Una producción como la suya, en el año 1939, fue toda una revolución. Cuando apenas se había experimentado con la técnica Technicolor a tres colores (el primero fue Walt Disney con su serie de cortos Sinfonías Tontas, con Los tres cerditos o Flores y árboles), el Mago de Oz fue uno de sus máximos exponentes. El paso del inicio rodado en sepia al color cuando Dorothy llega al mundo de Oz es espectacular, dotando el nuevo mundo de una fantasía y una atmósfera brillante. Además del color, el trabajo de dirección artística y maquillaje fue asombroso, como así lo fueron sus efectos visuales, artesanales a nuestro modo de ver (el tornado se filmó con una media de algodón sobre maquetas en miniatura de Kansas) pero avanzados a su tiempo.
El guión, escrito por Noel Langley, Florence Ryerson y Edgar Allan Woolf, está basado en la novela infantil escrita por L.Frank Baum, El maravilloso mago de Oz. Un cuento en el que Dorothy, una joven de Kansas, es arrastrada por un tornado a la tierra de Oz y se embarca en una gran aventura, llena de extraordinarios personajes, para ver al mago de Oz y conseguir volver a casa. A pesar de presentarse como una historia infantil, se ha podido ver en el cuento de Baum ciertos paralelismos que derivan en una sátira política y social. La pequeña chica del oeste (típico americano) se encuentra con un espantapájaros sin cerebro (los granjeros), un hombre de hojalata sin corazón (la industria), un león cobarde (los políticos) y un poderoso mago (la tecnología). Aunque los pequeños de Munchkinland le advierten de seguir el camino de baldosas amarillas (oro), al final son sus chapines de plata los que la ayudan a volver a los viejos buenos tiempos.
La productora del film fue la Metro Goldwyn Meyer y su productor, Mervyn LeRoy. Los actores que dieron vida a los personajes protagonistas fueron Judy Garland como Dorothy, Frank Morgan en diversos papeles (el mago de Oz, el profesor Marvel, el portero y el conductor del carruaje de la ciudad Esmeralda), Ray Bolger como el espantapájaros, Jack Haley en el papel del hombre de hojalata, Bert Lahr como el león cobarde, y Billie Burke y Margaret Hamilton en los papeles del hada buena Glinda y la bruja del oeste, respectivamente. Pero las decisiones tomadas no fueron cosa de un día y estos actores no fueron la primera opción de los productores.
En el caso de Dorothy, fue Shirley Temple la primera opción; muy famosa en aquel tiempo se acercaba más a la edad real del personaje (ella tenía 10 años mientras Garland 16). Pero Temple tenía un contrato firmando con la 20th Century Fox y, aunque cantaba bien, sus posibilidades musicales no llegaban a los requisitos demandados. Así que los productores se fijaron en Garland, que ya trabajaba para la productora y que había demostrado en varias ocasiones su gran talento.
En lo que respecta a la bruja mala del oeste, fue la bella Gale Sondergaard la elegida inicialmente. El concepto original de la bruja era que se pareciese a la Reina Malvada de Blancanieves y los siete enanitos, elegante y sexy, pero esta visión no cuadraba con la historia, en la que quedaba claro que las brujas malas eran feas y las hadas bellas. De modo que el productor LeRoy decidió rehacer el aspecto de la bruja, y convirtió a Sondergaard en una bruja mala, provocando que la actriz decidiese rechazar el papel y este fuera dado a Margaret Hamilton.
También el casting del hombre de hojalata estuvo rodeado de controversia. Ray Bolger, que había sido seleccionado como el hombre de hojalata, insistió en interpretar al espantapájaros, así que el actor Buddy Ebsen y él se intercambiaron los roles. Pero el maquillaje que le pusieron, hecho de polvo de aluminio, le provocó alergias y problemas pulmonares, hasta el punto que le tuvieron que llevar al hospital porque no podía respirar. De este modo, Ebsen fue reemplazado por Jack Haley, que desde entonces interpretó el papel y la voz del hombre de hojalata. La canción If I only had a heart es cantada por Haley mientras que en la versión de We’re off to see the Wizard se mantiene la voz del actor original.
Este no fue el único problema que los actores tuvieron que soportar mientras grabaron El Mago de Oz. Los disfraces del hombre de hojalata y del león pesaban mucho (este último unos 40 kilos) y tanto ellos como el espantapájaros o la bruja apenas podían comer por no estropear el maquillaje (comían alimentos líquidos mediante pajitas); además comían en sus camarotes y separados del resto por no asustar a los trabajadores de la MGM. El maquillaje de la bruja también causó problemas y Margaret Hamilton fue hospitalizada por sufrir quemaduras mientras rodaba una escena en la que desaparece en medio de una nube de humo. Incluso los Munchkins tuvieron sus problemas y razones para quejarse, ya que mientras ellos cobraban 50 dólares a la semana, el perro que interpretaba a Toto recibía 125. Toda una hazaña la grabación de El Mago de Oz, descrita por Jack Haley como “un auténtico infierno”.
Pero, ¿os imagináis el camino de baldosas amarillas de color verde o la película sin la fabulosa canción Somewhere over the rainbow? Pues apunto estuvo. El Mago de Oz tuvo cinco directores diferentes: Richard Thorpe, cuyo trabajo no agradó al estudio; George Cukor, que realmente no grabó ninguna escena; Victor Fleming, que grabó la mayor parte de la película hasta que se fue para dirigir Lo que el viento se llevó y, finalmente, King Vidor, que grabó las escenas restantes, principalmente las que suceden en Kansas. Estos cambios en la dirección supusieron muchos cambios en la película, como el maquillaje de Dorothy, que inicialmente era rubia y estaba muy maquillada para parecer una muñeca; su vestido, que antes de azul era rosa, o los chapines de rubí, que como en la novela eran plateados. Además, el camino de baldosas amarillas aparecía de color verde en las primeras pruebas del Technicolor, hasta que lo mejoraron.
Pero si hay algo que sobresale de esta película es su banda sonora, compuesta por Harold Arlen y E.Y. Harburg. Varias canciones originales fueron finalmente eliminadas e incluso el famoso Somewhere over the rainbow estuvo apunto de ser cortado, ya que los productores creían que hacía la secuencia de Kansas muy larga y que rebajaban a Judy Garland al hacerla cantar en una granja. Afortunadamente, cambiaron de opinión, y la canción se convirtió en una de las mejores y clásicas canciones de la historia del cine, con un Oscar a la mejor canción. El mago de Oz también se llevó el Oscar a la mejor banda sonora, y estuvo nominada a tres categorías más: mejor dirección, mejor fotografía y mejores efectos especiales.
Y ahora es vuestro turno, ¿qué opinión os merece esta película? ¿ la veíais de pequeños y cantabais sus canciones? ¿cuáles eran vuestros personajes favoritos? Para los que sí os gusta esta película, os dejo aquí dos vídeos sobre el casting de Judy Garland y Margaret Hamilton
Estupendo post sobre esta espectacular película que a todos nos trae tan buenos recuerdos, un film inmortal dónde los haya, la he visto mil veces de pequeño y se la haré ver a mis hijos cuando los tenga.
ResponderEliminarUna película estupenda. Inovidable Judy Garland. Con una maravillosa canción cantada por todas las estrellas de la canción de habla inglesa. Y un espantapájaros genial que parecía ser interpretado por un hombre de goma.
ResponderEliminarAle, ¡felicidades por el post! Me ha gustado la equivalencia entre personajes! :D Es uno de los musicales por antonomasia de la historia del cine, y no me lo puedo imaginar sin la preciosa 'somwhere over the rainbow', cantada, por supuesto, por Judy Garland -que voz que tenía!-. Siempre recordaré el miedo que me daba la bruja verde cuando veía el film de pequeña... realmente, todo el sufrimiento del rodaje, como mínimo, valió la pena!
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