Después de tres años de la adaptación de la novela de Dan Brown, El código da vinci, Ron Howard volvió a situarse detrás de la cámara con la precuela Ángeles y demonios. Protagonizada de nuevo por Tom Hanks en el papel del profesor Robert Langdon, acompañado por Ayelet Zurer, Ewan McGregor y Stellan Skarsgard, la película fue un gran éxito de taquilla, aunque también tuvo muchos detractores y la crítica no la trató nada bien. Aprovechando que el viernes volveremos a ver a McGregor -en un papel bien diferente, claro-, aquí os presentamos una semana más La película de la discordia ¿adivináis quién la aprueba o la suspende?
Adaptación del libro de Dan Brown, buena adaptación; te gustó el libro, seguramente te gustará la película. Cuando vi El código da vinci, aunque debo decir que fui a una sesión golfa, me dormí soberanamente; y es que aunque es algo loable, teniendo en cuenta que siempre me quejo cuando cambian mucho los libros que me gustan (dígase Harry Potter), la película estaba tan bien adaptada que ya sabía todo lo que iba a pasar a continuación, escena por escena. Este es el caso de Ángeles y demonios, exceptuando algún que otro pequeño cambio de personajes, sin embargo en este caso me resultó entretenida. Y esto es así, a quien no le haya gustado el libro no le gustará la película y al contrario. A mí, que el libro me entretuvo y enganchó considerablemente, la película me gustó, y fuera de buscar algo más allá creo que como thriller cautivante, dinámico y enigmático funciona bastante bien.
Los puntos fuertes y los puntos flojos del film de Ron Howard son los puntos fuertes y flojos de la novela, muy criticada por numerosos sectores. Facilona, pretenciosa y exagerada con escenas inverosímiles (el helicóptero, la explosión de la antimateria, el paracaídas…). Pero, sinceramente, el libro es así, y a pesar de eso me parece que sabe mantener la atención del espectador, la intriga y los nervios con esa carrera contrarreloj. ¿Las interpretaciones? Correctas sin destacar particularmente. No sé cómo pero siempre acaba siendo lo mismo, y es que todo depende de lo que busques; ¿que quieres ir al cine a pasar un rato, entretenerte y disfrutar con una película trepidante? Pues adelante, Ángeles y demonios te dará eso que buscas. ¿Que quieres algo más? No vayas a verla, así de claro. Dicho esto, en mi opinión es una película que cumple claramente su función y que bien, puede ser mala o comercial, pero es puro entretenimiento.
Nota: 7
Alejandra Diez
Las adaptaciones de libros a la gran pantalla no tienen porqué seguir palabra por palabra lo que escribe el autor. Hasta aquí bien. Lo que está claro es que los elementos necesarios para hacer un buen producto cinematográfico no son nunca los mismos que se requieren para hacer una buena historia literaria. Ahora bien, cuando los cambios de personajes o de trama se hacen sin ninguna razón ni en busca de ningún beneficio cinematográfico, la cosa ya es distinta. Eso es lo que pasa con este Ángeles y Demonios, y es curioso, porque pasaba exactamente lo mismo con El código Da Vinci: desarrollo correcto de la película, con un mantenimiento de la intriga y una buena representación de las explicaciones históricas de Brown... hasta los últimos 10 o 15 minutos, en que se decide dar un vuelco a la historia y cambiar las motivaciones de los personajes o secretos ideados por el escritor. ¿La razón? Ninguna, y cinematográficamente hablando, aún menos.
Personalmente, Ángeles y demonios es el mejor libro de Dan Brown hasta la fecha. La relación que establece entre ciencia y religión, la trama alrededor de los cuatro elementos y su búsqueda a través de toda Roma lo hacen un muy buen thriller -dejamos de lado lo que Brown haya podido inventar o dejar de inventar, porque, en realidad, estamos hablando de ficción y no de un libro histórico-. Así pues, la película también resulta ser un thriller entretenido, correctamente -tampoco nos pasemos- interpretada y con un buen montaje y dirección artística. Sin embargo, a Ron Howard le faltó aquella chispa -quizás más una llama- para hacer de Ángeles y Demonios una película de aventuras y misterio destacable, más que una simple adaptación de un bestseller.
Nota: 6
M. del Mar Gallardo
Dan Brown revolucionó la indústria editorial occidental del primer lustro de la década de los 2000. Era más que obvio su salto a la gran pantalla. Libros insustanciales, hechos con el simple afán de ganar dinero, sin vocación y con una ejecutada puesta en escena para atrapar a millones de lectores en playas veraniegas y transportes públicos. El código Da Vinci ya fue una cinta floja con pocos alicientes, pero Ángeles y demonios cayó en picado, hasta el absurdo, hasta el tedio de dos horas y medias, hasta la sobresaturación y dejando exhausto al espectador. La industria del cine se come la editorial. El gran problema es la esperpéntica y taciturna dirección de Ron Howard (director con un Oscar en su haber por increíble que parezca...) en la que intenta emular, sin ningún acierto, a esa serie tan magistral que es 24. Ese reloj que aparece sucesivamente en pantalla no hace más que evidenciar el gran problema de la película: su larga duración, el aburrimiento final y el tostón que supone.
No hay ninguna emoción, el montaje deja entrever unas tijeras muy afiladas y su mensaje (vacío e insustancial por el cambio del final, para hacerlo más acorde con el blockbuster hollywoodiano) no deja de poner de relieve la inutilidad de este propuesta cinematográfica. El caricaturesco Tom Hanks es irritable, tanto como el personaje en la pésima novela de la que parte (aunque un guilty pleasure en toda regla cuando uno tiene 16 años), y el resto del reparto corretea por la función para embolsarse un dinero extra. No es que uno espere gran cosa de la adaptación de una novelita del nivel de Dan Brown, pero sí cine de entretnimiento de calidad, que cumpla sus funciones. Pero aquí hay una puesta en escena rídicula, un exceso de metraje, una pronografía del mensaje literario y un aburrimiento tan o más monumental que la Capilla Sixtina del Vaticano. Se ve y se olvida. Se ve por segunda vez y te preguntas, ¿cuántas grandes películas podría haber visto en estas 5 horas? La culpa, como siempre, del público occidental y los entresijos de la industria de Hollywood.
Nota: 2
Alain Garrido.
Tras el mal sabor de boca y enorme decepción de la adaptación de El código Da Vinci, esta ya ni me he molestado en verla (pese a mi devoción por McGregor), me temo que mi opinión estaría más cercana a la de Alain Garrido. Además Tom Hanks me parece irritante allá donde aparezca.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, la verdad es que si te decepcionó 'El código', te decepcionaría esta... xD Aquí a todos nos encanta McGregor, pero sí que tenemos una lucha perpetua con Tom Hanks... un día haremos una peli de la discordia solo para él, jajaja
Eliminar¡Saludos!
Realmente, no llegó a convencerme. Principalmente porque odio que cambien las cosas importantes que están en la obra literaria. Es natural que hay que recortar y a veces cambiar algunas cositas para facilitar la comprensión del espectador. Pero hay cosas intocables. Y ya pasó con El código da Vinci y volvió a pasar en Ángeles y demonios, precisamente en las partes finales.
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