Sacrifice es la última película del director chino Chen Kaige, presentada fuera de competición en el presente Festival de Sitges dentro de la sección Seven Chances (en la que siete críticos escogen una película que creen que puede no llegar nunca a nuestro circuito comercial). Es decir, una gran ocasión para haber podido descubrir esta fantástica tragedia histórica en la China de hace ocho siglos. Kaige tuvo su gran éxito internacional con Adiós a mi concubina (1993) por la cual ganó la Palma de Oro y el Globo de Oro y el BAFTA a la mejor película de habla no inglesa (del Oscar se quedó a las puertas, ya que se lo llevó Belle Époque de Fernando Trueba).
Chen Kaige ofrece una propuesta clásica (lucha de dinastías, conflictos entre territorios, venganza del héroe) con un único objetivo: contar una historia dramática en un contexto bélico para entretener. Y eso es lo que logra. Un entretenimiento cinematográfico de alto voltaje en que la dirección de Kaige se muestra acertada, precisa, con el propósito de ir mostrando poco a poco toda la trama vengativa y narrar entre tanta batalla una tragedia de sacrificio con reminiscencias shakesperianas.Lo que hay que achacar a Kaige es una falta de avidez en la primera parte de la película; el inicio es poco claro y no sabes por dónde puede ir la historia, hasta que descubres los pinitos de lo que será una tragedia en toda regla. A partir de ahí, la dirección de Kaige es impecable, destacando además, unas inmensas escenas de lucha muy bien coreografiadas -aprendiendo de grandes maestros como Zhang Yimou-.
Sacrifice relata la historia de un hombre, Cheng Ying, que deja morir a su mujer y su hijo para salvar al último descendiente de los Zhao ante la masacre que ha hecho el malvado Tu'an Gu. El sacrificio del médico protagonista conllevarán las dos escenas más dramáticas de todo el metraje. El guión se centra en estos tres personajes erigiendo una gran historia (tópica sí, pero muy bien contada y desarrollada) en la que los tres tienen su momento glorioso. Lo más impactante es la relación que se establece con el niño (que desconoce la verdad) y el asesino de su padre, el nuevo rey (Tu'an Gu), puesto que el chico lo tiene como un segundo padre (le llama "el padrino) y esto conlleva a situaciones realmente angustiosas.
Cabe destacar un reparto en estado de gracia, en el que brilla por derecho propio You Ge que dota al personaje del médico una sensibilidad desbordante y emociona al público con su mirada y gesto.
Puede que alguien no encuentre nada nuevo en Sacrifice y así es, pero no por eso habría que infravalorar este intesto ejercicio melodramático. Más que nada porque tiene muchos puntos a su favor como su narración (con tres personajes excelentes), su puesta en escena y el conjunto actoral que hacen de esta tragedia china una película muy disfrutable. Emoción, épica y drama asegurados.
Lo mejor: La relación entre los tres personajes principales y You Ge
Lo peor: El primer tercio del film es menos ambicioso de lo que debería ser
Nota: 8
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ResponderEliminarDuro y justo al mismo tiempo, creo que has sido con esta película.
ResponderEliminarPor lo visto, a mi me gustó más que a ti. Sobre todo porque muestra la complejidad de establecer vínculos emocionales con los otros ya que estos condicionan nuestras decisiones.
Cinèfils! Què em recomaneu, Intruders o Contagio?
ResponderEliminarContagio, Contagio!!! Intruders no l'he vista, però tampoc l'han deixada gaire bé, i en canvi Contagio té molt bones crítiques. A part, que ja saps que a mi les de terror... va a ser que no! xDD
ResponderEliminarPues por lo dices Alain, sería una pena que no llegase a estrenarse.
ResponderEliminarGràcies, Mar! :)
ResponderEliminarA ver si podemos verla pronto, Alain, porque parece que vale la pena!
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