martes, 17 de abril de 2012

The hills are alive with 'The Sound of Music' - solución al Enigma Rosebud


Well, well, well, un poco tarde, pero aquí estamos con la solución al Enigma Rosebud del viernes pasado. Como muy bien acertaron Alhy y Carol, se trataba de María (Julie Andrews), la institutriz que nunca consiguió ser monja. La película: The Sound of Music o, lo que es lo mismo, Sonrisas y Lágrimas. Sin embargo, antes de empezar con el especial a este musical del 1965 dirigido por Robert Wise (West Side Story), vamos a echar un vistazo a las pistas que dimos sobre el personaje -sí, la verdad es que si no hemos cantado a la saciedad "My favourite things" y visto la película millones de veces, eran un poco complicadas, pero es que si no, ¡era demasiado fácil hacer un enigma de esta película! xD-. Bueno, vamos con las pistas:

El "let's start at the very beginning" del primer párrafo hacía referencia al principio de la famosa canción "Do Re Mi" sobre las notas musicales. Por otra parte, María comenta en la película que siempre que ve a la hermana Berta, besa directamente el suelo antes de que ella se lo haga hacer. En la primera escena con el capitán Von Trapp (Christopher Plummer), María se niega a utilizar el silbato para llamar a los niños. También, durante la escapada a Salzburg con los 7 hijos del capitán, María intenta hacer un juego de malabarismos con los tomates en un mercado. Dentro de la parte romántica del film, a parte de la canción "Something Good" destaca el baile entre el capitán y María durante la fiesta que da el primero en su casa; en medio del baile, María se sonroja bajo la mirada de Georg. Con la rana nos referíamos a la jugarreta que le hacen los niños a María en su primer día como instituriz, cuando le ponen el animal en uno de los bolsillos de su chaqueta. En cuanto a las copas, quisimos hablar de la impresionante voz de Julie Andrews quien, en ¿Víctor o Victoria? rompía más de una copa. Y ya finalmente, las cortinas con que María hace los vestidos para jugar de los niños y los timbres y las campanitas de los trineos que, como muy bien dijo Alhy, son algunas de las cosas favoritas del personaje protagonista de esta película. Hablamos de "My Favourite Things":


"Edulcorada", "empalagosa", "coñazo" y seguro que muchos más adjectivos peyorativos se han oído sobre esta película, basada en un musical de Broadway con la música de Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II que, al mismo tiempo, estaba basado en el libro autobiográfico La historia de los cantantes de la familia Trapp, publicado por la verdadera María Trapp. Es muy difícil defender objectivamente una película que forma parte de mi infacia y de mi juventud y que ha sido banda sonora de tantos y tantos momentos (tantos que la canción "My favourite things" se ha convertido en un recurso habitual durante ciertos momentos). Pero, en realidad, ¿qué necesidad hay de buscar la objectividad absoluta en el cine? ¿Y no hablar de cómo nos afecta una película emocionalmente? ¿Y no alabar el canto a la música que supone Sonrisas y Lágrimas con canciones como "The Sound of Music", "My favourite things", "Sixteen going on seventeen", "Something Good" o "Edelweiss"? ¡Ni hablar! Así que vamos allá con la defensa de esta magnífica película y musical -a ver si de camino también convencemos a Christopher Plummer, quien le tiene una manía horrible al film... 


Punto número 1: la música. Es la música la que mejor nos cuenta esta historia sobre la joven institutriz María, sus problemas en la abadía ("Maria"), el miedo de enfrentarse a siete niños ("I have confidence"), la historia de amor con el capitán ("Something good") y, por encima de todo, su pasión por la música ("Do Re Mi", "The Sound of Music"). La banda sonora, además, toca diversos géneros, desde la comedia (las geniales "The Lonely Goatherd" y "So Long, Farewell"), pasando por el romance, y hasta el patriotismo y amor por Austria ("Edelweiss"). Eso sí, sin una voz como la de Julie Andrews el efecto de esta película sería muy diferente.

Y aquí viene el punto número 2, que es la gran interpretación que hace en esta cinta Julie Andrews, creando un personaje rendondo, encantador, fuerte e independiente. Es una lástima que tanta gente le tenga manía a Andrews y, sobre todo, por culpa de este personaje. Solo con oírla cantar ya valdría la pena, pero es que además aquí demuestra una gran naturalidad y sentido del humor perfectamente combinados con la evolución del personaje a medida que avanza la película y entramos en la parte más seria de la historia -hay que reconocer que se nota bastante el cambio entre parte cómica y parte dramática (a partir de la ocupación nazi), pero tampoco hace daño al desarrollo de la trama-. Andrews carga con todo el peso de la historia, de eso no hay ninguna duda, pero también se agradecen las buenas interpretaciones de Plummer, Eleanor Parker y los niños, a cada cual más natural. Sea como sea, y eso lo digo a título personal, Andrews estaba mejor en Sonrisas y Lágrimas que en Mary Poppins, que fue cuando le dieron el Oscar -ese año se lo tendrían que haber dado a Audrey Hepburn por My Fair Lady, aunque no cantara ella-.

Finalmente, llegamos al punto número 3: la fotografía de la película (esa escena tan preciosa del "Something Good", con las sombras de Andrews y Plummer) y, cómo no, los paisajes tan maravillosamente retratados de Austria.

A veces no es tan fácil defender aquellas películas que más nos impactan o nos apasionan. Quizás es por el mismo hecho de tenerlas en tan alta estima, que al querer escribirlo y mostrarlo a los demás, no encontramos las palabras adecuadas. En todo caso, Sonrisas y Lágrimas siempre será uno de los mejores musicales llevados a la gran pantalla. Os dejo con mi escena favorita de la película -para mí, la más emotiva-. ¡Saludos!


P.D. Por cierto, ¡pregunta! ¿Sabéis en qué otro musical aparece la canción "The hills are alive"? :D

3 comentarios:

  1. No puedo estar más acuerdo contigo. Aunque con una diferencia de una generación de por medio, yo la vi cuando la estrenaron siendo una niña, y siempre será una de las películas que formaron parte de mi infancia, para bien claro. Digan lo que digan los demás (como diría Raphael). Para mí siempre será especial.

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  2. me encanta esta película! sin duda creo que es de las grandes películas de la historia!
    me atrevería decir que la canción "The hills are alive" sale en Moulin Rouge. ¿Estoy equivocado?
    saludos

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  3. Pues sí, la película es bastante azucarada, pero las canciones son antológicas, han marcado a varias generaciones, y Julie Andrews está extraordinaria; es mucho más que una buena voz, es una grandísima actriz.

    Desde luego la escena que ponéis también es mi preferida. No es sólo la canción la que puede animar las vidas de los jóvenes protagonistas, es María la que los ha cambiado con su sencillez y su alegría vital!

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