martes, 4 de octubre de 2011

Unos Mosqueteros muy aéreos


Un barco aéreo unido a un dirigible tipo zeppelín surcando entre la Inglaterra y la Francia del siglo XVII. De entrada, esta imagen ya debe haber alejado a más de uno de las salas de cine donde estos días se puede ver una nueva versión del clásico de Los tres mosqueteros, dirigida por Paul W.S. Anderson (Resident Evil, Death Race, Pandorum). Sobre todo a aquellos seguidores más acérrimos del libro de Alexandre Dumas.


A ellos les digo que sí, que el anacronismo es sin duda uno de los puntos débiles de esta película, mostrándonos imágenes tan absurdas como el aterrizaje de un barco encima de la catedral de Notre Dame — ¡todo sea por el bien de los grandes efectos especiales! Además, habría que sumarle las típicas desviaciones relativas a la historia y a sus personajes—la más descabellada la que tiene que ver con el personaje del Duque de Buckingham (Orlando Bloom), en la película uno de los baddies, como dicen ahora—.

No obstante, hay que reconocerle a la película la calidad en el uso de tal destacamento de pirotecnia y malabares, base sine qua non para que triunfe una película de aventuras actualmente, sea o no eso algo favorable. Porque, no nos engañemos, Los Tres Mosqueteros es, y siempre lo será, una aventura, y como tal, es su objetivo entretener al público. La pregunta, entonces, no sería tanto si la obra literaria está o no bien adaptada, sino si la película consigue entretener a los espectadores. Y en este sentido, podría decirse que así es.

He aquí uno de los puntos fuertes de esta nueva aventura de los mosqueteros Athos, Porthos y Aramis, su puro y simple divertimento. Claro que en ello ayudan también sus actores, unos muy logrados Mathew McFayden (Athos), Luke Evans (Aramis) y Ray Stevenson (Porthos) quienes, al lado de un desenvuelto pero demasiado joven Logan Lerman (D’Artagnan), han sabido conservar la esencia de cada personaje. Sin embargo, no podemos tampoco olvidar en este conjunto a Christoph Waltz, quien cada vez parece estar más a gusto haciendo de malo y que esta vez ha hecho suyo el papel del malvado cardenal Richelieu.

Así pues, Los Tres Mosqueteros, última de una larga lista de adaptaciones, entre ellas la versión de MGM de 1948 protagonizada por Gene Kelly, no será la mejor película que se pueda ver estos días en las salas de cine, pero sí que es una agradable cinta de aventuras dentro de ese llamado cine blockbuster. No hace falta decirlo, el 3D, absolutamente Dispensable.

Lo mejor: la escena en que D’Artagnan se cita con los tres Mosqueteros en el mismo lugar (buen principio con un guiño a la obra original).

Lo peor: el no saber exactamente la función del papel de Orlando Bloom, a pesar de que él está extravagantemente genial.

Nota: 7

1 comentario:

  1. A pesar de todo, yo lo siento pero como soy una incondicinal de la novela, prefiero no ver la película.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...