El castillo ambulante - El fantástico mundo de Hayao Miyazaki

El fin de semana ya se ha acabado y en Cinema Lights volvemos preparados para la semana, empezando como siempre con la solución al Enigma Rosebud del viernes. Como ya acertasteis, el fragmento musical pertenecía a la banda sonora de la película El Castillo Ambulante (Hauru no Ugoku Shiro en japonés i Howl’s Moving Castle en inglés).  Se trata de la película de animación japonesa dirigida por Hayao Miyazaki (director de otras obras de animación de gran éxito internacional como El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke o Ponyo en el acantilado). El guion es del mismo Miyazaki, basado a su vez en la novela homónima de la escritora británica Diana Wynne Jones, publicada en 1986, y la producción recae en Toshio Suzuki. Aunque la película se estrenó en 2004, en España llegó el 3 de marzo de 2006.

El argumento gira en torno a Sophie, una chica de 18 años, joven, callada e insegura, que trabaja en una sombrerería de la ciudad. Después de visitar a su hermana en el bar, Sophie es acosada por dos soldados que están de servicio, ya que el continente se encuentra en guerra, pero un misterioso joven la rescata y entre salto y salto por la ciudad la pone a salvo. Ese mismo día, por la noche cuando ya había cerrado la sombrerería, una mujer llamada la Bruja del Páramo llega y deja caer sobre Sophie una maldición, condenándola a vivir bajo el cuerpo de una vieja mujer. Su única esperanza para romper esa maldición reside en Howl, un mago cuyo hogar es un curioso castillo ambulante.

Cuando el proyecto cayó en manos de los estudios Ghibli, que recién había estrenado Haru en el reino de los gatos, la primera idea fue que el director no fuera ninguno de los fundadores del estudio (ni Isao Takahata ni Hayao Miyazaki). Los estudios pusieron su interés en Mamoru Hosoda, director de dos temporadas de la serie Digimon, pero por problemas de incompatibilidad de horarios Hosoda tuvo que abandonar el proyecto, de modo que Hayao Miyazaki optó finalmente por dirigir el mismo el proyecto, creando una película que como sus predecesoras utiliza la animación tradicional como principal ingrediente, aunque también se uso la animación por ordenador para algunas secuencias.

Entre la película y la novela existen varias diferencias. En primer lugar, la novela está ambientada en un país europeo durante la Primera Guerra Mundial mientras que la película, por voluntad de Miyazaki para inspirarse en varios lugares, se centra en una nación europea pero alterna e imaginaria. Así, los lugares que aparecen en el film tienen su origen en la ciudad francesa de Alsacia o varios lugares de los Alpes suizos. De otro modo, la película profundiza más en el tema de la guerra, como vía para llegar a la paz. La escritora Diana Wynne Jones se reunió con el estudio Ghibli para hablar sobre la adaptación del libro pero no se involucró en la producción; sin embargo, una vez concluida el director Miyazaki le ofreció un pase privado y Jones quedó maravillada con el resultado, independientemente de las diferencias con el libro.

El castillo ambulante, aunque película de animación, no es para nada una película únicamente para niños, ya que trata varios temas de interés y profundos quizás demasiado complejos para los más pequeños. Entre ellos encontramos la juventud, el destino y la pérdida de la inocencia, centrados en la protagonista Sophie, que a lo largo de la película se enfrasca en un viaje iniciático que la lleva de ser una joven temerosa, con un futuro poco prometedor y pocas aspiraciones, a convertirse en una valiente y decidida muchacha. El carácter inicial de Sophie se refleja en el cuerpo con el que la Bruja del Páramo la castiga, mientras que es cuando se transforma en vieja que Sophie se vuelve más valiente y joven de espíritu. También se pone especial interés en el amor, no sólo entre Howl y Sophie, sino entre todos los inquilinos del castillo ambulante.

Aunque la película pueda resultar excesivamente larga y difícil de comprender, por sus pasajes abstractos ya sellos de la casa Miyazaki, es indudablemente una maravilla tanto visualmente como argumentalmente, con escenas maravillosas. Pero su gran encanto reside en los personajes que nos vamos encontrando, todos entrañables, desde Howl, Sophie y Marco hasta el espantapájaros Navet, el fuego Calcifer o el perro que jadea mientras sube las escaleras hasta el palacio. Sus detalles son magníficos, la rueda de la puerta que gira y cambia de lugar, el divertido camuflaje de Marco o Calcifer cocinando los huevos y comiéndose la cáscara que Sophie tira. De la misma manera, la simbología y las metáforas de la película son igualmente brillantes, como los cambios de aspecto tanto de Sophie como de Howl, al que la guerra le debilita y le transforma en monstruo.

Otro punto fuerte de la película es su banda sonora, de Joe Hisaishi, que ya colaboró previamente con otras de las producciones de los estudios Ghibli. La película tuvo un gran éxito comercial, tanto en Japón (donde se convirtió en una de las películas más taquilleras de la historia del cine nipón) como en el resto del mundo. Recibió además una gran cantidad de premios, entre los que destacan el Premio Osella por los Mejores Efectos Técnicos del festival de Venecia, el Premio del público a la mejor película en el festival de Sitges o la nominación al Oscar por mejor película de animación, que finalmente perdió frente a Wallace y Gromit. 

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