Donald O’Connor decía en Cantando
bajo la lluvia: “Lina. No sabe
actuar, no sabe cantar, no sabe bailar; una triple amenaza”. Seguro que en lo
de la calidad interpretativa cada uno tendrá su opinión personal, pero lo que
está claro es que la mayoría de actores
y actrices de los países anglófonos parecen tener dominadas a la perfección las
dos últimas disciplinas. ¿Por qué será que cada vez vemos más personajes
del mundo del cine que nos sorprenden con sus dotes musicales? La respuesta es
fácil: grupos de canto, de teatro musical, de baile, etc. Los llamados “glee clubs” están en todas las escuelas, institutos y
universidades, y llevan tiempo siendo una de las actividades extra escolares
—al lado de los deportes— más importantes y reconocidas de estos países. No es
de extrañar, pues, que aparezcan en numerosas series y películas. Una de ellas
es Dando
la nota, uno de los “guilty pleasure” del año, como muchos han
apuntado, una divertidísima cinta con excelente
reparto y geniales números musicales cantados a capela.