En medio de esta deria y entusiasmo, perfectamente justificados, por el nuevo Tintin dirigido por Steven Spielberg, el pasado viernes también llegó a nuestras carteleras la película Criadas y señoras (The Help, Tate Taylor 2011), un drama basado en la novela homónima escrita por Kathryn Stockett, y que ya en Estados Unidos ha tenido un impresionante éxito de taquilla. La película está ya en el camino hacia los Oscar, amenazando con ser una de las favoritas del año. Protagonizada por Emma Stone, Viola Davis, Octavia Spencer, Bryce Dallas Howards y Jessica Chastain, entre otras, Criadas y señoras es nuestra película de la discordia de esta semana!
Criadas y señoras es una película tramposa, básicamente por su claro objectivo de querer clavar la aguja del sentimentalismo en el público que va a verla -eso ya lo sabemos antes de entrar en la sala, solo con ver el tráiler, con mirar el cartel-. En realidad, con Criadas y señoras volvemos otra vez a la misma historia de La voz dormida, y es que estamos hablando de hechos, de una realidad, la del racismo, que en Estados Unidos fue tristemente demasiado cierta. ¿Se podría haber plasmado de distinta manera a nivel cinematográfico? Por supuesto, pero eso no descarta que nos encontramos principalmente delante de una historia con un estupendísimo elenco de actrices.
Criadas y señoras es una película tramposa, básicamente por su claro objectivo de querer clavar la aguja del sentimentalismo en el público que va a verla -eso ya lo sabemos antes de entrar en la sala, solo con ver el tráiler, con mirar el cartel-. En realidad, con Criadas y señoras volvemos otra vez a la misma historia de La voz dormida, y es que estamos hablando de hechos, de una realidad, la del racismo, que en Estados Unidos fue tristemente demasiado cierta. ¿Se podría haber plasmado de distinta manera a nivel cinematográfico? Por supuesto, pero eso no descarta que nos encontramos principalmente delante de una historia con un estupendísimo elenco de actrices.
No hay duda que se trata de una película de interpretaciones. Viola Davis nos trae de vuelta aquella gran actoriz de quien disfrutamos en La duda (John Patrick Shanley, 2008), esta vez por más de diez minutos; Emma Stone demuestra que puede perfectamente con todos los géneros y tipos de peinado; Bryce Dallas Howard está maravillosamente odiosa; y Jessica Chastain... ¡divertida! Pero la que, si esto fuera una obra de teatro, se llevaría más aplausos es Octavia Spencer. La eterna secundaria, vista en tantas películas y series, pero que en esta cinta nos despliega al máximo su talento con la creación de un personaje lleno de rabia, convicciones, amistad, servitud, ironía y valentía. Esto sí, su gran actuación puede quedarse en una simple cháchara ridícula y penosa si se va a ver la película doblada. Quedáis avisados: no hay nadie, nadie que pueda imitar el acento que tienen Davis y Spencer.
Nota: 7
M. del Mar Gallardo
Máximo exponente del cine de Hollywood: académico al ser drama, historia de superación personal y azúcar por todos lados. Esta fórmula puede funcionar, es cierto, pero aquí no cuaja (y, pocas veces lo hace, si sale de la fábrica de Los Ángeles). El gran error de este film es el guión, uno de los peores del año, repleto de lugares comunes, personajes tópicos e historias hilvanadas con gran cantidad de subrayados que quitan protagonismo al espectador. Las múltiples historias tienen su interés, pero son del todo predecibles y en todo momento nos indican con que personajes tenemos que empatizar y a cuales maldecir; y, amigos, que yo sepa así no se hace cine, sino así se adoctrina.
Sí, su reparto femenino es de alto standing y ofrecen unos momentos bastante memorables, ahora bien, si estas actrices tuvieran personajes de verdad y un mejor texto, brillarían aún más. Tate Taylor ha optado por el camino equivocado y lo que podría haber dado un drama sobre el racismo sobresaliente acaba siendo un cinta con aires de telefilm del todo prescindible y opaca. Sin garra, sin emoción, sin sentimiento. Porque para ver dos horas y cuarto en que todo está masticado y mil veces visto, prefiero una sola escena de la serie Mad Men para entender la realidad de estas mujeres negras que son criadas y señoras.
Nota: 3
Alain Garrido.
Criadas y señoras intenta plasmar lo que fue una realidad en los años 60 pero con un toque azucarado. Y es que aunque la realidad de la que hablamos, el racismo, no tiene nada de sentimental ni gracioso, aquí si lo parece. Esto no tiene nada de malo: si todas las películas sobre racismo fuesen igual ya ni si quiera la hubiésemos ido a ver. Aquí vemos tan sólo la misma historia desde otro punto de vista, el de una joven inquieta de los años 60 de Jackson, Mississippi. Tate Taylor adapta el guión de la novela de Kathryn Stockett y le da el toque y el tono que la novela desprende: una historia para mujeres sobre la segregación, los clichés, lo bien visto y mal visto de una señorita de los años 60.
Si bien es cierto que la historia y su desarrollo se intuyen, tampoco habría estado de más conocer al menos las consecuencias de lo acontecido. Aun así, nos quedamos con las fantásticas interpretaciones de sus protagonistas, destacando por encima incluso de Emma Stone, buena también en el registro dramático, a Viola Davis, Octavia Spencer y, sobretodo, Bryce Dallas Howard. Esta última interpreta a la perfección el papel de mujer perfectamente repelente y racista, consiguiendo que riamos con ganas con la escena de los “dos trozos de pastel”.
Nota: 7
Alejandra Diez
Los tres opináis que las actrices bordan el papel y en esto estoy de acuerdo. Sin embargo, con el resto de la crítica me decanto por la opinión de Alain.
ResponderEliminarY es que no me gusta ir al cine para que se me de todo bien masticado y me digan que tengo que ver y pensar.
Una película que pretende hacer crítica social, indistintamente de que género sea, debería permitirte el lujo de pensar por ti mismo.
Como a comentado Alain, en esta última temportada de la serie Mad Men, hay un capítulo en el que se muestra exactamente la misma realidad que en The Help pero con calidad.
Yo creo que a estas alturas, poco nuevo se puede aportar que nos haga pensar en cuanto al racismo que todavía hoy perdura en EE.UU., aunque por suerte se haya superado la época que nos retrata la película.
ResponderEliminarY pienso que esta película sencillamente nos lo quiere mostrar de una manera diferente, incluso con pequeños toques de humor para tratar de desdramatizar.
No todo en el cine tiene que ser trascendental. Hay que dar espacio para todo tipo de maneras de tocar los temas que nos muestran.
Con lo que estoy totalmente de acuerdo es con el gran trabajo de todas las actrices.