Muchos se han quejado últimamente del toque rosa y superficial de los films del sueco Lasse Hallström. La verdad, por mucho que pese, no les falta razón. ¿Dónde está el responsable de Chocolat, ¿A quién ama Gilbert Grape? y Las normas de la casa de la sidra? ¿Qué ha pasado con el director de trabajos como Mi vida como un perro? Son las preguntas que llevamos haciéndonos hace ya más de un lustro, aunque para una servidora Casanova continúa siendo todo un guilty pleasure, que se dice. Bien, no es que el Hallström que tanto nos gusta haya vuelto, pero con su nueva película, El hipnotista, ha cambiado completamente de registro, y el experimento no le ha salido nada mal. El film es un entretenido thriller, correcto en narración, tensión e interpretación. Nada fuera de lo normal, sin embargo, y con una trama dramática bastante cuestionable.
Rodada en sueco ―hacía tiempo que no lo hacía― El hipnotista nos presenta uno de los casos del inspector Joona Linna (Tobias Zilliacus): el brutal asesinato de... (continuar leyendo)
Lo mejor: Lena Olin, sin ninguna duda.
Lo peor: el tratamiento de la vida personal del inspector.
Nota: 6
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