lunes, 23 de abril de 2012

El enigma Rosebud - 'La historia interminable'


Continuando con nuestro especial de Sant Jordi, el día del libro, y como ya avanzábamos el viernes, la película de la que hoy hablaremos es La Historia Interminable, del director Wolfgang Petersen y basada en el libro del escritor Michael Ende. Convertido en un mito por la creación de tan vasto mundo como es el de Fantasía y por las metáforas que de él se derivan, el libro es un clásico de la literatura juvenil y, estoy segura, mucho mejor que la adaptación cinematográfica. Aun así, me disculparéis todos los que leáis este especial puesto que al no haber leído la novela no puedo hacer una comparación por lo que me dedicaré exclusivamente a hablar de la película y su producción. La Historia Interminable me trae muchos recuerdos de mi infancia y por eso le tengo un gran cariño; siempre que mi hermana y yo íbamos al videoclub (¡que tiempos aquellos en los que se alquilaban películas!) y después de buscar y buscar al final siempre acabábamos escogiendo esta y diréis, ¿y porqué no la comprabais?, pues no lo sé ni yo. Pero la historia nos gustaba tanto que repetíamos y repetíamos sin cansarnos. 

El guion de esta película alemana de 1984 corre a cargo del mismo Petersen, Herman Weigel y Dieter Geissler, y se centra en las aventuras de Bastian Baltasar Bux, un chico que huyendo de unos compañeros abusones va a parar a la librería del señor Koreander y descubre el libro de La historia interminable. Escondido en el ático de su escuela, Bastian comienza a leer el libro para descubrir una historia llena de aventuras y criaturas mágicas en el que el reino de Fantasía se ve amenazado por la Nada. Pronto descubrirá que de entre todos los protagonistas del libro él es uno más. 


A pesar de que el guion está basado en la novela de Ende, la película realmente termina en la mitad del libro, puesto que sólo está representada la primera parte de éste. De hecho, existen dos secuelas del film con las que conforman una trilogía, sin embargo estas dos entregas cuentan con distintos actores y distan mucho de lo que es la historia original, sobre todo la tercera en la que participaba un jovencísimo Jack Black (25 años) como uno de los matones. 

La película esta protagonizada por Barret Oliver (Bastian), Noah Hathaway (Atreyu), Deep Roy, Sydney Bromley, Patricia Hayes, Tami Stronach, Moses Gunn y Gerald McRaney, actores poco conocidos de los que a día de hoy pocos se siguen dedicando al mundo del cine. La mayor parte de las escenas se grabaron en los estudios Bavaria en Munich, aunque otras como las que tienen lugar en la ciudad o en la casa de Bastian fueron rodadas en Vancouver. En un principio, Michael Ende participó en la producción de la película pero como no quedó conforme con el resultado hizo quitar su nombre de los créditos iniciales y tan sólo es nombrado brevemente al final de la misma. 


Al tratarse de una película basada en un mundo imaginario con criaturas y seres fantásticos, La Historia Interminable tuvo que contar con numerosos efectos especiales para poder llevarse a cabo y esto hizo que se convirtiera en la película más cara producida en Alemania hasta el momento. Para estar rodada en 1984, sin ordenadores, sus efectos especiales son de lo más conseguidos, aunque ahora pueda parecernos que no es así ya que se nota mil leguas que el dragón, Fújur, es un muñeco. Todas las criaturas se diseñaron mediante maquetas de barro que pasaron a construirse a tamaño real con yeso y dentro de las cuales había todo un sistema mecánico que los hacía mover. A pesar de eso, hacían falta 15 personas para poder controlar un único personaje. Aún se conservan algunos de los muñecos en los estudios Bavaria, como el del dragón Fújur. 

Además de su gran historia y producción, hay que mencionar también la gran banda sonora compuesta por Klaus Doldinger y Giorgio Moroder (con el que siempre me hace ilusión decir que tuve el placer de hablar en los World Soundtrack Awards). La mítica y conocida canción Never ending story fue cantada por Limahl, vocalista de la banda de pop Kajagoogoo


Como curiosidades, una buena y una mala. Steven Spielberg, gran fan de la película, tiene el Auryn original que se usó durante el rodaje en un tarro de cristal en su oficina. Por otra parte, la mala es que en la escena de muerte del caballo de Atreyu, Artax, la plataforma hidráulica que sostenía el caballo en el agua se rompió por su peso y el caballo se ahogó; de esta forma, el pobre caballo murió representado su propia muerte, así que si ya era triste cuando se ahogaba en las arenas movedizas, aún más sabiendo que el pobrecillo murió de verdad. 

La película y, por supuesto, el libro, es todo un clásico que todo joven debería ver o leer puesto que representa todos los sueños y la inocencia de la infancia, nunca hay que perder esa sed de aventuras ni la voluntad de crear libros o perder la imaginación (que es lo que la Nada quiere destruir). Es un gran viaje lleno de personajes entrañables y aventuras, como las pruebas que Atreyu debe superar (las esfinges o el espejo de la realidad) o el vuelo en lomos de Fújur (¡que dragón más achuchable!). 


Un must see de los de verdad. Y ahora, para terminar, os dejo con la canción de Limahl para que recordéis esta gran película y os vengan ganas de volverla a ver.


1 comentario:

  1. Gran entrada :)

    Recuerdo muy bien la primera vez que vi esta película una de las grandes abanderadas del cine infantil o adolescente de los 80, la novela creo que abarcaba la historia hasta la segunda entrega, lo se porque se la leyó mi hermano hace ya muchos años, un día tengo que sacar de la biblioteca la novela y ver de nuevo esta genial película.

    Saludos :)

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