pretensiones desorbitadas. Descubrir esta pequeña joya.
Lo mejor: Las pinceladas de denuncia social
Lo peor: Confundir su buen hacer con sentimentalismo prefabricado
Nota: 8
PD: ¿Os parece justa la nominación que obtuvó Demian Bichir? ¿Qué os gustó más de ella?
Yo también la vi hace poco y me ha encantado su realismo. Es muy interesante el apunte que has hecho acerca del colegio de los jóvenes, un colegio de inmigrantes latinos que por su estructura y por estar rodeado de policías está íntimamente relacionado con las prisiones, y es que para mí tienen algo en común; el tratamiento delictivo, es decir, se equipara inmigración y delincuencia.
ResponderEliminarPor otra parte, aprovecho el espacio para **spoiler** destacar la prisión y el trato que recibe el protagonista donde es encerrado hasta su deportación, una vez más se equipara inmigración con delincuencia. Algo que también sucede en España, con los CIE.**spoiler**
Que bueno que hayáis hecho una crítica de una película así, que se aleja de lo macrocomercial, a pesar de que estuviera el los oscars de alguna manera.
Muy de acuerdo con todo lo que dices, Alain, y con lo que comenta Noelia. A mí también me recordó talmente a una prisión, la escuela. Y después solo quería destacar dos cosas, aparte de la excelente interpretación de Bichir y la sencilleza pero a la vez grandeza con que está tratado el tema de la inmigración: uno, la escena en que Carlos Galindo va en coche de un barrio a otro de LA, momento en que se puede casi tocar esa pared que lo separa del mundo de la sociedad norteamericana que tan acostumbrados estamos a ver en las películas ambientadas en LA; y dos, la dirección de Chris Weitz, que además de 'La brújula dorada' y 'Luna nueva', ha hecho otros trabajos muy loables como 'Un niño grande'.
ResponderEliminarContestando el PD.. a mí sí me pareció justa la nominación, sentí que se desenvolvió perfectamente como un "mojado" en Estados Unidos, en busca de ese tan esperanzador y a veces inexistente sueño americano. Quizás le estoy atribuyendo demasiado protagonismo a su papel, pero yo lo veía muy por encima de Clooney o del mismo Dujardin. Sobre el contenido de denuncia y su realismo, ya está todo bien dicho en tu crítica y lo comparto.
ResponderEliminar