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lunes, 6 de agosto de 2012

'Los Goonies', aventuras sin fin


Los niños tienen una imaginación envidiable; hubo un tiempo en el que el aburrimiento no existía, un tiempo en el que la diversión se encontraba a la vuelta de la esquina, con nada se hacía mucho y una simple tarde de lluvia podía derivar en toda una aventura. La nostalgia de aquellos años sigue presente y, en el mundo del cine, Spielberg da cuenta de ello; hace poco volvimos a disfrutar con Super 8, de estilo ochentero, porque el paso del tiempo sin duda nos cambia pero no nos hace olvidar el origen. El viernes seis caras ya adultas recordaban otras más pueriles pero no por ello diferentes; seis actores  que coincidieron en el rodaje de una película y que para ellos, como para nosotros, fue toda una aventura. Ahora se ha convertido en toda una película de culto porque Los Goonies, nuestro especial de hoy, es sencillamente perfecta.



Los Goonies es una película dirigida por Richard Donner en 1985 pero con sello cien por cien Spielberg. Él no fue un productor más, como pudieron serlo Harvey Bernhard, Kathleen Kennedy y Frank Marshall, sino que se implicó totalmente en la historia, básicamente porque era su historia. Spielberg desarrolló la idea original en la que está basada la película mientras que el guion corrió a cargo de Chris Columbus. Además Spielberg dirigió también algunas de las escenas en una producción que duró cinco meses. La fotografía es de Nick McLean y la música de Dave Grusin, con la colaboración de Cindy Lauper en la canción principal Goonies r’ good enough.

La película gira en torno a una pandilla de Astoria, un pueblo costero de Oregón, que se embarcan en una gran aventura para ayudar al padre de uno de ellos. En una tarde aburrida, los Goonies descubren en el desván de la casa de los Walsh un mapa del tesoro del pirata Willy el tuerto y deciden averiguar por sí mismos si tal tesoro existe y, de ser así, hacerse con él. Pero no serán los únicos que lo busquen porque los Fratelli, una familia de gánsters formada por una madre y sus dos hijos, también lo querrán y harán lo posible para evitar que los chicos lleguen primero.  


Así que tenemos a este grupo de amigos, formado por Mickey Walsh (Sean Astin), Bran Walsh (Josh Brolin), Gordi (Jeff Cohen), Bocazas (Corey Feldman), Data (Jonathan Ke Quan), Andy (Kerri Green) y Stef (Martha Plimpton). Ellos son el alma de la película, porque pese a su inexperiencia y juventud consiguen transmitir todo lo que pretenden: diversión, naturalidad y credibilidad. Para el director, éstas eran cualidades imprescindibles por lo que hizo todo  lo posible para que su actuación fuese lo menos forzada posible. La mayor parte de las escenas fueron rodadas de forma cronológica para ayudar a los actores a meterse en la historia pero lo que más influyó fue sin duda su libertad para que los niños hiciesen la suya, improvisando y aportando lo máximo de sí mismos, lenguaje y palabrotas incluidas (excepto para Ke Quan, que en una escena exclama Holy S-H-I-T, deletreando ésta última, porque su madre le había prohibido utilizar palabras malsonantes durante el rodaje).  

Otra de las artimañas del director fue la sorpresa para obtener una respuesta natural de los actores; así lo hizo con el barco pirata, construido a tamaño natural. Los chicos no habían visto el barco pirata hasta el momento del rodaje en el que se giran para descubrir el gran barco, de modo que las reacciones que vemos en la pantalla fueron sus reacciones en la realidad. Cuando terminó la grabación del film, el barco a escala real fue ofrecido a aquél que lo quisiese pero finalmente se derrumbó porque nadie estuvo interesado en hacerse con él. Además del barco, muchos objetos fueron utilizados y después guardados, como el mapa del tesoro de Willy el tuerto. Este mapa se lo quedó Sean Astin, pero después de varios años, cuando su madre lo encontró y pensó que era un simple trozo de papel viejo, lo tiró a la basura.

Sin duda otro de los personajes emblemáticos además de los niños fue Sloth, el tercero de los hermanos Fratelli, con apariencia monstruosa pero de corazón amable y tierno. Éste fue interpretado por John Matuszak cuyo maquillaje tardaba cinco horas en realizarse. Uno de sus ojos, el que sobresalía de la cara, era controlando mecánicamente fuera de cámara por control remoto. El maquillaje era tan delicado que no podía apenas mojarse pero en las escenas del barco se mojó y retraso el rodaje un día entero. Como curiosidad, comentar la escena en la que Sloth aparece con una camiseta de Superman, película que había dirigido Richard Donner en 1978.

Después del éxito de Los Goonies, se especuló la idea de una segunda parte, pero finalmente cuando el reparto y los directores se reunieron en 2004 se desechó la idea. Sin duda no hubiese sido lo mismo, como pasa en muchas ocasiones, porque esta primera fue única. I única para cada uno de los espectadores que la vieron en el cine. A mí y a mis compañeros de Cinema Lights nos pilló un poco pronto su estreno y la hemos visto ya creciditos. ¿Y qué hay de vosotros? ¿Cómo fue vuestra experiencia e impresiones? Esperamos vuestros comentarios. ¡Saludos! 


3 comentarios:

  1. buaf son los goonies de grandes

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  2. yo soy su mayor fan me e visto su pelicula mas de 50 veces me encanta sus actores son los mejores

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    1. ¡Realmente son geniales! Nos alegramos de que hayas pasado por aquí, ¡saludoos! :D

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