
1770. La inteligencia y cultura de la nueva reina de Dinamarca chocan de
pleno con la ingenuidad e infantilismo de su cada vez más loco marido, el rey
Cristian VII. Perdida en medio de una corte asfixiantemente conservadora, la joven
Carolina Mathilde encontrará a su alma afín en un médico de las calles, Johan
Friedrich Struensee, idealista e ilustrado que se ganará la confianza del rey y
el amor de la reina.
Este es el argumento de Un asunto
real, el primer film de época del director danés Nikolaj Arcel (guionista
de la trilogía sueca de Millennium) y
una de las nominadas a mejor película de habla extranjera en la ya pasada
edición de los premios Oscar. Amor y política son los dos ejes centrales sobre
los que gira esta cinta basada en hechos reales. El mismo Arcel, guionista
junto a Rasmus Heisterberg, ha sabido compenetrar ambas vertientes con
corrección narrativa y técnica, dando como resultado una satisfactoria historia
de amor entre una reina y un súbdito que intentaron revolucionar la sociedad
danesa y se encontraron con el mayor obstáculo de todos: la contra de un pueblo
dominado por las mentes conservadoras —no sería hasta 1789, en Francia, que el
pueblo saldría a las calles a defender esa revolución—.