Ayer llegó a nuestras salas la única película cien por cien española que competía en la última edición del Festival de Berlín. La afortunada fue la nueva apuesta del director catalán Antonio Chavarrías, Dictado, una historia sobre una pareja joven, Lauara y Daniel, que quieren tener y hijos y no pueden. Pero una niña, Julia, queda huérfana y ambos la acogen, siendo ésta la hija de un amigo de la infancia de Daniel. Esta adopción temporal llevará a Daniel a rebuscar fantasmas de su pasado.
Promocionada como una cinta de terror (el tráiler así lo quiere intuir), en su primera escena (una noche de estrellas con un cuento) deja entrever un thriller sobrenatural y su desarrollo es mucho más de drama familiarque de otro género. El restulado es que Dictado hace aguas desde las tres vertientes, ninguna funciona ni ninguna otorga emoción ni tensión al conjunto. La hisotria se diluye y no presenta alicientes, sus personajes son torpres y actúan de forma esperada y, para más inri, sus actos no conmueven ni implican al espectador.
De este modo, el gran error de la cinta es que Chavarrías (partiendo de una historia de Sergi Belbel) no encuentra el tono adecuado, quiere jugar con muchos géneros y le sale el tiro por la culata: las escenas propias de terror son muy flojas, no dota al conjunto de la tensión necesaria de un thriller y mucho menos logra captar el interés del espectador. Trata varios temas como los celos, la adopción o los traumas infantiles, pero ninguno tiene suficiente entidad y todos los frentes abiertos son como cartas en un castillo de naipes que no se sostienen y acaban cayendo en un tramo final muy pobre.
Por encima de todo destaca un reparto sobradamente preparado y entregado en que Juan Diego Botto y Bárbara Lennie llevan a cuestas unos personajes, bien definidos, pero nada interesantes. La mínima fuerza de los personajes la logran ellos con su talento. La niña, Mágica Pérez, está, como últimamente todos los niños en el cine español, fantástica. Y en el terreno secundario es imposible no destacar el gran trabajo interpretativo de Àgata Roca en la escena más conmovedora de todo el film, sin serlo del todo tampoco. La música, de Zacarías M. de la Riva y Joan Valent, es solvente, funcional y con partituras que ayudan a reconduir las situaciones y crean más atmósfera que la flojísima puesta en escena de Chavarrías.
Dictado es una muestra de que el todo no vale y que al combinación de géneros no siempre es perfecta ni funciona. La misma historia con terror español de la nueva escuela hubiera dado un resultado mucho mayor con el trasfondo de la adopción en segundo término. El resultado es de desilusión total y uno se plantea una pregunta clave: ¿quién seleccionó este film para la sección oficial de la Berlinale? Desde ahora, es una de las películas más fallidas del año.
Lo mejor: Àgata Roca al enterarse de la trágica noticia
Lo peor: Por mucho que se esfuerce, no encuentra el tono adecuado
Nota: 3
PD: ¿Qué pensáis lo que ya la habéis visto? ¿Os esperebáis más de ella?
Promocionada como una cinta de terror (el tráiler así lo quiere intuir), en su primera escena (una noche de estrellas con un cuento) deja entrever un thriller sobrenatural y su desarrollo es mucho más de drama familiarque de otro género. El restulado es que Dictado hace aguas desde las tres vertientes, ninguna funciona ni ninguna otorga emoción ni tensión al conjunto. La hisotria se diluye y no presenta alicientes, sus personajes son torpres y actúan de forma esperada y, para más inri, sus actos no conmueven ni implican al espectador.
De este modo, el gran error de la cinta es que Chavarrías (partiendo de una historia de Sergi Belbel) no encuentra el tono adecuado, quiere jugar con muchos géneros y le sale el tiro por la culata: las escenas propias de terror son muy flojas, no dota al conjunto de la tensión necesaria de un thriller y mucho menos logra captar el interés del espectador. Trata varios temas como los celos, la adopción o los traumas infantiles, pero ninguno tiene suficiente entidad y todos los frentes abiertos son como cartas en un castillo de naipes que no se sostienen y acaban cayendo en un tramo final muy pobre.
Por encima de todo destaca un reparto sobradamente preparado y entregado en que Juan Diego Botto y Bárbara Lennie llevan a cuestas unos personajes, bien definidos, pero nada interesantes. La mínima fuerza de los personajes la logran ellos con su talento. La niña, Mágica Pérez, está, como últimamente todos los niños en el cine español, fantástica. Y en el terreno secundario es imposible no destacar el gran trabajo interpretativo de Àgata Roca en la escena más conmovedora de todo el film, sin serlo del todo tampoco. La música, de Zacarías M. de la Riva y Joan Valent, es solvente, funcional y con partituras que ayudan a reconduir las situaciones y crean más atmósfera que la flojísima puesta en escena de Chavarrías.Dictado es una muestra de que el todo no vale y que al combinación de géneros no siempre es perfecta ni funciona. La misma historia con terror español de la nueva escuela hubiera dado un resultado mucho mayor con el trasfondo de la adopción en segundo término. El resultado es de desilusión total y uno se plantea una pregunta clave: ¿quién seleccionó este film para la sección oficial de la Berlinale? Desde ahora, es una de las películas más fallidas del año.
Lo mejor: Àgata Roca al enterarse de la trágica noticia
Lo peor: Por mucho que se esfuerce, no encuentra el tono adecuado
Nota: 3
PD: ¿Qué pensáis lo que ya la habéis visto? ¿Os esperebáis más de ella?
No cabía esperar mucho de esta película...
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