¡Buenos días y feliz comienzo de semana! Empezamos la mañana
con la solución al Enigma Rosebud del pasado viernes, en los que se trataba de
adivinar los actores que interpretaron a los personajes propuestos y saber la
película en la que participaron conjuntamente. Como muy bien acertasteis, Frank
William Abagnale fue interpretado por Leonardo DiCaprio en Atrápame si puedes, Jack Nicholson era Melvin Udall en Mejor Imposible, Matt Damon hacía de
Linus Caldwell en Ocean’s Eleven,
Mark Wahlberg de Jack Salmon en The
lovely bones, Martin Sheen de Capitán Willard en Apocalipse Now, Vera Farmiga era Erica Van Doren en Nothing but the truth y Alec Baldwin
Adam Maitland en Bitelchús. Y la
película oculta en este enigma era nada más y nada menos que Infiltrados, de Martin Scorsese.
Infiltrados es un thriller policíaco estrenado
en el año 2006 y dirigida por Martin Scorsese. Se trata de un remake de la
película china Infernal Affairs, de
2002, dirigida por Andrew Lau que forma parte de una trilogía. El guion corrió
a cargo de William Monahan, con una producción en la que participaron Brad
Pitt, Brad Grey y Graham King, y con música de Howard Shore. La fotografía es
de Michael Ballhaus y el montaje de Thelma Schoonmaker.
Otra película de gánsteres dirigida por Scorsese pero que no
dejó a nadie indiferente con su gran argumento, una trama enredada de mafiosos,
policías corruptos y agentes más o menos respetables en la que la línea entre
el bien y el mal, lo ético y lo criminal, está muy difuminada. Colin Sullivan
(Matt Damon), que ya desde niño se ve inmerso en el mundo de la delincuencia
por su acercamiento a Frank Costello (Jack Nicholson), el gran mafioso en su
barrio de South Boston, se infiltra en la policía estatal de Massachusetts y va
ganando puestos hasta convertirse en jefe de la Unidad de Investigaciones, que
se dedica a erradicar el crimen organizado. Mientras, a Billy Costigan (Leonardo
DiCaprio) se le asigna la misión de infiltrarse en el reducido grupo criminal
de Costello para ganarse su confianza y tratar así de informar de todos sus
planes. Poco a poco los dos van perdiendo el control de la situación y se van
consumiendo por su doble vida, en la que al parecer sólo son meros peones. Cuando
queda evidente que existe un topo tanto dentro de la policía como en la banda
de Costello, los dos deberán extremar precauciones para tratar de descubrir la identidad
del otro y salvarse a sí mismos.
Una trama compleja y confusa en la que no se puede confiar en
nadie. El guion, aunque ya empieza fuerte, va de menos a más y mantiene al
espectador pegado al sillón durante esa carrera a contrarreloj para delatarse
unos a otros. La adrenalina y la expectación por saber cómo acabará este
entramado de espías y contraespías es espectacular, y Martin Scorsese hace un gran
trabajo con ello, manteniendo en vilo al público para luego sorprenderlo con
los diversos giros finales que no dejan indiferente a nadie. Además, los
diálogos son geniales, con algunas frases memorables (sobre todo las de Jack
Nicholson), las escenas de violencia están bien grabadas y los planos son muy
buenos (inolvidable el plano final de la rata como moraleja).
Por otra parte, la buena dirección de Scorsese queda reflejada
en el espectacular trabajo de todos sus actores. Leonardo DiCaprio, que ya
había trabajado previamente con Scorsese en Gangs
of New York y El Aviador, se
consolida como gran actor y deja claro que no es sólo una cara bonita, sino que
puede hacer un gran papel, el de un personaje consumido y poco a poco preso del
pánico. Matt Damon, más contenido, consigue sacar de quicio al espectador como
el corrupto Collin Sullivan y Jack Nicholson está fantástico, histriónico y
demencial. Incluso los secundarios Martin Sheen y Mark Wahlberg, como poli
bueno y poli malo, hacen un gran trabajo.
Cada uno se preparó para el papel a su manera. Matt Damon,
por ejemplo, trabajó con una unidad de Boston de la Policía Estatal de
Massachusetts; les acompañó en sus rutinarias patrullas, participó en una
redada de droga y se le enseñaron los correctos procedimientos policiales en
según qué casos como cómo cachear un sospechoso. Por otra parte, Mark Wahlberg
basó su interpretación en los diversos policías que lo arrestaron alrededor de
treinta veces en su juventud. Sin embargo, quizás la más espectacular fue la de
Jack Nicholson, pues la mayoría de sus escenas eran improvisadas. Al actor se
le dio la oportunidad de hacer lo que quisiera para incrementar la imprevisibilidad
del personaje, por ello las escenas en las que salen juntos los personajes de
Nicholson y DiCaprio apenas estaban escritas en el guion, y como resultado hubo
muchas sorpresas.
A pesar de su espectacular interpretación inicialmente Jack
Nicholson rechazó su papel en la película, pero después de una reunión con
Martin Scorsese, William Monahan y Leonardo DiCaprio, finalmente fue convencido
para interpretar a Frank Costello. El motivo principal por el que se unió a la
producción fue que anteriormente había realizado varias comedias, y en ese
momento quería interpretar otra vez el papel de un villano; el personaje de Frank
Costello le pareció la mismísima encarnación del diablo. Entre otras
curiosidades del casting, está el hecho de que Robert De Niro fue originalmente
considerado para el papel de Nicholson y después para el de Martin Sheen, pero
tuvo que rechazarlo por estar dirigiendo El
Buen Pastor, protagonizada por Matt Damon y que de hecho fue su segunda
opción ya que De Niro quería a DiCaprio. Por otra parte, Brad Pitt fue la
primera elección para el papel de Sullivan, pero decidió participar únicamente
en la producción ya que se encontraba trabajando en Babel. Mel Gibson fue considerado para el papel de Alec Baldwin
pero lo rechazó ya que estaba dirigiendo Apocalypto.
Además, Scorsese pensó inicialmente en Kate Winslet, Emily Blunt y Hilary Swank
para el papel de Madolyn, pero al final decidió contar con alguien menos
conocido como Vera Farmiga.
Como última curiosidad, saber que Infiltrados es la película con más usos de la palabra fuck y derivados (un total de 237 veces)
en ganar el Óscar a la mejor película. Además de este galardón de la Academia,
también se llevó el de mejor dirección para Martin Scorsese, el de mejor
montaje y el de mejor guion adaptado.
Os dejamos con ese momento de la ceremonia de los Oscars de
2006 para irnos preparando para el próximo domingo. ¡Que ya no queda nada!
Esperamos vuestros comentarios.
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