jueves, 2 de febrero de 2012

'The Artist', una encantadora metáfora y una carta de amor al cine


¿No es estupendo salir del cine con una sonrisa en la boca, sabiendo, sintiendo, que acabas de pasar un rato maravilloso embobado delante de la gran pantalla de la sala X? ¿Y no es aún mejor cuando la película no es solo entretenimiento sino que es una verdadera obra maestraThe Artist es una de las maravillas del séptimo arte, un film que, además de combinar a la perfección drama, comedia y música, es una carta abierta de amor al cine y una preciosa metáfora sobre la vida y el paso del tiempo.


A primera vista, The Artist es una bonita historia de amor, una muy buena comedia romántica de aquellas que recuerdan a los grandes clásicos de Capra, Cukor, Hawks y Lubitsch. Tenemos dos personajes con personalidad y carácter, con mucha química entre ellos y unos diálogos (expresiones y subtítulos) brillantes. En este sentido, el guión nos regala algunas escenas simplemente magníficas, como los dos protagonistas bailando a un lado y a otro de una pantalla o, una de mis preferidas, cuando Peppy (Bérénice Bejo) imagina que un maniquín es su ídolo, George Valentin (Jean Dujardin), y este la descubre. Solo con la parte cómica, pues, la película ya valdría la pena. Ahora bien, es la perfecta comunión entre comedia y drama uno de los elementos que hace más grande esta película.

El guión y la dirección de Michel Hazanavicius consiguen hacer de The Artist una película que, en realidad, nos habla del miedo a cambiar, a dejar atrás todo aquello que dominábamos cómodamente para dar la bienvenida a algo nuevo y desconocido que no entendemos y que solo hace que aislarnos del resto de la sociedad, una sociedad que se ríe a nuestras espaldas y nos desprecia por estar pasados de moda. En este caso, la escena del sueño y la del guardia, a quien George no consigue entender cuando le habla normal y sin subtítulos, son las más ilustrativas de esta vertiente más profunda y dramática del film.

Y aquí es donde entran el mudo y el blanco y negro. Los detractores de la película dicen que es solo un modo de llamar la atención; ¡Claro que lo es! Sin embargo, ¿qué mejor manera hay de hablar sobre el paso del tiempo, el miedo a cambiar y el desprecio a lo pasado de moda que con uno de los cambios más importantes de la historia del cine: el paso del mudo al sonoro? ¡Es la metáfora perfecta! Así pues, la originalidad de la puesta en escena cumple su función perfectamente sin arbitrariedades de ningún tipo y añade un poco más de magia y encanto a toda la película. Claro que este resultado no estaría completo sin la música de Ludovic Bource. La banda sonora, al más puro estilo de las películas de cine mudo, es la base de toda la cinta, aunque quizás peca un poco de funcional y eso es lo que le impide ser la mejor del año, por delante de trabajos como los de John Williams, Michael Giacchino o Alexandre Desplat-.

A pesar de todo, la música, el cine mudo, el blanco y negro y la historia de amor no son los únicos elementos de homenaje al cine clásico que tiene la película de Hazanavicius. El parecido con Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen, 1952) es incuestionable, y no solo por la época y el tema -paso del mudo al sonoro-, sino también por el exagerado parecido entre Jean Dujardin y Gene Kelly (misma sonrisa, mismo estilo de baile...) y alguna que otra escena, como aquella en que Peppy se ríe de los actores mudos en una entrevista radiofónica, haciendo prácticamente los mismos gestos exagerados que Debbie Reynolds mientras decía la famosa frase de "vista una, vistas todas". Pero aparte de Cantando bajo la lluvia también se puede distinguir claramente el tema de amor de Bernard Hermann en Vértigo (Alfred Hitchcock, 1958) la cámara de Orson Welles en Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941), y muchos más -ahí depende de la vista y pasión por el cine de cada uno-. Incluso la misma aparición casi instantánea de Malcolm McDowell es un guiño más al cine.


Y hablando de actores. James Cromwell y John Goodman están geniales en sus respectivos papeles, el perrito está de Oscar... Ahora bien, a Dujardin y Bejo no les pisa nadie. Ellos solitos se comen el escenario y la pantalla entera. Bejo está encantadora en el papel de Peppy Miller, divertida, romántica y con agallas, el gumption de las antiguas heroínas del cine clásico como Katherine Hepburn, Claudette Colbert. Y Dujardin, perfecta mezcla entre Gene Kelly y Douglas Fairbanks. Pero el parecido no lo es todo, porque Dujardin consigue crear por sí mismo todo un personaje, redondo, evolutivo y complejo que enamora a todo aquél que le pone el ojo encima -claro que su fiel y perruno compañero también tendrá algo que ver con el cariño que se le coge a George Valentine-. en definitiva, la de Jean Dujardin es una interpretación que merece todos los premios y elogios que puedan darle, sin desprestigiar por ello a todo el plantel de actores protagonistas de este pasado año, ¡a cada cuál mejor!

Con todo, Jean Dujardin quizás no gane el Oscar -en realidad, tanto Clooney como él se lo merecen-, pero The Artist debería ser la mejor película del año -en realidad es la mejor película del año-, por ser una propuesta arriesgada y nada pretenciosa, por recordarnos el porqué amamos el cine en todas sus facetas y por transmitir una magia especial que solo el conjunto de actores, dirección, guión y música podría haber conseguido. The Artist es cine, The Artist es arte, The Artist es 10.


Nota: 10


Otras críticas sobre The Artist en Cinema Lights:

9 comentarios:

  1. Nada que discrepar. Solo que no es la mejor, para mí, es El árbol de la vida evidentemente. Pero como no ganará, espero que sea The artist (o Los descendientes, sin haber visto Hugo). Pero como ya dije en mi crítica, esta película no necesita premios, ya es lo que es sin ellos.

    Y se va haciendo lo que dije, es una película comercial y en mes y medio, ha doblado el número de pantallas, lo lógico sería reducir la mitad en este tiempo. Evidentemente, comercial con otro matiz al de un Marvel o Disney, pero comercial al fin y al cabo, lo tiene todo para triunfar.

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  2. Tengo unas ganas enormes de verla !:D

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    1. ¡Cuando la veas nos cuentas, a ver si te gusta tanto como a nosotros!

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  3. El cine, como la vida, es emoción, reflexión, entretenimiento, romanticismo, aventura,pasión, belleza, a veces comedia, a veces drama. Y todo esto y mucho más es "The artist". Partiendo de un hecho fundamental en su evolución, el paso del cine mudo al sonoro, la película revive las glorias y declives de ambas etapas. Y lo hace homenajeando a los mejores autores del 7º arte, a parte de los que mencionas, también Billy Wilder (el ruido confundido de El apartamento), Fritz Lang (la escena del escaparate, King Vidor y muchos más. ¡Una delicia!

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  4. Me dieron muchas ganas de verla
    Genial articulo!

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  5. Estoy totalmente de acuerdo, para mi la mejor película del año. Es genial por su atrevimiento a hacer una película en blanco y negro y muda, por hacer todo este homenaje al cine, por sus interpretaciones y porque sencillamente es una película encantadora.

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  6. Yo la ví ayer y me gustó mucho, aunque debo decir que me esperaba aún más después de toda la que se ha montado. En cualquier caso, deberían ponerla de obligado visionado en cualquier asignatura de Historia del Cine. Qué mejor que explicar el paso del mudo al sonoro con la historia del testarudo y orgulloso George Valentin.

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    1. ¡Totalmente de acuerdo! Nos sumamos a tu petición de poner la película en asignaturas sobre historia del cine! :D

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