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miércoles, 25 de enero de 2012

La película de la discordia - 'Los descendientes'





¡Vuelve a ser miércoles y aquí estamos de nuevo con una película de la discordia! Como ya avanzamos la semana pasada, a partir de ahora, dedicaremos la sección a las películas de la carrera a los Oscar, por lo que puede ser que a veces no haya demasiada discordia, como es el caso. Sin embargo, continúa siendo una triple crítica, un análisis desde tres perspectivas distintas. La película de esta semana, por supuesto, es Los descendientes (Alexander Payne, 2011), una de las principales favoritas a los premios Oscar, donde opta a 5 estatuillas en las categorías más importantes: película, dirección, actor protagonista, guión adaptado y montaje.


Partiendo de una temática sencilla (un hombre cuya mujer queda en coma tras un accidente) podría esperarse poco de una película así, sin embargo Alexander Payne sabe como tratar situaciones reales de la vida con un tono perfectamente cercano al espectador. Esta tragicomedia, a pesar de su dramático telón de fondo, es capaz de sacarte unas cuantas risas con sus pequeños toques de humor y aunque el argumento trate un tema delicado no llega a caer en la trampa de la sensiblería sino que lo hace de una manera natural y muy humana. Pero lo mejor son los personajes que protagonizan Los descendientes, reales, imperfectos, que muestran sin pudor sus debilidades pero que juntos y en familia consiguen evolucionar del enfado a la comprensión, del rencor al perdón y de la despreocupación y burla a la aceptación y al dolor.

Destacar, por supuesto, el excelente trabajo de George Clooney (no se si será el gran papel de su carrera pero está realmente bien) y Shailene Woodley, que juntos se complementan y consiguen crear una verídica y buena relación entre padre e hija. No debemos olvidar, pero, a la novel pero no por ello menos capaz Amara Miller, que llena de ternura la película con sus divertidos momentos pero que también que protagoniza una de las escenas más emotivas de todo el film, cuando una mujer le explica que su madre no va a vivir y que hay que desconectarla. Así pues, Payne consigue crear estos maravillosos personajes perfectamente interpretados e interiorizados y dotar así a la película de una gran intensidad y desnudez a la que no le hacen falta los artificios para salir victoriosa.

Nota: 8

Alejandra Diez


Si hay algo que hace grande al cine es la capacidad, sea del director, el guión o los actores, de hacernos próxima su historia, hacer que simpaticemos con los protagonistas y con sus problemas. Ese es el punto fuerte de Los descendientes, una película que es cercana a nosotros en todos los sentidos, por tratar aspectos de la vida cotidiana -muerte, infedelidad, relaciones de familia, etc.- con los que nos enfrentamos cada día. No nos dejemos engañar, por mucho que el protagonista sea un millonario de Hawaii, es tan humano como nosotros y tiene los mismos conflictos internos y morales con respecto a todo cuanto lo rodea y a las decisiones que debe y quiere tomar en su vida. Evidentemente, no es la primera película que trata lo que vendría a ser la supervivencia, día a día, del ser humano mediocre. ¿Porque, pues, Los descendientes, sin ser una obra maestra, se nos aparece como una gran película sobre el género humano sin caer en el tópico (es más, rompe algunos tópicos, como la supuesta vida paradisíaca en Hawaii)? La respuesta vuelve a ser la misma: director, guión y actores.

La dirección y guión de Alexander Payne son fundamentales para que esta película funcione. Con un texto que entrelaza a la perfección drama y comedia, y una planificación adecuada para trasladarlo a la gran pantalla -a parte de una más que correcta dirección de actores-, la película ya tiene mucho ganado. Ahora bien, solo los actores, sus expresiones, su locución, pueden acabar de decidir cómo nos llega la historia y cómo nos sentimos al verla. Y aquí, con permiso del buen trabajo del elenco, sobre todo el de Shailene Woodley, solo queda decir una cosa: ¡Que gran interpretación la de George Clooney! En uno de los mejores papeles que ha hecho nunca, ha sabido interiorizar la ambigüedad entre drama y comedia de su personaje y de toda la película. Sus expresiones dicen más que sus palabras -ya pasaba lo mismo con Ryan Gosling en 'Drive', ¡que buenas interpretaciones masculinas este año!- y nos invita a conocer el complejo interior de su personaje de un modo absolutamente natural, para nada forzado. ¿Una escena? La conversación entre King (Clooney) y Sid (Nick Krause).

Nota: 8

M. del Mar Gallardo


Cuando supe de las películas de la carrera por los Oscar, la que más me llamo la atención fue ésta porque su director es Alexander Payne, autor de la excelente A propósito de Schmidt y la magistral Entre copas. Payne ya hace años que tiene el calificativo del Billy Wilder de nuestros días (el de Días sin huella o El apartamento) , le va como anillo al dedo: su perfecta conjunción entre el drama y la comedia es digno elogio del maestro. Porque Payne crea, en Hollywood, una historia tremendamente humana, íntima, sin fisuras superficiales. Todo es auténticamente creíble: ríes y te emocionas a partes iguales.El guión elabora una minuciosa disección de la familia contemporánea desde los personajes, el gran pilar de Los descendientes, a partir de los diálogos y el desarrollo del devenir en la búsqueda del amante de la mujer de Matt King (interpretado por un soberbio George Clooney).

La cinta no busca emocionar, simplemente se ciñe en contar un trocito de vida en que su protagonista está al límite y, a partir del cual, podemos descifrar toda su vida. Ahí radica el gran cine en la narración de grandes historias, sin pretensiones ni complejos, con personajes genuinamente construidos y con la aparente simpleza en la dirección, en la cual detrás hay un enorme y excelente trabajo de Alexander Payne. La interpretación de Clooney es de las de Oscar, completamente, crea un personaje con toda su contención y su posado y su hija mayor, Shailene Woodley, es la mejor sorpresa interpretativa de la temporada -no se conforma con dar vida a la típica adolescente rebelde, compone uno de los personajes teen más humanos de la historia del cine- . Los descendientes es una película sencillamente perfecta, hay que descubrirla, saborearla y, sobre todo, vivirla. Habla de un pedacito de la vida de Matt King, pero, en el fondo, habla de todos nosotros.

Nota: 10

Alain Garrido

6 comentarios:

  1. Shailene Woodley me parece la gran revelación en esta película.

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    1. Completamente de acuerdo! Nos falta, pues, esa nominación al Oscar, que se merecería antes, creemos, que Melissa McCarthy!

      ¡Saludos!

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  2. Maite Colomer Pastor6 de febrero de 2012, 18:21

    La peli está dirigida totalmente alrededor del actor Clooney como protagonista principal desde el inicio hasta el final y este actor a mi no me gusta, lo encuentro poco expresivo, no me aporta sentimientos, únicamente me transmite con el café Nexpresso. Dicen que es el papel que le toca representar: un padre poco expresivo, frío, envuelto en su trabajo que no se enteraba de nada sobre su familia, puede ser que sí, pero la historia me ha resultado un poco lenta, previsible, falta de ritmo y de intriga. Sólo el papel de la hija mayor y del amigo me han provocado sonrisa . Las imágenes de las islas y la música hawaiana eran preciosas.

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    1. ¡Gracias Maite por dejarnos tu comentario! Es una lástima que George Clooney no te transmita nada, la verdad es que a nosotros nos gustó mucho su intrepetación, precisamente por esa capacidad por combinar perfectamente la comedia y la tragedia. Pero claro, ¡por eso están las opiniones! Y sísí, Shailene Woodley está genial! Lástima que no la hayan nominado a secundaria.

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  3. Lo que más me ha gustado de la película es el personaje de la hija mayor, muy bien construido y estupendamente interpretado por Shailene Woodley. Una maravillosa sorpresa. A parte de eso, destacar una gran interpretación de Clooney. Aunque creo que es un papel creado para él, se luce y lo hace muy verosímil. Bien también el ritmo, la música y los secundarios (supongo que tendrá mucho que ver un buen trabajo del director) No estoy de acuerdo con vosotros cuando decís que se trata de una historia cotidiana con personajes como nosotros, yo no creo que sea cotidiano tener dudas sobre si vender o no una parcela de 500 millones o ir en avión a recoger a mi hija al colegio. También me ha despistado un poco el título: Los descendientes, estás esperando que tome más relevancia y resulta ser un tema secundario.
    Es buena pero no es una gran película, yo le pondría un 7.

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    1. ¡Completamente de acuerdo contigo en que Woodley es de lo mejor del film y una grata sorpresa!Y,por supuesto, el buen trabajo de los actores -es verdad que a Clooney se le dan bien estos personajes, cosa que no le quita mérito-, tiene detrás la gran labor de dirección de Alexander Payne.

      Ahora bien, en cuanto a tema cotidiano, no nos referíamos a la propiedad ni al estado económico de la familia, que evidentemente está más que lejos de ser habitual, sino a los sentimientos, a la infidelidad, a la relación entre padre e hijas, a las dudas sobre qué debemos hacer con nuestra vida y hacia dónde debemos llevarla...

      ¡Igualmente, muchas gracias por darnos tu opinión! De eso se trata la película de la discordia, de ver una película desde los múltiplos puntos de vista de sus espectadores. ¡Saludos!

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