'Fin', un debut a medio camino en todo

Nuevo debut en el cine español, de un director joven y en cine de género (fantasía, terror o ciencia ficción, en ésta es un cóctel de todos en cierto modo). Él es Jorge Torregrossa, curtido en el mundo de la televisión en algunas de las series más respetadas del último lustro como Herederos, La señora, 14 de abril. La República o Gran Hotel, y la película es Fin, una historia sobre la reunión de un grupo de ocho amigos quince años después de su último encuentro en que la fiesta acabó mal por culpa del amigo apodado El Profeta.

Fin empieza con una escena inquietante en el metro, para después irnos mostrando a cada uno de los ocho integrantes en la escapada de este fin de semana. Un grupo variopinto como lo era el de Perdidos, seria con la guardaba muchas similitudes (hasta el plano aquel de Jack en la cima de un punto alto y un plano general de la devastación). Es fácil desprestigiar un producto así en que todo se queda a medio camino: reparto irregular, carencia de una puesta en escena potente y un amalgama de géneros en que se notan las malas costuras.

Hay un plantel interesante de personajes, aunque no se le saquen el partido que podrían tener. De hecho, lo mejor del film es su punto de partida y, poco a poco, la emoción y el interés hacia el relato se diluye en indiferencia hasta el final en un pueblo costero. Fin parece sustentarse en una suerte de cruce entre la serie catódica mencionada y la filmografía de M. Night Shyamalan, pero final ni emocionan unos personajes como del primer ni se respira tensión como en el segundo.

Jorge Torregrossa no tiene, por tanto, un debut redondo o muy loable como han tenido otros cineastas en los últimos años, pero ha demostrado tener buen manejo de la cámara y amplia visión para querer narrar aquello que desea. El resultado se le lastra en su segunda mitad, sí, pero al fin y al cabo, construye un buen entretenimiento bajo una sólida idea que se desvanece. La música y la fotografía son muy resaltables y ayudan a enmascarar los fallos en el encuentro de la tensión necesaria y la atmósfera óptima.

El reparto tiene a dos grandes actrices, sacando lo mejor de sí mismas: Clara Lago y Maribel Verdú. Otros que cumplen su cometido, sin más, correctos: Daniel Grao, Miquel Fernández y un sorprendente Andrés Velencoso (convence y su trabajo es más meritorio que el de "actores" profesionales del país). Y unos últimos que no cuajan: Carmen Ruiz (descolocada y mal dirigida), Blanca Romero (enchufe televisivo, sí, pro este no funciona) y Antonio Garrido (ay... es él, ¡qué decir más!).

Fin es la enésima película de lo que podría haber sido y acaba siendo. Una decepción sí, un despropósito, no. Su mensaje espiritual y metafísico tampoco tiene mucho agarre, aunque también es interesante. Todo funciona a medias y el engranaje del mecanismo del film resta oxidado. Entretenida con inicio prometedor.

Lo mejor: No se engaña a ella misma ni al espectador...

Lo peor: ...aunque no acierta en su desarrollo

Nota: 5

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