Páginas

domingo, 15 de julio de 2012

El eterno debate entre la VOS y el Doblaje

"Prefiero las voces de los actores sea cual sea la lengua en la que se expresen. Quiero oír a Paul Newman, Meryl Streep o Daniel Day Lewis, y entiendo que la voz es una parte fundamental en la composición del personaje. Sustituida por la de otro actor, su trabajo se ve seriamente cercenado."

Eduardo Noriega, actor


La gata en el tejado de zinc (Richard Brooks, 1958)

Hace unas semanas hicimos una encuesta sobre uno de los temas más debatidos en la sociedad española con respecto al cine: la eterna batalla entre la versión original y el doblaje. Las afirmaciones que os proponíamos eran las siguientes: Todo doblado, Todo en VOS, Ahora ya está bien, Más presencia de la VOS y Que las dos convivan perfectamente. Bien, pues el 45% de los votantes prefieren que haya más presencia de la versión original -hay que tener en cuenta que en la mayor parte de España la mayoría de cines solo tienen las versiones dobladas de las películas que nos llegan del extranjero-.

No podemos obviar la importante tradición que ha tenido y tiene el doblaje en este país, eso está claro, pero tampoco hay que olvidar que la interpretación de un actor, sus gestos, sus expresiones, la personalidad de su personaje, etc. nunca estará completa sin su voz original. Por muy buenos que sean algunos dobladores -esto no se niega-, el capitán Jack Sparrow no es el mismo sin la voz original de Johnny Depp (los personajes de Depp son uno de los ejemplos más claros, ya que el actor hace una voz distinta en cada film que protagoniza), Maggie la gata no es la misma sin esa voz tan particular de Elizabeth Taylor y la seducción de Mrs. Robinson tampoco sin la voces de Dustin Hoffman y Anne Bancroft.

El Graduado (Mike Nichols, 1967)

Claro que el significado general de la película, esté o no doblada, es el mismo, dirán los defensores de la versión doblada. Sí, en la mayoría de los casos. ¿Pero qué pasa con los films en qué los americanos se ríen del acento británico, o viceversa? ¿Y los films en qué algún personaje habla en español y el otro no lo entiene porqué habla francés o inglés? Aquí los dos personajes hablan siempre en español... ¿dónde está la gracia? ¿Y la gracia de escuchar a Javier Bardem o Penélope Cruz doblados por otras voces en Vicky Cristina Barcelona (Woody Allen, 2008)? En estos casos, la mejor versión doblada sería la que proponía Malditos bastardos (Quentin Tarantino, 2009) la cual, aunque doblaba los trozos en inglés de la versión original, dejaba en la versión original las partes en francés o alemán.

El discurso del rey (Tom Hooper, 2010)

Las películas en las que más se nota este vacío, esta falta de la voz original, son las que tienen como protagonistas a personajes con acentos particulares, problemas en el habla o de otras lenguas. ¿Cómo sabemos si Colin Firth se merecía o no el Oscar por El discurso del rey, si no lo habíamos oído hablar a él? ¿Y Meryl Streep? ¿Cómo sabemos si era justo que se llevara su tercer Oscar si no escuchábamos ese acento británico clavado al de la Dama de hierro? Y lo mismo podríamos decir de Phillip Seymour Hoffman en Capote (Bennett Miller, 2005), donde a pesar de su gravísima voz, allí recreaba la agudísima voz de Truman Capote. Y por qué no hablar del acento cerrado que tantos meses estuvo trabajando Heath Ledger para su personaje Ennis Delmar en Brokeback Mountain (Ang Lee, 2005), totalmente distinto al que hacía su Joker de El caballero oscuro.

 
El caballero oscuro (Christopher Nolan, 2008)

Con el cine de animación quizás sea distinto, porque en todos los casos -tanto en la versión original y la doblada- el actor pone la voz a un personaje que no es de carne y hueso, que no es él mismo. Aquí pues, la cuestión es a quién nos gusta más escuchar, si a Jeremy Irons o a Ricardo Solans haciendo de Scar, a Brad Pitt o a Miguel Ángel Muñoz de Sinbad, a Eddie Murphy o a José Mota de Mushu y Asno, a Jay Baruchel o Álvaro de Juan de Hipo, etc.

Mulan (Tony Bandcroft y Barry Cook, 1998)

Al final, sin embargo, todo se reduce a dos posturas claras: los que prefieren o no les importa ver una película doblada -siendo aquí uno de los argumentos principales el no querer leer los subtítulos, algo que cuando te acostumbras no te das ni cuenta- y los que prefieren verlas en su versión original, con las voces de los actores -estén en francés, inglés, español, italiano, chino o japonés- y las interpretaciones completas. Sea como sea, son dos fuertes posturas, no en vano el 31% de los votantes de la encuesta escogió la opción Que las dos convivan perfectamente. De este modo se contentaría a ambas partes, cosa que aún no se ha conseguido, dada la poca presencia de la versión original en el conjunto de todo el estado.

En este blog favorecemos bastante la versión original, en especial una servidora, pero también tenemos nuestras discusiones y discordias, claro. Una quizás ya está acostumbrada a la voz dobladora y le da igual no escuchar la voz original del actor o actriz, mientras que la otra no puede escuchar ni una palabra doblada... Bueno, en la disparidad de opiniones está el quid de la cuestión, siempre que hagamos una buena argumentación y no faltemos nunca al respeto. Desde aquí os animamos a darnos vuestra opinión sobre este eterno debate entre la VOS y el doblaje. De momento, os dejamos con más vídeos comparativos entre la versión original y la doblada. ¡Saludos!

Con faldas y a lo loco (Billy Wilder, 1959)

Amélie (Jean-Pierre Jeunet, 2001)

El resplandor (Stanley Kubrick, 1980)


"Mi reconocimiento a todos los profesionales que lo hacen posible. Pero un actor no es absolutamente nada sin su voz. Y con la voz de otro es peor que nada, es una mentira. Hace unos días en TV3 proyectaron una película en que Javier Bardem y Penélope Cruz hablaban en catalán. Y ni Bardem era Bardem ni Penélope era Penélope. Las voces y la lengua prestadas hacía del todo increíble su actuación y más increíble aún la propia película. Y eso no es justo. Dicho de otro modo: es una estafa."

Josep Maria Pou, director y actor

M. del Mar Gallardo

P.D. Por cierto, os recomendamos este documental sobre el doblaje español (click aquí para ver). Muy interesante, sobre todo para poner caras a esas voces que hemos escuchado tantas veces.

4 comentarios:

  1. No estoy muy de acuerdo con lo comentado sobre la animación, en muchas ocasiones los personajes se diseñan pensando en actores reales concretos, un buen ejemplo de ello son las producciones Dreamworks, donde los actores que dan voz son de características similares a los animados, También está el hecho de que muchas de las menos comerciales utilizan una selección de voces muy mimada para dar credibilidad a sus creaciones, hecho que también se pierde a la conversión del idioma. En otros films hacen juegos de palabras e idiomas que pierden toda la fuerza al doblaje, ejemplo en la última entrega de Toy Story cuando Buzz habla español. Después está el tema de que en las producciones animadas, al menos en España, se suelen poner las de personajes mediáticos anteponiendo la fama a la calidad interpretativa, por no mencionar de aberraciones que se hacen a las bandas sonoras, como el patetico final en los créditos de Gru mi villano favorito, con Bisbal cantando de fondo. Por eso la versión original es tan importante no solo en las cintas de actores reales, si no también en las de animación y hay que defenderla indiferentemente del soporte.

    ResponderEliminar
  2. Completamente de acuerdo con lo del Buzz de 'Toy Story 3', que entraría dentro del argumento de los acentos que comentaba antes. Y lo de que algunos personajes se hagan pensando ya en algunos actores, a veces -ahora me viene a la cabeza, sobre todo, Whoopy Goldberg en 'El rey León'-, pero no siempre.

    Aunque actualmente también prefiero en la mayoría de casos la versión original de los films de animación (el Hiccup de Jay Baruchel no tiene ni punto de comparación), la mayoría de elecciones de los actores de la versión original también están hechas por la fama del actor y por publicidad de la película (eso sí, lo de coger a famosos no actores en el doblaje español, estoy de acuerdo, es penoso -no me refería a esto en mi argumento ya que por ejemplo José Mota hace un muy buen trabajo-).

    Otra cosa es lo de las bandas sonoras, tan bien conseguidas, en mi opinión, en los clásicos Disney (quizás sea por costumbre, pero antes se hacía mejor), y tan pobres actualmente utilizando a Bisbales, Martas Sánchez, Rafaels, etc. para los títulos de crédito.

    ResponderEliminar
  3. Totalmente de acuerdo con tu artículo, Maria del Mar. Yo soy de los que votaron en vuestra encuesta a favor de que todo el cine sea en V.O.S. Y para todos los idiomas; no importa si lo conoces o no. Es imposible oir a actores japoneses con acento de Burgos o a un italiano que con un gesto inconfundible diga "Madre mía".

    Están muy bien todos los ejemplos que has puesto, en los que podemos ver que no importa que el doblador sea un excelente actor (como es el caso de José Luis Gómez en el doblaje del personaje de Jack Nicholson de "El resplandor"), sino que, como dice Noriega, la voz del actor está totalmente ligada al personaje que interpreta. En "La edad de la inocencia" (Scorsese)pasaba lo mismo que en "El resplandor": la narración en off de Joan Woodward tenía un encanto especial que era imposible de imitar ni siquiera cuando lo dobló la gran Núria Espert.

    Los ejemplos de grandes interpretaciones destrozadas por el doblaje son infinitos, pero para completar los que mencionas, añadiré dos que son especialmente flagrantes: el de Tom Hanks en "Forrest Gump" i el de Whoopi Goldberg en "El color púrpura". Si tenéis ocasión, compararlos y seguro que a partir de ahora ya sólo veréis versiones originales.

    ResponderEliminar
  4. Sólo decir que la V.O.S. es una droga. Cuando te has acostumbrado a oir las voces originales de los actores ya no hay vuelta atrás. La voz forma parte (una gran parte) de nuestra personalidad. Haced la prueba delante de un espejo: recitad algo sin voz y que alguien a vuestro lado o detrás vuestro recite en voz alta. Seríais vosotros mismos?? No hay color.

    ResponderEliminar