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miércoles, 5 de diciembre de 2012

La película de la discordia - 'El chef, la receta de la felicidad'

Hoy miércoles 5 de diciembre se estrena esta comedia culinaria protagonizada por Jean Reno, Michäel Youn y Santiago Segura, y dirigida por Daniel Cohen (Les Deux Mondes). La película nos muestra el mundo de la alta cocina francesa a través de los ojos de Alexander Vauclair, un reputado cocinero desesperado por conseguir una buena puntuación entre los críticos culinarios. Ante el estancamiento en los menús, y la imposibilidad de entender la nueva moda de la cocina molecular, el chef contrata a Jacky, cocinero aficionado y amante de la buena comida para ayudarle e inspirarle. La producción de Gaumot y A contracorriente films se inauguró en el Festival de San Sebastián en la sección Culinary Zinema: Cine y Gastronomía. A continuación os dejamos con nuestra película de la discordia. 


Las disputas entre los amantes de la cocina tradicional (la de un plato generoso, aunque sea de pollo) y los de la alta cocina (poca cantidad de productos de selección) siempre tienen un punto cómico, tanto en la ficción como en la realidad. En El Chef, esos dos puntos de vista chocan y dan lugar a los divertidos encuentros entre Jean Reno y Michël Youn con escenas realmente simpáticas, como el inicio en el que el pintor improvisa y modifica los menús del chef o las grabaciones de los programas en directo. Asimismo, cuando la cocina molecular entra en acción se desarrollan los momentos más desternillantes del conjunto del film: por un lugar la aparición de Santiago Segura, que aumenta el aura cómico y parodia ese tipo de cocina en la que hasta la espuma de pato, por poner un ejemplo, es cocina (aunque realmente no sepa a pato). Por otra parte, el momento en el que Vauclair y Jacky se infiltran vestidos de japoneses en el restaurante de su principal competidor es único.

Sin embargo, en según qué determinados momentos la comedia flojea, porque aunque la relación entre Jacky y su mujer tiene sentido y da más comedia a la película (genial cuando ella descubre que Jacky trabaja para Vauclair), no sucede lo mismo con el gran chef Alexandre y su hija. El tópico del padre ocupado y la hija o hijo desatendidos ya está muy visto, más aún en los films americanos, y no aporta nada a película el hecho que la hija deba presentar su tesis y su padre esté presente o no. De la misma manera, la relación entre el personaje de Jean Reno y la mujer que conoce en el restaurante del pueblo de Jacky tampoco aporta nada al conjunto del film. Los momentos brillantes son los que unen a Reno y Youn, y por qué no también a esos tres trabajadores cocineros del geriátrico. Santiago Segura pone la guinda al pastel, un pastel dulce y delicioso que nos deja con un buen sabor de boca.  

Nota: 7
 
Alejandra Diez
 

He aquí otro ejemplo perfecto de lo que es "típico cine de entretenimiento". ¿Es una maravilla? No. ¿Es una obra maestra del séptimo arte? Tampoco. Sin embargo, unas risas no le vienen mal a nadie y el cine francés ya ha demostrado en muchas ocasiones que esto de la comedia se le da bastante bien. Cuidado, que el nuevo film de Daniel Cohen no se encuentra en el top ten de películas de este género hechas en Francia, ni mucho menos, pero el choque de cocina tradicional y molecular en que se basa la historia de El Chef genera suficientes momentos divertidos como para pasar un buen rato en el cine. Entre ellos, una misión infiltrada en un restaurante especializado en cocina molecular y una explosiva sesión de aprendizaje al lado de Santiago Segura, el cameo estrella de la cinta.

La sátira alrededor de la haute cuisine, esta cocina obsesionada con las estrellas michelin, es uno de los puntos fuertes del film y la base de muchos de los gags que en él aparecen. No obstante, el humor fácil de El Chef cae en el tópico en más de una ocasión y se convierte en la mayor debilidad de una película que, al mismo tiempo, cuenta con una fuerte pareja cómica a la cabeza del reparto. La presencia de Jean Reno ya es un punto positivo por sí mismo, pero la compenetración entre él y el joven Michael Youn, desternillante en según qué momentos, eleva a esta sencilla y simple comedia a la categoría del bien. ¿Quieren emocionarse, ver arte y perfección cinematográfica y disfrutar de una comedia con diálogos brillantes e ingeniosos? No vayan a ver El Cheff. Por contra, el film francés de la semana sí que es una muy buena opción para pasar una simpática y divertida tarde de este puente que hoy empezamos.

Nota: 6

Maria del Mar Gallardo



Olvidada. Es el mejor adjetivo para definir a El chef, la receta de la felicidad, la nueva comedia francesa que sigue el patrón hollywoodiense y se aleja de la comedia francesa por excelencia. Ese es un adjetivo que le queda muy bien, puesto que es un plato del que no recuerdas el sabor. Al salir del cine, te recuerda a la comida de un fast food, te diviertes comiéndola, pero empacha y engorda. Al cabo de pocos días, no sabes si tenías patatas normales o deluxe. Al cabo de dos meses -como es el caso- ni recuerdas haber comido en un fast food. Pero sabes que un día fuiste como tantos otros y de olvidada pasa a tópica: hombre que miente a su esposa, provoca una crisis, pero todo se soluciona de forma rudimentaria; padre enclaustrado en su trabajo que se distancia a marchas forzadas de su hija, pero la relación con el nuevo cocinero hará madurarlo de un modo que conlleve el acercamiento.

Así pues, pasas a recordar anécdotas de ese día, es decir, dos o tres (no más) momentos de la película, en este caso, todos cómicos. Y la palma se la lleva el breve, pero hilarante, cameo de Santiago Segura, insufla intensidad cómica ante tanta vacuidad. Funciona como entretenimiento, sí, aunque no durante toda la película y el guión carece de inteligencia y peca de la larga lista de lugares comunes. El desarrollo y el final se saben de antemano y, entre tanto, no hay nada destacable que la convierta en una comedia estimable. Ratatouille,  por poner un ejemplo cualquiera, trata temas semejantes y está ambientada en otra cocina parisina, acertaba mucho más en ambas cosas. El plato podrá ser sabroso durante el visionado, pero días después las papilas gustativas no recordarán nada de nada.


Nota: 3
Alain Garrido

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