La fallida de Lehman Brothers, aeropuertos cerrados en
España o los escándalos del presidente de la República italiana. La sociedad es
ciega -o quiere serlo- ante realidades y acciones que perjudican su bienestar y
favorecen a unos pocos. De vez en cuando, esta indiferencia es contrarrestada
con acciones: Occupy Wall Street, el movimiento 15M o los simpatizantes de
Beppe Grillo. Martin Scorsese usa, en El lobo de
Wall Street, tres horas de pura maestría cinematográfica narrándolo desde
el otro punto de vista. El del éxito, el robo, el sexo, las drogas y la
dictadura del poder y el dinero. Solo, al final, nos pasa el testigo, para
vernos reflejados: cual patético anhelando todo eso.
(continuar leyendo)
Lo mejor: La escena final y Leonardo DiCaprio
Lo peor: La subida al éxito es mucho más larga que la caída
Nota: 8
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Aún no la he visto, pero tantas recomendaciones y críticas buenas tiene que estoy deseando hacerlo.
ResponderEliminarPosiblemente vaya a verla mañana, que hay ganas.
ResponderEliminarUn saludo.