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miércoles, 15 de febrero de 2012

La película de la discordia - 'War Horse (Caballo de Batalla)"

Tras su adaptación del famoso cómic de Hergé en Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio, Steven Spielberg deja su cine más aventurero y retoma el cine bélico y dramático en War Horse (Caballo de batalla). La película se descolgó bastante de la carrera de los Oscar y, pese a no lograr la nominación a mejor dirección para él, sí que ha arañado la de mejor película y cinco más de carácter técnico (música, fotografía, dirección artística, sonido y montaje de sonido). Tres adoradores del cine del director de Tiburón os presentan su visión de este nuevo trabajo.



Leía en la crítica de la revista Fotogramas que el mayor defecto de War Horse está en lo fácil que se lo pone a los detractores de Spielberg, y tenía razón; no han tardado en pronunciarse y en tildar la película de ñoña, sentimentalista, vana y superficial. Sin intención de reprochar a nadie, pues aquí cada uno es libre de expresar su opinión, creo que no pueden estar más equivocados. Parece que ya nada nos afecta, nos conmueve, que ya lo hemos visto todo y nos hemos hecho inmunes a esta clase de películas (que ya no suelen hacerse) en las que los valores tradicionales como el amor, la amistad y la superación son los ingredientes principales. Spielberg reúne lo mejor de sí mismo y nos presenta una película como las que él sabe hacer, técnicamente perfectas, cargadas de emoción, aventuras y optimismo, de esas para toda la familia que tanto niños como adultos son capaces de disfrutar por su sencillez y belleza. O nos hemos vuelto cínicos e insensibles o yo no entiendo que a alguien no le haya podido conmover, aunque solo sea un poco,  esta película. Quizás es que me gustan demasiado los animales y he caído en la trampa.

Esté cargada de sensiblería o no, War Horse es espléndida visualmente y presenta una fotografía fantástica, incluida la escena final con la puesta de sol. Y qué mejor que unir los talentos de Spielberg y su ya recurrente compositor John Williams, una combinación explosiva que nos regala una maravillosa banda sonora, con melodías cálidas, tiernas y llenas de aventuras (la presentación inicial con la música de Williams sonando mientras vemos el caballo crecer es genial). En cuanto al montaje, quizás la película sí que presenta cierta falta de ritmo, en todos sus cambios y transiciones (no me gusta los fundidos a negro cuando no son necesarios), pero aun así no cansa, ya que partiendo del caballo Joey se nos muestran varias historias y giros argumentales más allá del personaje de Albert Narracott, viendo así que seamos franceses, alemanes o ingleses no somos tan diferentes y cómo el amor por las cosas, en este caso un caballo, puede llegar a unirnos. Destacar la historia del abuelo y la niña franceses, la escena en las trincheras intentando liberar al caballo de los alambres y la actuación de todos y cada uno de los actores. Gracias, Spielberg, por hacerme pasar tan buen rato junto a mi familia. 

Nota: 8

Alejandra Diez


Guerra de trincheras, un caballo atrapado entre ambos bandos -en no man's land, se diría-, y dos soldados, uno inglés y otro alemán, que trabajan juntos para ayudar al pobre animal. Solo por esta escena, la nueva película de Steven Spielbreg ya se merece más que un notable alto, y es que el director consigue encontrar humanidad, compañerismo e incluso humor allí donde menos nos lo esperaríamos. Si a esto le sumamos una fotografía extremadamente cuidada y una preciosa banda sonora -no hay adjetivos que puedan definir a John Williams y a su inmensa y brillante carrera-, el resultado es una película bellísima visualmente y emotiva -que no sentimentalista- en cuanto a contenido. Demasiados prejuicios antes de estrenarse le dieron ya una mala publicidad a este War Horse, una película que sí, tiene el sentimiento como base fundamental, pero no por eso es tramposa ni manipuladora.

El protagonista absoluto de la historia es el caballo Joey quien, a través de su aventura por Europa, nos va descubriendo distintos personajes. Ingleses, alemanes, italianos; no importa de qué nacionalidad o bando sean -lástima que todos hablen en inglés...-. En realidad, solo son pinceladas de personajes, a excepción quizás de Albert (muy bien interpretado, por cierto, por Jeremy Irvine), pero a nosotros se nos presentan como personajes complejos, redondos, con una personalidad y un carácter muy bien configurados. Y esa virtud solo es obra de un director de gran talento como Steven Spielberg, que nunca defrauda. Ah! Y no se puede acabar esta minicrítica sin dedicarle una frase más a John Williams y la increíble música que ha compuesto para esta película, personal y épica al mismo tiempo y que, justamente, debería ganar el Oscar a la mejor banda sonora original (el único premio que no quiero que gane The Artist y el que parece que tiene más asegurado...).

Nota: 8

M. del Mar Gallardo


El sentimiento que tenía antes de ir a ver War Horse, desde el momento que tuve conocimiento del argumento y más tarde con el tráiler, era miedo. Miedo a encontrarme una historia edulcorada y un derroche de lágrimas descontrolado. Algo de eso hay, pero menos del que podría haber sido; todo esta comedido y milimetrado, como es costumbre en la obra del maestro Spielberg. Los momentos chirriantes son aquellos planos cortos de las rodillas del caballo o sus miradas impenetrables, licencias de folletín que rompen la perfección de otros momentos gloriosos. De hecho, desde la técnica, Spielberg crea una película impecable, pero desde su fondo, no hay nada nuevo ni emocionante, nada conmueve. Lo que diríamos bonita por fuera y vacía por dentro. Lo peor de todo, es que él pretende ofrecer algo mucho más grande, pero sus derroteros particulares le impiden llegar a ello y cae en la trampa de la pretenciosidad –de ahí que no le eché de menos entre los nominados a mejor del año, es más, su trabajo en Tintín es mejor- .

Pero fuera de este tropiezo de planteamiento, el director expone una buena historia de amistad, un viaje iniciático del joven Albert y un entretenimiento mayúsculo lleno de emoción –de la superficial, claro- conjugado con una técnica excelente. Lo más destacable es la fotografía del maestro Janusz Kaminski (ganador de 2 Oscar) que construye un marco portentoso con una espléndida platea de colores cálidos y una escala de grises excepcional. Además, hay que sumarle la convencional, pero excelente a su vez, banda sonora de John Williams –aunque Tintín suponga más en su carrera y sea superior- y el impresionante trabajo de dirección artística y vestuario. Al fin, lo que queda es un cruce entre Salvar al soldado Ryan con la humanización de Babe, el cerdito valiente (es decir, disneyniana) más las grandes epopeyas del Hollywood clásico. Es decir, queda un film notable –con aspiraciones mayores- que combina el arte y el entretenimiento como solo saben hacer los maestros, por ejemplo, Spielberg.

Nota: 7

Alain Garrido. 

2 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con las críticas de Ale y M. del Mar. Es una película buena, bonita y para nada barata en sentimentalismos. Realmente parece que si te gustan este tipo este tipo de películas es que eres un blando y un sentimentaloide que te crees todo lo que te echan. Y si así es qué pasa?? Me encantan los cuentos. Y si encima están bien hechos, con buena fotografía, buena música, etc. etc. pues fantástico!!

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  2. Yo no creo que aquesta película sea tan sentimentalista. En todo caso, es una película que describe magistralmente los sentimientos. Pero lo que más me ha gustado es la manera tan "clásica" de narrar la historia y el ritmo que hace que estés inmerso en ella durante toda su larga duración. Me ha parecido una especie de homenaje a los grandes maestros de la historia del cine, de Ford a Vidor, de Hawks a Anthony Mann. Todos los personajes, muy bien interpretados, tienen entidad por muy pequeño que sea su papel. Mi escena preferida es la del caballo huyendo sin rumbo a través de las trincheras, genial!

    La carrera de Spielberg es bastante irregular, pero este año lo veo bien inspirado con este film monumental y el logrado acercamiento al personaje de Tintin.

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