Aquí estamos otro miércoles con disparidad de opiniones sobre la actualidad cinematográfica. Y la pregunta es fácil: ¿qué película está estas semanas más en el punto de mira de todas las opiniones habidas y por haber? La adaptación a la gran pantalla de Los juegos del hambre (Gary Ross, 2012) está dando mucho de que hablar. ¿Ya la habéis visto? ¿Qué os ha parecido? ¿Os posicionáis a favor o en contra? Nosotros, de momento, os dejamos nuestra película de la discordia de esta semana:
Al partir de la saga de libros de Suzanne Collins, podríamos decir que Gary Ross contaba ya con una buena materia prima con la que trabajar. Comparaciones con otras sagas o películas fuera, Los Juegos del Hambre es argumentalmente muy atractiva. Futuro diatópico, 12 distritos, una sociedad controlada a punto de estallar y una carnicería televisada para deleite de su domesticado público. La crítica social queda evidente (semblante en cierto modo a la que ya vimos en V de Vendetta) y al margen de tríos amorosos creo que la saga puede ir mucho más allá y ampliar su público más allá del adolescente. La realización de la película, eso sí, es otra historia. El montaje deja que desear y el uso de la cámara dinámica en las escenas de acción es erróneo y mareante, sobre todo al inicio del film donde los cortes entre plano y plano carecen de coherencia y continuidad.
Así que ante un buen material del que partir, Gary Ross como director no ha hecho más que estropear lo bueno que tenía. Al menos, hizo bien su trabajo al seleccionar a Jennifer Lawrence como protagonista; su interpretación de Katniss, una joven madura y fuerte que protege ante todo a su hermana, es muy buena, algo que no era de extrañar desde que la vimos haciendo algo similar en Winter’s Bone. Tampoco me defraudó el resto del reparto: Josh Hutcherson, Elisabeth Banks, Woody Harrelson e incluso Stanley Tucci (muy acertado con su exagerada sonrisa) o Lenny Kravitz están más que correctos. La película, lejos del sadismo de Battle Royale, muestra la crueldad de los juegos sin excederse y no llega a caer en la lágrima fácil o el sentimentalismo, como por ejemplo con la escena de amor entre los protagonistas, sino que busca reflejar el control y el paripé del reality show. Quizás no estaría de más leerse los libros y ver que Los Juegos del Hambre, ante la dirección de otro, podría haber sido mucho más.
Nota: 7
Alejandra Diez
Cuando una está acostumbrada a ir al cine más de una vez per semana, pocas
de las cosas que pasan dentro de una sala de cine pueden sorprender: tocar las
narices con las palomitas, bolsas de patatas, etc. -¡visto!-, chillar cuando
Daniel Radcliffe se esta bañando en la sala de los prefectos con un huevo de
oro -¡visto!-, volver a chillar cuando un lobo se quita por centésima vez la
camiseta -¡visto!-. Ahora bien, ver a un grupo de niñas en la sala de la
versión original, al final de la película, cantando la canción de los créditos
a grito pelado, poniéndose delante de la pantalla, saltando, bailando y sacando
una pancarta con el título de la película, esto, amigos cinéfilos, NO es
algo que pueda verse todos los días. ¿Y porqué enrollarse todo el primer párrafo
con esto? Pues porque es la prueba definitiva de que Los juegos del
hambre es, nos haya gustado más o menos, el gran fenómeno de masas
cinematográfico del momento. Pero ¿es una buena historia? ¿Está bien
interpretada?, y es más, ¿Es una buena película? Esté o no basada en otra
historia, libro o película, el tema de fondo que trata Los juegos del
hambre, esa sociedad distópica -¿o no tanto?- en que pobres es igual
a perdedores, marginados y débiles, es muy bueno.
Nota: 7
M. del Mar Gallardo
Demasiadas cosas que decir del fenómeno cinematográfico de los últimos años. Lo primero, recomiendo centrarse en los aspectos positivos del film y disfrutarla. Ahora bien, no se puede obviar que la máxima y última instancia en un film es su director, Gary Ross. Y éste, lo estropea todo a límites insospechados. Empieza con una cámara rápida, veloz, sin motivo alguno ni pretensión justificada. Pero no solo falla garrafalmente en la dirección formal (composición de planos, movimientos de cámara, etc.), sino también en la concepción de la historia, en la pasión de lo que se está contando, en aprovechar el material servido en bandeja de plata para transmitir una serie de ideas. No lo hace. Además, se lo carga todo más aún con uno de los peores montajes nunca vistos antes: parece hecho por un niño de seis años con tijeras y pegamento. Un director tiene la última palabra sobre su obra y Ross parece haberse tomado unas vacaciones durante el rodaje.
Ahora bien, Los juegos del hambre de su material de partida es mucho mejor que Harry Potter, Crepúsculo, Narnia, La brújula dorada y demás. Más que nada porque dejamos atrás una fantasía propia de niños y adolescentes y entramos en el mundo adulto, el de la reflexión. Poca y tópica, pero bien contada, con una más que interesante historia y un personaje protagonista de blockbusters como pocos (y ninguna saga reciente lo ha tenido tan bueno, ¡suerte que sé que aún es más potente en los otros dos capítulos!). La música es muy destacable (muy buen trabajo de James Newton Howard), el reparto se luce (sobre todo Jennifer Lawrence, en la mejor interpretación protagonista en un film de estas características y un Woody Harrelson pasado de rosca) y el guión se fundamenta sobre unos personajes con garra, una historia estupenda. La alegoría del futuro distópico en este Gran Hermano a muerte orwelliano funciona a la perfección con dardos a la manipulación de los poderes fácticos, a la servidumbre de los medios de comunicación, a la sublevación del pueblo y a la sociedad del terror y el silencio. Esperemos que la segunda entrega caiga en manos de un cineasta para que haga arte por encima de negocio y así tendremos una gran obra de entretenimiento y no un blockbuster del montón (a la altura de varios Harry y mejor que los vampiros). Una pena su resultado. Ross, la has cagado hasta el fondo.
Nota: 4
Ahora bien, Los juegos del hambre de su material de partida es mucho mejor que Harry Potter, Crepúsculo, Narnia, La brújula dorada y demás. Más que nada porque dejamos atrás una fantasía propia de niños y adolescentes y entramos en el mundo adulto, el de la reflexión. Poca y tópica, pero bien contada, con una más que interesante historia y un personaje protagonista de blockbusters como pocos (y ninguna saga reciente lo ha tenido tan bueno, ¡suerte que sé que aún es más potente en los otros dos capítulos!). La música es muy destacable (muy buen trabajo de James Newton Howard), el reparto se luce (sobre todo Jennifer Lawrence, en la mejor interpretación protagonista en un film de estas características y un Woody Harrelson pasado de rosca) y el guión se fundamenta sobre unos personajes con garra, una historia estupenda. La alegoría del futuro distópico en este Gran Hermano a muerte orwelliano funciona a la perfección con dardos a la manipulación de los poderes fácticos, a la servidumbre de los medios de comunicación, a la sublevación del pueblo y a la sociedad del terror y el silencio. Esperemos que la segunda entrega caiga en manos de un cineasta para que haga arte por encima de negocio y así tendremos una gran obra de entretenimiento y no un blockbuster del montón (a la altura de varios Harry y mejor que los vampiros). Una pena su resultado. Ross, la has cagado hasta el fondo.
Nota: 4
Alain Garrido
A mi la verdad, me apetece cero verla...
ResponderEliminarPelícula bastante blanda Los Juegos del Hambre, por desgracia si el futuro del cine o de la literatura es ver algo tan poco original vamos arreglados, a mi la dirección de Ross no me pareció tan mala me gusto un poco la estética muy parecida a las pelis de sci-fi de los años 70 y un poco la interpretación de Jennifer Lawrence pero por lo demás una peli muy floja en la que todavía no comprendo su éxito ya sea por su poca originalidad y la poca gana de sorprender al público.
ResponderEliminarSaludos :)
A mi no me desagradó. Me gustan todo este tipo de historias futuristas, el mundo que retratan en las que como siempre los mindunguis son los que llevan las de perder, o no.... aunque claro eso viene del libro. A mi la idea me recordó mucho una película de sci-fi de los años setenta, Rollerball, protagonizada por James Caan. Me gustó Jennifer Lawrence y Woody Harrelson. Y creo que la dirección artística y la música están muy bien.
ResponderEliminarLo que parecía una idea de lo más cutre, a pesar del éxito de la serie de novelas, se ha convertido en 'Los Juegos del Hambre' en una película entretenida y a ratos apasionante (Jeniffer Lawrence está espléndida). Todo una sorpresa. No esperes una obra maestra, ¿quién las espera hoy?, pero si dejas atrás los prejuicios, podrás disfrutar de un buen rato de cine. Un saludo!!!
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