Todos tenemos aquella o aquellas películas que, de pequeños, vimos hasta la saciedad. Por una razón u otra, esas cintas tenían el poder de hipnotizarnos durante una o dos horas. No importaba el número de veces que le habíamos dado al PLAY, ni la cantidad de rallas que tuviera la gastada copia de VHS. La cuestión era que, durante ese periodo de tiempo, éramos uno más de la historia, un personaje espectador que se sabe los diálogos de memoria y que, al mismo tiempo, vive cada escena como si la viera por primera vez… con la boca abierta como un bacalao.
Al encuentro del Sr. Banks nos cuenta el complicado proceso de preparación de una de las películas que más ha entusiasmado a niños y niñas de todas las generaciones. Dirigida por John Lee Hancock ―por favor, no caer en la facilona y estúpida tentación de pensar que este filme será igual que su anterior trabajo tras la cámara, The blind side―, la cinta narra con encanto, humor y mucha música los momentos finales de la difícil negociación entre Walt Disney y la escritora P.L. Travers para que esta última cediera los derechos de Mary Poppins para hacer una película sobre la famosa niñera.