'Arrugas', hipnótico carrusel de emociones

El pasado viernes se estrenó Arrugas, la nueva sensación animada de la filmografía española. Logró ser una de las 18 preseleccionadas para ser nominada al Oscar de película de animación y sí está nominada a los Annie, los premios de E.E.U.U. para reconocer este tipo de cine. Además, en los premios Goya opta en su categoría y logra un hito histórico al colocarse como una de las cuatro contendientes a mejor guión adaptado, dos cabezones que debería llevarse a casa el próximo 19 de febrero.

Todo ser humano -mejor dicho, la mayoría de ellos- llega a la vejez, etapa de olvido, marginación social y recuerdos de tiempos mejores. Eso es lo que cuenta Arrugas, la historia de dos ancianos de un geriátrico y sus compañeros de fatigas dirigida por el debutante Ignacio Farreras. Para ello, su director adaptada el cómic homónimo de Paco Roca, merecedor del Premio Nacional del Cómic en 2008.

A veces al séptimo arte le exigimos demasiado, pero lo que realmente se necesita son dos cosas: perfección técnica y emoción. Y esta cinta animada derrocha una imaginación prodigiosa en cuanto a lo primero y una montaña rusa de sentimientos respecto a lo segundo. No se precisa más. La verosimilitud y credibilidad de todos los personajes es el gran baluarte de esta cinta: Emilio y su alzheimer, Miguel y sus ganas de vivir, el matrimonio y su amor en la vejez, el locutor radiofónico y su locura senil y la mujer del bolso y su soledad. Retratos esteorotipados de la vejez, cierto, pero todos funcionan a la perfección, traspúan emociones y ofrecen una estampa tremendamente realista de la tercera edad.

De este modo, la gran baza de la película es un guión de hierro, lleno de matices -de personajes a trama, pasando por los guiños y lo realista de la propuesta- que no tiene ningún fallo y funciona como un reloj suizo. Mezcla presente y pasado para mostrar retazos de la vida de nuestros personajes creando escenas para el recuerdo -el inicio demoledor o el cuento de la nube- y dando un acabado redondo. Toda la película tiene un áurea mágica, tiene fragmentos de verdadera poesía visual que dotan al conjunto de un poder emocional aún mayor. En ningún momento Arrugas peca de sentimentalista, con soberana inteligencia huye de clichés y lugares comunes, para poder calar hondo hay que reinventarse y basta con una piscina o una mirada.

La obra de Ignacio Farreras cuenta con una música estupenda que acompaña las imágenes y tiene partituras con verdadera carga emocional. También cabría reseñar acerca de una animación muy bien elaborada, con gran uso del color y la forma de los personajes. La platea de colores y luces arropa la fuerza del diálogo y los silencios y cierran un producto ya de por sí perfecto. En la película todo tiene su cometido para narrar con soltura, sencillez y buen gusto una de las mayores historias jamás contadas en el cine español.

Arrugas es la cinta española de los últimos meses, un motivo más para seguir soñando con el cine de animación europeo -mucho mejor que el americano- , un carrusel de emociones que deja petrificado en la butaca con sonrisas y lágrimas por doquier. Verla es toda una experiencia, vivirla es un lujo. Sin duda, ya es la gran joya del 2012.

Lo mejor: Su potentísimo inicio y la piscina

Lo peor: Que la Academia siga teniendo prejuicios y no esté nominada a mejor película y dirección

Nota: 10

(pero hay películas que no le hace justicia ponerle una nota)

PD: Con ésta, mi quinteto de los Oscar animados debería haber sido Chico&Rita, Arrugas, Tintín, Rango y Arthur Christmas. Y tendría dudas sobre cual debería ganar de las dos primeras. ¡Quién nos iba a decir que dos españolas serían las mejores del año en animación!