La película de la discordia - 'Brothers'

Este pasado viernes llegó a nuestra cartelera el último trabajo de Jim Sheridan, Detrás de las paredes. El director irlandés es poco prolífico, pero tuvo un debut que lo puso en el mapa del cine contemporáneo, Mi pie izquierdo, y más tarde se consagraría con En el nombre del padre. Parece que este año ha pinchado y ha firmado su peor película -por lo que se comenta por todos lados- pero nosotros queremos hablar hoy en La película de la discordia de su penúltimo trabajo, Brothers. Esta película se estrenó en 2009 (marzo de 2010 en nuestro país), siendo un remake de la danesa Hermanos de Susanne Bier (Después de la boda, En un mundo mejor).

He aquí otra película sobre las consecuencias de la guerra, no a nivel político ni social sino personal, las consecuencias que algo tan inmenso tiene sobre una pequeña familia. La guerra nos afecta a todos y en este caso hace tambalear los cimientos de algo tan íntegro como el matrimonio entre Grace y Sam, y la propia persona; uno se pierde en la guerra y cuando volvemos nos desconocemos, no sabemos quiénes somos. Brothers narra esta situación a través de 3 pilares y nos muestra la evolución de cada uno de ellos, sobre todo de los dos hermanos Cahill: el hijo prodigio y el pródigo.

Tobey Maguire (que nunca he tenido en gran consideración por sus papeles en Spiderman), hay que admitirlo, hace aquí un gran papel; por su parte, Jake Gyllenhaal también está sobresaliente, aunque no llega a la magnífica interpretación que culminó su carrera, Brokeback Mountain. Sin embargo, cabe resaltar la evolución de su personaje y la relación de éste con su padre, interpretado por Sam Shepard. El ritmo de la película es intenso y su música, aunque de Thomas Newman, no destaca en gran mesura.

Nota: 7


Alejandra Diez

Brothers vendría a ser una especie de Los mejores años de nuestra vida (Williams Wyler, 1946), solo que cambiaríamos la Segunda Guerra Mundial por Afganistán. Evidentemente, la película de Sheridan queda lejos de la calidad del film de Wyler, pero la esencia continúa siendo la misma: ¿podemos volver a la normalidad, podemos volver a ser nosotros mismos, padres, maridos, hijos, hermanos, amigos, vecinos, después de haber vivido el infierno de una guerra y haber hecho cosas que ni en nuestras peores pesadillas habríamos imaginado?

Sheridan realiza un buen trabajo, quizás no uno de sus mejores, pero sí acorde con lo que quiere narrar. Jake Gyllenhaal y Natalie Portman están estupendos -rara vez no lo están-, pero Tobey Maguire es quien se luce realmente. Siempre me ha gustado como actor, fuera vestido de hombre araña, de jornalero o de jokey. Sin embargo, en Brothers hace una de sus mejores interpretaciones, captando la desesperación y locura de una persona que no encuentra el camino a casa y que quizás tampoco quiere encontrarlo.

Nota: 8

M. del Mar Gallardo

Admito que fui a ver, en su estreno, Brothers sin ver su original danés y me arrepentí tras leer, desde su estreno en 2004, tantas alabanzas de esa Hermanos de Susanne Bier (y aún no la he visto, imperdonable, lo sé). Pero de todos modos, no iba a dejar escapar la última película de una de mis actrices favoritas, Natalie Portman, y además con Jake Gyllenhaal (que suele gustarme siempre) y Tobey Maguire (actor que nunca me ha gustado, pero estauvo nominado al Globo de Oro por este papel). Pero el resultado es que este elenco, prometedor, no tiene garra ni la convicción que podrían haber dado a sus personajes. Además, tenemos un guión demasiado flojo y previsible con poca vocación de querer ser algo más que un drama corriente de sobremesa.

Sheridan parece haber cogido esta película de encargo y la que estrena ahora también (sino para que quiere salir de los créditos...). Y eso pasa factura. Sheridan narra la historia con buen pulso, con corte académico y con solidez, pero nada impide que la película deje indiferente y pase inadvertida, de hecho, año y medio después yo ya la había olvidado hasta que me la recordaron mis compañeras. Es un drama bien narrado, con buena música y buenas interpretaciones, pero el caramelo deja con ganas de más y el envoltorio es demasiado frío para sentir algo. Y es que es de esos largometrajes en que es un visto y no visto.

Nota: 5

Alain Garrido.