jueves, 20 de octubre de 2011

Desplat, Mansell, Zimmer, Doyle y Powell, notable nivel en los World Soundtrack Awards


Ya quedan tan solo tres días para los World Soundtrack Awards, que recordemos son este sábado 22 de octubre en la localidad belga de Gante. Hoy, nos queda hablar de la categoría más importante de todas: la de mejor compositor de cine durante este último largo año.


Son cinco nombres que suenan (y nunca mejor dicho) al público cinéfilo. Unos gustan más que otros, pero uno encandila a todo aquel que lo escucha: Alexandre Desplat. El compositor parisino es uno de los mejores músicos de cine actuales (sino el mejor) curtido en el cine francés, empezó a despuntar en 2003 con la maravillosa La joven de la perla (Peter Weir, 2003) y se consagró en 2006 con la magistral música de El velo pintado (premio Globo de Oro y nominación al Oscar incluidas). Este año obtiene su quinta nominación en esta categoría, premio ganado en tres ocasiones (en 2007, 2009 y 2010, años en que el conjunto de sus trabajos ha sido superior al de este). Este año su obra destaca por las dos scores del último Harry Potter (David Yates, 2010 y 2011), su maravillosa música de El árbol de la vida (Terrence Malick, 2011) y la nominada a mejor banda sonora del año El discurso del rey (Tom Hooper, 2010). El hecho de tener tres premios en su haber, le resta posibilidades de ganar; pero, a día de hoy, es el gran favorito de todos modos.




 
Para mí, el otro gran nombre de la noche es Clint Mansell. El inglés destacó sobre todo en el año 2000 con su originalísimo score para la magnífica Réquiem por un sueño de Darren Aronofsky. Este año está nominado en estos premios por su gran trabajo para otra película de Aronofsky, Cisne Negro. Junto a este titánico trabajo (que está al nivel del originario tchaikovskiano) también está nominado por sus obras menores en el drama íntimo Sólo una noche (Massy Tadjedin, 2010) y la película de acción Sed de venganza (George Tillman Jr., 2010). Mansell (primera nominación en esta categoría) es uno de los directores más infravalorados del panorama actual y, por ello, si de mí dependiera, este año el premio sería suyo.

Otro con posibilidades de alzarse con el galardón es el alemán Hans Zimmer, oscarizado por El rey león (R. Allers y R. Minkoff, 1994). Este año opta por quinta vez al premio -sin haber salido vencedor en ninguna ocasión- por trabajos muy distintos: en flojas comedias como ¿Cómo sabes si...? (James L. Brooks, 2010) o ¡Qué dilema! (Ron Howard, 2011), en un blockbuster fallido como Piratas del Caribe: en mareas misteriosas (Rob Marshall, 2011) y tres cintas de animación, Rango (Gore Verbinski, 2011), Kung Fu Panda 2 (Jennifer Yuh, 2011) y Megamind (Tom McGrath, 2010). Ahora bien, su gran baza para alzarse con el premio es, sin lugar a dudas, esa magnífica música de Origen (Christoper Nolan, 2010). Zimmer nunca ha sido santo de mi devoción y su carrera me parece de lo más irregular. Solo hace falta ver cuántas músicas hace en un año y cuantas valen la pena.

John Powell es, junto a Michael Giacchino (compositor muy ninguneado en estos premios), el músico más en alza del último lustro, sobre todo por sus brillantes contribuciones en el cine de animación, eso sí, este año sus tres trabajos no son tan gloriosos como el de Cómo entrenar a tu dragón (Dean DeBlois, 2010). Con todo esto, compite al máximo galardón de la noche por sus bandas sonoras en Rio (Carlos Saldanha, 2011), Kung Fu Panda 2 (Jennifer Yuh, 2011) y Marte necesita madres (Simon Wells, 2011). Es su sexta nominación, pero todo parece indicar que 2011 tampoco será su noche triunfal.

Por último nos queda Patrick Doyleun músico de cine que pasa muy desapercibido, pero que se luce mucho cuando lo hace estupendamente como la magistral música de Sentido y sensibilidad (Ang Lee, 1995) o la inspiradísima de Gosford Park (Robert Altman, 2001; ganador ese año del World Soundtrack Award). Este año participa en la carrera por el premio con tres bandas sonoras: dos películas inéditas en nuestro país, el documental Jig (Sue Bourne, 2011) y la francesa La ligne droite (Régis Wargnier, 2011), y Thor (Kenneth Branagh, 2011). Esta última es su mejor composición de la última década con unas partituras épicas que funcionan a la perfección con las peripecias del superhéroes shakesperiano.



Así pues, para mí el premio debería ser para Clint Mansell y reconocerle su superbo trabajo durante años, ya que, aunque el trabajo más completo del año sea de Desplat ya se ha hecho con el premio en tres ocasiones. Ya es hora de reconocer otros talentos (aunque los Oscar aún no han premiado a Desplat).

2 comentarios:

  1. Los trabajos de Clint Mansell son, nadie lo duda, maravillosos. 'Requiem for a dream' es de lo mejor de la última década, y su labor en 'Black Swan' es maravillosa. Ahora que, por mucho que le hayan dado el premio en tres ocasiones, Desplat continúa siendo mi gran favorito. Todos los trabajos que ha hecho este año, sobre todo los dos 'Harry Potter' son de una calidad y emotividad exquisitas, así que mi voto está claro (a ver si sus trabajos en The Ides of March o Carnage - o el mismo HP8 - le consiguen de una vez el Oscar tan merecido!).

    Y como yo no le tengo ninguna manía a Hans Zimmer (alguien que consigue hacerme llorar como lo hizo en 'El Rey León' tiene que ser un gran compositor), le daría el de mejor Banda Sonora a él, por 'Inception'.

    Ah! y por cierto, que totalmente de acuerdo con 'Thor', sin duda el mejor trabajo de Doyle estos últimos años. Aunque sigo quedándome siempre con el tema de 'Much Ado About Nothhing'. A Doyle le sienta bien, esto de trabajar con Kenneth Brannagh :D

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  2. Yo voto o por Hans Zimmer o por Alexander Desplat. En cuanto a Patrick Doyle tampoco hay que olvidar la banda sonora de Henry V también de Kenneth Brannagh

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