‘Gangster Squad (brigada de élite)’- los intocables de L.A., la parodia

Después de meterse con los zombis y los repartidores de pizza, el director Ruben Fleischer se introduce en el mundo del crimen organizado de la ciudad de Los Ángeles, en los años 50. El resultado es un film de acción superficial que, aun lejos del buen cine negro, divierte por su toque paródico hacia el género y entretiene la mayor parte de sus 113 minutos. “Basada” en hechos reales y en un libro de Paul Lieberman, Gangster Squad (brigada de élite) es el estreno palomitero de la semana.

La escena se sitúa en el año 1949, en el momento en que un grupo de policías decide actuar en secreto y fuera de la ley para acabar con el reinado del mafioso Mickey Cohen (Sean Penn), quien controla todo el tráfico sexual, de drogas y apuestas de la ciudad. Siguiendo la cronología de los hechos, la historia de Gangster Squad correspondería justo a los meses anteriores al comienzo del ya clásico L.A.Confidential, lo cual nos lleva a una inevitable comparación entre ambas películas. Si la película de Curtis Hanson sobresalía por una intricada, precisa y absorbente trama policiaca, la de Fleischer destaca por un absoluto vacío argumental, previsibilidad y falta de suspense. La historia se limita exclusivamente a los atentados de la brigada contra los negocios del malo malísimo de la función. Eso sí, lo hace con bastante gracia, divertimento y sin aburrir al personal.

Por otra parte, la brigada protagonista tiene numerosos puntos de contacto con otra obra maestra del género gángster, Los intocables de Eliot Ness. Como en el film de Brian De Palma, aquí tenemos al líder, el sargento John O’Mara (Josh Brolin), un héroe que pondría el honor y el deber ante la familia y su propia vida. Homenaje, quizás, al personaje de Ness, O’Mara es el encargado de reclutar al resto de un equipo de inadaptados, cada uno portador de una etiqueta y tópico concreto: el guapo (Ryan Gosling), el cerebro (Giovanni Ribisi), el pistolero (Robert Patrick), el negro (Anthony Mackie) y el hispano (Michael Peña). Juntos protagonizan algunas de las escenas más violentas de toda la cinta, otro elemento que recuerda al Chicago de Kevin Costner y compañía, sobre todo en el juego de disparos del clímax final.

De nuevo, las comparaciones con el film de De Palma le hacen daño a Gangster Squad, empezando por el personaje de Penn, una copia barata del ya de por sí excéntrico y esperpéntico Al Capone de De Niro. A pesar de todo, tampoco parece que Fleischer busque el formato thriller ni la definición de sus personajes, si no una especie de caricatura-homenaje del género y un buen puñado de escenas de acción y violencia. Si éste era el objetivo real del director de Bienvenidos a Zombieland, lo ha logrado, y con buena nota. Gangster Squad es únicamente entretenimiento, pero como tal, vale la pena. Y para los que no estén convencidos, quizás la explosiva química entre Ryan Gosling y Emma Stone les pruebe lo contrario.

Lo mejor: la puesta en escena, las comicidades de los miembros de la brigada y la pareja Gosling-Stone.

Lo peor: el guión, vacío y sin profundidad alguna ni en los personajes ni en la trama.

Nota: 7

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