Aunque estas semanas estamos dedicando las películas de la discordia a cintas de los Oscar, esta vez hemos querido hablar del nuevo proyecto de Clint Eastwood, que se estrenó el viernes pasado en nuestras pantallas y que ha sido bastante polémica, empezando por el poco éxito que ha tenido en Estados Unidos hasta la no nominación de Leonardo DiCaprio en los Premios de la Academia, pasando por una crítica general a las técnicas de maquillaje utilizadas para caracterizar a los personajes en la película. Así que, sin más dilación, aquí está nuestra triple crítica: J. Edgar.
Después de varias películas insatisfactorias me he dado cuenta de que los biopics no son lo mio: quizás por la forma de ser llevados a la gran pantalla o por el hecho de, en ciertos casos, no tener mucho jugo que exprimir. Pero, para mi deleite, este no es el caso. J.Edgar no intenta abarcar toda una carrera capítulo tras capítulo del director del FBI sino que nos cuenta el ascenso de este hacia las más altas esferas, ligando perfectamente cada uno de los episodios, sin ser nada forzados, y estableciendo una relación presente-pasado, y a través del discurso ágil, y llevadera. El montaje da sus frutos, así como la dirección de Clint Eastwood, que sabe escoger la perspectiva adecuada, y el guión de Dustin Lance Black. Con respecto al gran criticado trabajo de maquillaje, está bien, no sea que digamos natural (el mejor es, sin duda, el de Naomi Watts) pero tampoco es algo que moleste en exceso como para estropear la película y, al fin y al cabo, te llegas a acostumbrar.
Lo mejor es la parte humana del film, el personaje de J.Edgar más allá de su aparente frialdad y rectitud se desnuda frente al público y nos muestra sus debilidades, su nerviosismo y torpeza frente a las relaciones sociales, la conexión con su madre y, sobretodo, el vínculo entre él y su ayudante Clyde. Es en esos momentos cuando la actuación de Leonardo DiCaprio se ensalza y no deja lugar a dudas de su capacidad como actor hace tiempo ya demostrada y, sin embargo, poco reconocida. Pero esta, a pesar de narrar los logros y desgracias del director de una de las instituciones más importantes de Estados Unidos, no deja de ser una película de personajes, escudados tras la faceta profesional de sus cargos. Es por eso que, además de DiCaprio, también es fundamental el trabajo que hace Armie Hammer, igualmente fantástico, convertido en una grata sorpresa, que en conjunción forman un dúo (o algo más) digno de alabanzas.
Nota: 8
Alejandra Diez.
Es difícil que una película dirigida por Clint Eastwood decepcione. Incluso sus supuestamente más flojas continúan siendo buenas películas -Más allá de la vida, por ejemplo, entre las mejores del año pasado-. Dicho esto, la calidad de J. Edgar, como mínimo la de su dirección, no es de estrañar. El que sea un biopic quizás hace que el resultado sea menos personal que otros de sus trabajos, pero los planos, la dirección de actores, etc., todo está allí. Por otra parte, ya está bien que de vez en cuando los biopics no escondan la peor faceta del personaje que retratan (¿pensando en La dama de hierro, quizás?), de modo que aquí nos encontramos con un J. Edgar persona, sí, con sentimientos reprimidos, también, pero sobre todo vemos a un personaje ávido de poder -el poder de poseer toda la información-, una ambición que le llevó a cruzar en muchas ocasiones la frontera entre lo que es legal, y lo que no. Y es precisamente esta mezcla entre vida personal y pública la que el guión de Lance Black y la dirección de Eastwood han sabido capturar tan bien.
Lo mejor de la película es, sin duda, la creación de Leonardo DiCaprio -voz, miradas, gestos-, de quien no nos cansaremos de decir que es uno de los mejores actores del momento. Claro que también es uno de los más infravalorados por la Academia, como se lleva viendo ya desde hace mucho tiempo. Pero injusticias aparte, los compañeros de DiCaprio tampoco se quedan cortos. Armie Hammer, que esta vez no está duplicado, es ya uno de los actores a quien tendremos que seguir de cerca en los próximos años, mientras que Judi Dench y Naomi Watts, madre y secretaria, interpretan con sencillez, y sobre todo naturalidad, a las dos mujeres en la vida Edgar, esta última aguantándolo fielmente hasta el final. ¿Y qué problema hay con el maquillaje? Es verdad que la máscara de Armie Hammer impide apreciar su interpretación en la última media hora de película, pero las caracterizaciones de DiCaprio y Watts están muy bien conseguidas; un elemento más a sumar al más que correcto film de Clint Eastwood.
Nota: 8
M. del Mar Gallardo
El gran director norteamericano Clint Eastwood parece inmerso en una crisis de creatividad: tras dos grandes films (El intercambio y Gran Torino), firmó Invictus, un drama deportivo estimable -nada más- , Más allá de la vida, un drama sobrenatural masacrado por la crítica -y que no he visto- , y este J. Edgar que supone otro bache, que, sin ser una película floja, está lejos de los mejores Eastwood. Puede que, como otro genio de su país (Woody Allen) necesite más tiempo en crear sus nuevos proyectos y así ofrecer un mayor acabado. Pese a todo, en este biopic de mucho interés, pero de poco calado, el director muestra todas sus cartas y juega un papel comprometido: inmiscuirse en el funcionamiento del FBI y diseccionar sin tabúes una de las personalidades más discutidas del siglo XX. Eastwood se preocupa más del mensaje político que de su personaje, parece que ya esperara unas críticas malas y crea un producto demasiado irregular en el que al final no importa nada visto y el resultado es vacío de contenido.
El guión, firmado por el autor de Mi nombre es Harvey Milk (Dustin Lance Black), parece ser la otra cara de la homosexualidad en la vida pública de un personaje relevante, pero ni de buen trozo ahonda tanto en los conflictos, al menos todo es más general, sus intenciones no se cumplen y todo queda a medio camino. El personaje de Edgar presenta muchas capas (su obsesión profesional, su mamitis aguda, sus deseos enclaustrados) pero en ningún momento de la película uno es capaz de empatizar con su devenir. Ante todo, quien se luce más en el film es Leonardo DiCaprio con una interpretación magnífica que bien le hubiera valido una nominación al Oscar, y este sólido trabajo lo hace pese a tener un maquillaje esperpéntico que puede llegar a restar credibilidad -peor que el de Albert Nobbs- .El resto del elenco cumple con creces lo cometido (Judi Dench, Naomi Watts y Armie Hammer) y arropan al fundador del FBI en todas sus vicisitudes. El gran trabajo actoral y el buen hacer de Eastwood, junto a las buenas intenciones del proyecto, salvan a J. Edgar, una cinta que podría haber dado mucho más de si.
Nota: 6
Alain Garrido.
Estoy más de acuerdo con las dos primeras críticas que con la tercera. Aunque no se trata de un film tan personal como otros de Eastwood, no cabe duda que tiene un gran interés, tanto por la trayectoria profesional como por el intento de aproximación a la vida íntima de nuestro personaje. Leonardo di Caprio está inmenso, en el punto exacto en cada una de las escenas.
ResponderEliminarY tampoco estoy de acuerdo con Alain en que Esatwood esté pasando un bache. Quizás ésta sea una película menos personal (com ya he indicado antes), pero tanto "Invictus" como "Más allá de la vida" eran dos films muy destacados. Considero que "Invictus" no era en absoluto un simple drama deportivo, sino un emotivo homenaje a la reconcialición de un país dividido, cargado de un gran lirismo, un film sobre las ideas, que para mí es de lo mejor de Eastwood.
Al final he visto, 'J Edgar' de Clint Eastwood y ha superado mis expectativas. Me la habían puesto muy floja y resulta ser, más allá de algún que otro maquillaje terrible, una película interesante y reveladora. Di Caprio, de nuevo, magnífico. Toda una sorpresa. Un saludo!!
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