La comedia romántica es un género devaluado por culpa de las continuas tonterías que se estrenan año tras año. De vez en cuando, surge alguna perla. La última de ellas fue Love Actually. Ahora el mismo director, Richard Curtis, vuelve a poner en bandeja un relato de amor mayúsculo en Una cuestión de tiempo. No solo eso, también una delicada y entrañable reflexión sobre las segundas oportunidades y las relaciones paterno-filiales. Una joya mainstream, sí, pero, al fin y al cabo, una joya.
Lo mejor: Sortea con inteligencia el terreno sensiblero
Lo peor: El subrayado emocional con tantas canciones; todo por vender discos
Nota: 8
El contenido original de esta entrada pertenece a MySofa. Para leer el contenido entero entra aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario