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sábado, 2 de marzo de 2013

‘Un asunto real’, amor y política en la Dinamarca del siglo XVIII




1770. La inteligencia y cultura de la nueva reina de Dinamarca chocan de pleno con la ingenuidad e infantilismo de su cada vez más loco marido, el rey Cristian VII. Perdida en medio de una corte asfixiantemente conservadora, la joven Carolina Mathilde encontrará a su alma afín en un médico de las calles, Johan Friedrich Struensee, idealista e ilustrado que se ganará la confianza del rey y el amor de la reina.

Este es el argumento de Un asunto real, el primer film de época del director danés Nikolaj Arcel (guionista de la trilogía sueca de Millennium) y una de las nominadas a mejor película de habla extranjera en la ya pasada edición de los premios Oscar. Amor y política son los dos ejes centrales sobre los que gira esta cinta basada en hechos reales. El mismo Arcel, guionista junto a Rasmus Heisterberg, ha sabido compenetrar ambas vertientes con corrección narrativa y técnica, dando como resultado una satisfactoria historia de amor entre una reina y un súbdito que intentaron revolucionar la sociedad danesa y se encontraron con el mayor obstáculo de todos: la contra de un pueblo dominado por las mentes conservadoras —no sería hasta 1789, en Francia, que el pueblo saldría a las calles a defender esa revolución—.


Satisfactoria, sin embargo, no es suficiente como para considerar Un asunto real una obra maestra. A la historia de amor le falta tiempo y diálogos —algunas de las mejores escenas de la película son las conversaciones entre Struensee y Carolina—, mientras que en el contexto histórico se echan en falta elementos de thriller político que hagan más interesante la conspiración final, de este modo, muy precipitada. Eso sí, el trío protagonista brilla delante de la cámara, empezando por el ya veterano Mads Mikkelsen, que da vida al médico, un personaje lógico pero apasionado al mismo tiempo por sus ideales y amor a la reina.

Por su parte, el debutante Mikkel Boe Folsgaard y Alicia Vikander, estrella en auge después de su aparición también este año en el Anna Karenina de Joe Wright, sorprenden y convencen con sus interpretaciones de rey y reina. A Folsgaard, precisamente, que ganó el Oso de Plata en el Festival de Berlín del año pasado por este papel, hay que reconocerle un brillante y contenido retrato de la locura de Cristian VII, con él que consigue generar una extraña mezcla de rabia, afecto y pena. La nota discordante la pone aquí Trine Dyrholm, natural y encantadora en la reciente Amor es todo lo que necesitas, de Susanne Bier. Aquí destaca por la maldad de sus miradas y expresiones, demasiado pasadas de vuelta, quizás por culpa de un guión y/o montaje que no han sabido definir bien a su personaje.


Con todo, Un asunto real no deja de ser un muy correcto film de época, con buenas interpretaciones y un interesante capítulo de la historia que fácilmente podríamos catalogar como la introducción a la época contemporánea. Sin duda alguna, uno de los mejores estrenos de ficción de la semana.

Lo mejor: el trío protagonista, en especial Mikkelsen, y la puesta en escena.

Lo peor: que ni su vertiente romántica ni política acaban de convencer por separado, afectando esto al resultado final de la cinta.

Nota: 7

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