
vía yU+co.
Pantalla a negro. Se oyen unos ya muy conocidos silbidos. Empieza la música y, al mismo tiempo, la pantalla se inunda de color. Los colores van cambiando de acuerdo con cada tema de la overtura compuesta por Leonard Bernstein. Hay unas extrañas líneas negras en medio de la pantalla. Al final de toda la pieza se convierten en la silueta de Manhattan, justo por encima de unas letras que dicen: West Side Story (click aquí). ¿Y por qué contaros esto? Porque sin la aportación del señor Saul Bass, encargado de esta presentación así como de muchos otras de las mejores de la historia del cine, no estaríamos hoy hablando de grandes títulos de crédito como los de Watchmen (click aquí), ganadora por el de nuestra encuesta de la semana pasada.