Testamento fílmico del maestro japonés. Al menos si atendemos a su anunciada retirada en el pasado Festival de Venecia. El cineasta que ha situado el cine de animación en la mejor liga del séptimo arte a nivel mundial -antes de que surgiera PIXAR- con historias infantiles llenas de gran corazón (Mi vecino Totoro), aventuras de mensaje ecologista (La princesa Mononoke), romances (Porco Rosso) y batiendo récords al ganar el máximo premio en uno de los cuatro festivales más importantes del cine (el Oso de Oro en Berlín por El viaje de Chihiro). Ha dejado un puñado de obras maestras en su dilatada filmografía, la última de ellas es esta alegórica cinta acerca de los sueños, la pasión por el trabajo y el dolor de la pérdida.
Lo mejor: Las secuencias oníricas.
Lo peor: El tramo central obvia la historia de amor.
Nota: 9
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Un film maravilloso que cumple perfectamente como despedida del gran Miyazaki, aunque mis favoritas siguen siendo El castillo en el cielo, Mi vecino Totoro, Nicky aprendiz de bruja, La princesa Mononoke, El viaje de Chihiro y El castillo ambulante. Quizá echo de menos algo de magia en su último film, aunque lo cierto es que no la necesita para llegar al corazón. Un saludo :)
ResponderEliminarYo tengo una revisión pendiente de 'El viaje de Chihiro', porque cuando la vi de pequeña... bueno, vamos a dejarlo allí y destacar el hecho de que 'El viento se levanta' me apasiona y 'Mi vecino Totoro' es absolutamente mágica y encantadora. ¡Saludooos!
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