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martes, 24 de julio de 2012

'Puzzled love', retazos de un idilio estudiantil - El Enigma Rosebud, solución

El viernes os proponía un Enigma Rosebud un pelín complicado. De hecho, aún nadie lo ha acertado. Una pena. La película en cuestión es Puzzled Love, una película dirigida a veintiséis manos, nada más y nada menos. De ahí, una de las tres pistas: la importancia del 13 se debe a que está dirigida y escrita por 13 alumnos de final de carrera del ESCAC y la historia está narrada en 13 cápsulas pequeñas. Fue presentada en el Festival de San Sebastián del año pasado y el actor protagonista es Marcel Borràs, visto en 3 metros sobre el cielo como el primer novio de Babi.


Puzzled Love (Amor perplejo) es la historia de amor entre un joven mallorquín que va un año a estudiar a Barcelona y una joven norteamericana de Chicago que también viaja a la capital catalana para terminar sus estudios. Del odio pasarán a las risas, de las risas a la atracción y de la atracción al amor. ¿El final? Habrá que verlo. El idilio está narrado en 13 momentos distintos, en 13 meses (de un agosto al siguiente agosto), por 13 directores diferentes.

Ellos son Bruno Sarabia, Pau Balagué, Miriam Cañamares, Josecho de Linares, Gemma Ferraté, Alba Giralt, Alejando Javaloyas, Marc Juvé, Irene C. Rodríguez, Eduard Riu, Carlos Pérez-Reche, Javier Sanz y Gabi Amoine. Son 13 alumnos de cuarto curso del Grado en Cine y Audiovisuales del ESCAC (l'Escola Superior de Cine i Audiovisuals de Catalunya), la plataforma de algunos de los mayores talentos del cine español reciente: Mar Coll (directora de Tres días amb la família), Kike Maíllo (director de Eva), Elena Trapé (director de Blog), Roser Aguilar (directora de Lo mejor de mí), Juan Antonio Bayona (director de El orfanato), Eduard Grau (director de fotografía de Un hombre soltero) y Xavier Giménez (director de fotografía de Ágora). Los 13 directores fueron coordinados por Lluís Segura, profesor de dirección.

Cada uno de ellos dirige una de estas cápsulas, cada una de ellas cuenta una microhistoria, un momento concreto de la relación, no es un desarrollo de todo el mes. Tan solo una anécdota más. Un recuerdo de los inicios de esa historia de amor. Empieza en modo documental y prosigue como si fuera una sitcom (risas enlatadas incluidas), después nos encontramos con una conversación por Skype, un marzo erótico, un enero con polivisión repleto de cinefilia (mi cápsula favorita) y, en muchos, ecos de la nouvelle vague. Como en todas las películas de estas características, algunos pasajes son superiores a otros, pero ninguno desfallece al conjunto; todos aportan un nuevo logro u obstáculo en la relación de pareja de Sun (Saras Gil) y Lucas (Marcel Borràs).

Puzzled Love no es una película perfecta, ni mucho menos. Es un trabajo final de carrera y el resultado está por encima del 60% de las películas que llegan a día de hoy a nuestras pantallas. Ésta no se ha estrenado, tan solo ha tenido un brillante recorrido por el circuito de festivales y se ha podido ver en la autonómica catalana y en Canal + (donde puede seguir viéndose de forma gratuita en este enlace). Una historia de amor verdadera, creíble, sin artificios de lágrima fácil ni tratamiento banal. Dos actores en estado de gracia que se vuelcan en sus personajes. Un montaje excelente. Un guión, irregular, pero sin concesiones a sentimentalismos. Esto sí es Puzzled Love.

Finalmente, la película es un conjunto de retazos de un idilio estudiantil. Por dos razones. Es el inicio de un idilio entre el público y trece jóvenes directores con mucho talento. Por otro lado, es la historia de un romance entre dos jóvenes estudiantes en Barcelona. Un doble idilio que merecería un estreno en salas y su edición en formato doméstico. Una joya imperfecta a descubrir.

PD: ¿Alguién de vosotros la ha visto? ¿Qué os parece?

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