jueves, 27 de diciembre de 2012

‘Los miserables’ – Revolución, música, pasión y talento


 

En 1830, Eugène Delacroix pintó La libertad guiando al pueblo, obra romántica por excelencia y testimonio de la insurrección burguesa que tuvo lugar en Francia ese mismo año. Estos días, viendo el nuevo film de Tom Hooper, es imposible no relacionar la fuerza que desprende este cuadro y la pasión de sus personajes con aquellos miserables que describió Víctor Hugo en una de sus novelas más célebres, protagonistas también del musical que idearon Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg hace casi treinta años y que, desde entonces, han visto sesenta millones de personas en todo el mundo. Pero, ¿cuál es la razón de su éxito? ¿Cómo se explica que sea el musical más longevo de toda la historia de los escenarios? Cuatro palabras: revolución, música, pasión y talento, las mismas cuatro que el director de la laureada El discurso del rey ha conseguido en su adaptación a la gran pantalla de este Los miserables, escalofriantemente brillante y fabulosamente desgarradora; el mejor estreno de estas Navidades y de lo mejor del año que estamos a punto de cerrar.

Los miserables narra la historia del ex convicto Jean Valjean (Hugh Jackman), un marginado social que, gracias a la compasión de un hombre, decide dejar atrás el pasado para empezar una nueva vida. A pesar de todo, siempre tendrá que huir de Javert (Russell Crowe), el inspector de hierro, obsesionado con encontrar a Valjean y hacerle pagar por romper su condicional. La historia de Valjean aquí sirve de excusa para contar las vidas del pueblo francés y su lucha por conseguir la libertad de un mañana mejor. Así pues, con multitud de personajes e historias paralelas, no era nada fácil pasar del escenario a la gran pantalla, como tampoco lo fue en su momento convertir la novela de Hugo en un musical. Sin embargo, Tom Hooper no sólo ha hecho una fantástica adaptación, añadiendo también detalles de la novela original, sino que ha conseguido a la vez conservar la esencia del musical, la dramatización de su escenografía y la construcción de todos los personajes. ¿El resultado? Una excelente obra cinematográfica en todos los sentidos.

La cámara de Hooper, al contrario de lo que muchos afirman, es una de las mayores virtudes del film. Ejemplo de ello son números como “Stars”, “At the end of the day” o “Look Down”, este último con la cámara siguiendo los pasos del pequeño Gavroche por las calles de París con la intención de poner al espectador en situación. Cada plano cumple su función en la historia, sin florituras, y de ahí el acierto de utilizar muchos primeros planos —¿dónde está el problema?—, sin los que se perdería pasión y emoción, en especial en los temas “I dreamed a dream” y “Empty chairs and empty tables”, sentidamente interpretados por Anne Hathaway y Eddie Redmayne respectivamente. Al mismo tiempo, hay que destacar también el montaje de los números corales, siendo aquí ejemplo el magnífico “One day more” —no es lo mismo estar en un mismo escenario cantando cada uno su parte que en distintos sitios en el cine—.

Todo en la dirección de Hooper y el trabajo de los equipos técnicos está al servicio de la emoción. No olvidemos que Los miserables se basa en la desesperación, el amor y las segundas oportunidades de unos personajes aferrados a la poca esperanza que les queda para seguir luchando por una vida mejor. En este sentido, hay que agradecer el atrevimiento del director para revolucionar la concepción del género musical en el séptimo arte. Habría sido imposible transmitir y captar la verdadera voz de estos desdichados miserables —no hay mejor calificativo posible para ellos—si sus cantos no hubieran sido en directo. Trabajo de Oscar, pues, para el mezclador de sonido Simon Hayes, que hizo posible grabar todas las canciones de la película en el mismo set de rodaje.

Eso sí, un canto en directo no vale nada sin un reparto que lo de todo por transformarse en esos personajes pintados de rojo y negro por Víctor Hugo. Anne Hathaway se merece todos los premios que puedan darle. Es más, sería injusto no reconocer el talento de la actriz, cuya interpretación en “I dream a dream” es claramente una de las mejores escenas del año; no sería una exageración decir que ya ha entrado en la lista de los números más míticos de la historia del género musical. El personaje de Hathaway, Fantine, es el más miserable de toda la obra. En lo que podría ser una caída libre hacia la desesperación, la abandonan, la despiden, le cortan el pelo, le sacan los dientes y hasta llega a perder su dignidad, todo por salvar a su hija. Al final de sus días, una desgarradora voz sale de su interior para perderse en la nostalgia de un sueño hace tiempo perdido y destrozado por la crueldad de la vida. La canción es parte indisoluble de la interpretación, y sólo en directo podría la actriz haber conseguido encoger el corazón de la mayoría de espectadores.

El talento de Hathaway en la interpretación y el canto ya viene demostrándose desde hace un tiempo. Sin embargo, la sorpresa y revelación absoluta del nuevo film de Hooper es la voz de Eddie Redmayne, potente, romántica y arrebatadora. Los dotes musicales e interpretativos del actor británico superan, en conjunto, al mismísimo Michael Ball —Marius en el original de Londres— y lo hacen protagonista de uno de los números más tristes y sentidos de todo el musical. Con todo, sería difícil no destacar todo el resto del elenco, entre ellos Samantha Barks y su precioso “On my own”, y Amanda Seyfried con su voz de porcelana perfecta para interpretar a la soprano Cosette, personaje que parece hecho expresamente para ella. También a Helena Bonham Carter y a Sacha Baron Cohen les va como anillo al dedo el matrimonio Thénardier, el toque cómico de la función y la película. Incluso el injustamente infravalorado Russell Crowe, ya experto en musicales, está más que a la altura del inspector Javert, el antagonista de la cinta y principal enemigo de Jean Valjean, aquí interpretado con valentía y pasión por Hugh Jackman en el que es el mejor papel de toda su carrera y una de las interpretaciones más sobresalientes de todo el año.

El Valjean de Lobezno es muy distinto a los que estamos acostumbrados a ver en el teatro, menos melódico y más profundo. Eso es precisamente lo que hace su actuación más grande en la película. Como pasa con Hathaway, su voz sale de dentro, una voz entrecortada, dolorida y conmovedora que el actor alcanza llegando a un límite físico y emocional. Jackman, Hathaway, Redmayne, Barks y compañía consiguen, pues, que la música y las canciones sean lenguaje principal e indispensable de la historia. Esta es la grandeza de un buen musical y no su principal debilidad, como claman algunos, los mismos que olvidan que la música es el camino más directo al corazón y a la pureza de los sentimientos. Sea como sea, queda claro que los detractores del género deben abstenerse de ver Los miserables, porque si una cosa está clara es la poca presencia de diálogo del film, muy fiel a su versión teatral.

Por otra parte, de la adaptación que Tom Hooper ha hecho de Los miserables faltan por destacar también todos sus aspectos técnicos: la fotografía, el vestuario y los decorados, que juntos crean la realista y a la vez mágica ambientación de un París oscuro, épico y revolucionario, todo al servicio de la voz de un pueblo que se alza en contra de un gobierno corrupto que sólo piensa en sí mismo y que ha generado una clase de miserables, sin sueños y determinados por las circunstancias de la época que les ha tocado vivir. ¿A alguien le suena? Desgraciadamente, la historia de Víctor Hugo continúa vigente hoy en día, y su mensaje está claro. Sólo nos queda mirar más allá de las barricadas, unir nuestros cantos en uno de solo y cantar con fuerza y convicción:

Do you hear the people sing, singing the song of angry men, it is the music of the people who will not be slaves again. When the beating of our hearts echoes the beating of the drums, there is a life about to start when tomorrow comes.


Hay miles de razones por las que Los Miserables de Tom Hooper se merecen el excelente, la última escena, con el magnífico “Do you hear the people sing”, siendo una de ellas. La suma de todas las razones, sin embargo, nos lleva de nuevo a aquellas cuatro palabras, revolución, música, pasión y talento, que convierten esta película en un musical épico que, por su lucha, por su historia y por la novedad de su propuesta, quedará grabado en los anales del género. Son estas cuatro palabras las que elevan a obra maestra Los miserables y la convierten en el 10 del año.

Lo mejor: la adaptación de Hooper en todos sus aspectos técnicos y líricos, unas voces e interpretaciones magistrales y… básicamente todo.

Lo peor: que, como siempre pasa con los musicales, antes de verla, ya tiene su definido grupo de detractores.

Nota: 10

10 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con tu post. Extraordinario film. La película de Tom Hooper con todo su elenco de actores-cantantes ha sabido trasmitir todo el dramatismo que desprende la obra de Vitor Hugo. Ya amante del musical con toda la grandeza de su música, el film me ha hecho extremecer haciéndome emocionar y llegando a llorar en muchos momentos. Genial, espero ver el film en una gran parte de los Oscars de este año.

    ResponderEliminar
  2. Genial post y genial página!!! Pero comparar al sr. Redmayne con el sr. MICHAEL BALL... Ni en diez millones de vidas podrá cantar como Ball
    Por lo demás, me hubiera gustado ver los diseños oficiales del vestuario, como por ejemplo el chaleco "entorchado" de Enjolràs. Y "las pintas" oficiales del musical, el sr. Crowe parecía más Javert en Master y Commander que en esta. En fin... para gustos los colores
    1 saludo
    Enric

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Enric! ¡Muchísimas gracias por pasarte y darnos tu opinión! Toda la razón con lo del chaleco de Enjolràs, habría estado muy bien. Pero bueno, nos conformamos con su cuerpo colgado del balcón, la misma mítica postura del musical, aunque esa fuera por encima de la barricada :D.

      Con Russell Crowe -por cierto, genial en Master and Commander-, la verdad es que teníamos un poco de miedo, pero nos acabó encantando. Haha, y en cuanto al duelo Redmayne-Ball, te damos la razón en que, sólo con el canto, Ball es insuperable. Perooo, en conjunto de canto e interpretación, Redmayne sí que nos gusta más. El poderío de voz y la pasión que demuestra en "Empty Chairs and Empty Tables", aguantando aquel primer plano... ¡nos ganó con solo dos frases! Pero, evidentemente, a gustos los colores, que esto es lo mejor del cine y de tantas otras cosas, poder compartir opiniones! :D

      ¡Saludos y gracias por tu comentario!

      M. del Mar

      Eliminar
  3. Era difícil trasladar el musical a la pantalla. Los americanos habrían hecho una versión más espectacular, sin duda; pero me gusta la decisión de Hooper de ser totalmente fiel no sólo al musical sino también a la novela de Hugo. El director ha apostado por unos primeros planos increibles sobre unos actores en estado de gracia que resaltan los sentimientos tan profundos que presenta la obra y compensan así ciertas limitaciones vocales en alguno de los cantantes. El tempo del film también me parece muy acertado, ya que las dos horas y media pasan como un suspiro.

    Todas la película logra emocionar, pero algunas escenas están especialmente conseguidas como las de "I dreamed a dream", "Empty chairs and empty tables" o "Do you hear de people sing".

    El análisis que hacéis es excelente!

    ResponderEliminar
  4. Muy buen post, pero me has de permitir disentir en un par de puntos:
    -Sobre el exceso de primeros planos, hay un TREMENDO exceso de uso del primer plano, que sí, le da profundidad a "I dreamed a dream" y a "Empty chairs and tables" pero que sobran en el fragmento (del que desgraciadamente no recuerdo el título) en el que un fantástico Russel Crowe canta en un tejado frente a la catedral de notre damme. Es la única pega que ponerle al gran trabajo de cámara que contiene esta película, es más coincido en la aclaración que haces al segundo "look down" cuando Gavroche nos hace un pequeño "tour" por el parís del siglo XIX.
    -El segundo punto, es sobre Anne Hathaway, que aunque interpreta genial el papel de Fantine, y consigue emocionarnos con su interpretación del mundialmente conocido "I Dreamed a dream", no creo que se lleve el reconocimiento de la academia, de todos modos, aún queda tiempo para ello.

    Sobre el resto del la película y el post, totalmente de acuerdo, una gran película y , no atreviéndome a decir que será el gran ganador de los Oscars, sí puedo apostar por ella y todo su elenco para los Globos de Oro. Excelente análisis y genial película, emocionante y rompedora.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Eduardo! ¡Muchísimas gracias por pasarte, nos alegra que te haya gustado! haha, sí, quizás sí que en el tema "Stars" sobrarían un poco los primeros planos de Crowe (completamente de acuerdo con que está genial), aunque la cámara cogiéndolo desde arriba y en conjunto con la catedral, además de ir subiendo poco a poc para que se vean las estrellas, me gustó mucho. Aunque, por movimientos de cámara, ese mismo de Gavroche, por supuesto :)

      Y en cuanto al segundo punto, me da miedo darte la razón, pero tengo el mal presentimiento de que se va a quedar sin el Oscar, es verdad... Eso sí, como dices, aún le queda mucho tiempo para continuar luciéndose! Ahora, de momento, a esperar los, mínimo 3 de los 4 globos de oro a los que opta!

      ¡Muchas gracias por tu comentario!

      ¡Saludos!

      M. del Mar

      Eliminar
  5. Bien por el post, y bueno por acá en Latinoamérica todavía no llega la película, a seguir esperándola, pero se nota que esta bien producida, recomendable.
    Su banda sonora no esta nada mal.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Andrew! ¡Muchas gracias por tu comentario! Ya nos dirás qué te parece cuando se estrene por aquí! :D

      ¡Saludos!

      Eliminar
  6. ¡Por fin una buena critica!

    Estoy completamente de acuerdo contigo sobre esta película, se merecía todos los Oscars a los que fue nominada.
    Me pareció extraño ver un comentario positivo al pobrecito de Crowe (Dios como lo machaca la critica), por supuesto Anne y Hugh, que se mataron haciendo cualquier cosa por lograr sus papeles, los dos me hicieron llorar en Come to me.
    Samantha se lució con su Éponine, quien es y siempre va a ser mi favorita en la novela.
    Eddie fue un caso extraño, al principio sólo había visto en papeles secundarios y el personaje que interpretaba estaba en la lista de los que quería estrangular en la novela después de Javert, pero me desarmó con la pasión con la que interpretó a su personaje, al momento de pensar ¡que voz tiene este chico! Por cierto ¿sabes que tipo de voz tiene él? Nunca lo escuche mencionar.

    No puedo seguir porque sino alabaría a cada uno de los miembros del cast.

    Completamente de acuerdo con tu análisis y feliz de que alguien pusiera una buena critica y no piedras contra mi película favorita.

    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué ilusión recibir tu comentario! :D Verdaderamente es mi película favorita del 2012 y, además, uno de mis musicales favoritos de todos los tiempos! Me alegra oír también tu defensa a Crowe y a todo el cast, porque la verdad es que la pobre película ha recibido más malas que buenas críticas -bajo mi punto de vista, incomprensible...-. En cuanto a Eddie Redmayne, el personaje de Marius ha sido siempre un tenor, y Redmayne tiene todas las cualidades de esta categoría -llega a notas altísimas en su solo y también en el "A heart full of love"-. No obstante, he oído por ahí que dicen que es barítono, también. Será porque también llega muy bien a las notas bajas, pero yo me quedaría con la descripción de tenor, no obstante!

      ¡Saludos y muchas gracias por tu comentario!

      M. del Mar

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...