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viernes, 28 de diciembre de 2012

'Hotel Transylvania', buenos gags al servicio de una historia muy infantil

El Conde Drácula regenta un hotel donde pasan sus vacaciones todos los monstruos de este planeta: la momia, Frankenstein, el Hombre Invisible, los zombies... Todos se reúnen para celebrar el cumpleaños de la hija de Drácula, Mavis, que quedará fascinada por el primer humano al que conocerá, Jonathan. Esta es la premisa de Hotel Transylvania, el último éxito animado de la taquilla americana y el nuevo trabajo del estudio Sony Animation, tras la muy estimable Lluvia de albóndigas y las dos excelentes colaboraciones con Aardam en la navideña Arthur Christmas: Operación regalo y la reciente ¡Piratas!



El director de esta entrañable comedia es Genndy Tartakovsky, curtido en el mundo de la televisión en series como Las Supernenas, El laboratorio de Dexter o una de las dos producciones animadas de Star Wars. Su trabajo es meramente formal y de dotar al producto de la consistencia narrativa marcada por los cánones; no hay inventiva ni construcción de un discurso. Simplemente, es una comedia que funciona bajo una base muy manida y repleta de tópicos.

La contraposición de dos mundos, el amor de dos jóvenes que rompe barreras y la aceptación final por parte de todos de ese nuevo rumbo social(como no hay villanos, nadie muere por no acatar el cambio...). Nada nuevo. Pero es un mensaje claramente dirigido a los más pequeños, que siempre cala y surge efecto. ¿Entonces que hacemos los que tenemos más de 12 años? Pues echar algunas risas con algunos gags inspirados y disfrutar de la galeria de personajes y la multiplicidad de referencias presentes sobre los monstruos ilustres del terror clásico (ese desmebrado Frankenstein, el divertidísimo Hombre invisible alleniano o los pequeños y traviesos lobos). La historia, meramente infantil, desemboca más en una buddy movies entre el chico humano y el Drácula que en una comedia romántica; en su resolución se guarda una de las escenas más logradas en un avión (quizá la causa de los aterrizajes de emergencia de Ryanair, ¿quién sabe las criaturas que habrán ahí fuera?).


La película tampoco muestra especial interés por la animación desde el punto de vista técnico, es una animación correcta, con un buen diseño de personajes, pero sin ser ningún trabajo excepcional como en las obras de PIXAR o el excelente uso de la referencialidad en Frankenweenie. Pero vaya el mayor temor con esta película era el doblaje con Santiago Segura, Clara Lago y los menos pensados Mario Vaquerizo y Alaska. ¡Sorpresa! Gracias a ellos, la película gana enteros, puesto que la soltura y la chispa de cada uno de ellos resultan indispensables para levantar el vuelo en algunos instantes. Míticos son el matrimonio lobo andaluz (¿serán de Louisiana o Arizona?) y un Conde Drácula con un Segura en estado de gracia.

Hotel Transylvania es una película correcta, perfecta para los más pequeños y que aprovecha la festividad de Halloween cercana. Ni es ninguna proeza en el campo de la animación ni es nada más que una comedia dentro de la media actual con algunos gags muy inspirados. Con la ley del mínimo esfuerzo, salen películas aceptables.

Lo mejor: Sorprendentemente, el doblaje no es una losa

Lo peor: La historia es demasiado tópica para interesarnos lo más mínimo

Nota: 5

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