De camino al instituto donde trabaja, en Berna, un profesor se encuentra con una chica a punto de lanzarse por un puente. Poco sabe que salvarla será el punto de partida de una aventura que lo llevará a Lisboa y al pasado dictatorial de Portugal, un viaje en busca de la pasión y los ideales en que siempre ha creído… pero que nunca ha vivido. Basada en el bestseller de Pascal Mercier, Tren de noche a Lisboa se presenta como un bonito ejercicio con el que mezclar cine, historia y filosofía. Cuesta entrar en ella y a ratos es demasiado hierática en su desarrollo y emociones, pero el destacadísimo reparto de la cinta compensa sus defectos y tira la historia hacia adelante.
La metáfora del camino, travesía y río como recorridos vitales son una constante en la literatura y el cine. En este caso, el viaje en tren del protagonista, así como su posterior visita por las calles de la capital lusa, no dejan de... (continuar leyendo)
Lo mejor: Jeremy Irons y la emotividad que siempre transmite —tan naturalmente— Lena Olin.
Lo peor: cuesta entrar en la película y entender sus razones, y algunos flashbacks carecen de la pasión que deberían tener y que Irons busca en la actualidad.
Nota: 7
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Buena crítica.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Antonio!
EliminarSaludos!!