¡Buenos días cinéfilos! El
viernes pasado os presentábamos un enigma culinario que fácilmente acertasteis,
pues se trataba de la película Tomates
Verdes Fritos. Hace tiempo que la había visto, creo recordar que en el
instituto por recomendación de una profesora de mi hermana, pero el otro día la
rememoré porque mi compañera Maria del Mar no la había visto. Así que nos
pusimos a ello, ella la vio por primera vez y yo repetí (aunque, hay que
reconocerlo, me acabé durmiendo). Este es un drama reconocido, sin embargo más
que hacerme llorar me despierta sentimientos optimistas y alegres, así que
veamos su historia y secretos.
Jon Avnet, que hasta entonces únicamente
había realizado un telefilm y producido Risky
Business, fue el director de este film de 1991. Contó con Carol Sobieski y
la propia autora del libro en el cual está basada la película, Fannie Flagg,
para la elaboración del guion. Se desprende y resulta en una fantástica
historia de amor, amistad y lealtad con dosis de drama pero también comedia y
ternura. Ambientada en la población sureña de Whistle Stop, Alabama, el film
cuenta la bella historia de cuatro mujeres, Evelyn y Ninny, en el presente, y Ruth
e Idgie Threadgoode; mientras Evelyn trata de recuperar el amor de su marido, y
a la vez el suyo propio, la anciana Ninny le cuenta la historia de dos mujeres
que solía conocer cuya amistad fue más allá del odio, el maltrato y la muerte.
Se trata de una historia de mujeres
que sin embargó cautivo a todo el público por igual, con más de 80 millones
recaudados en Estados Unidos. El eje en torno el cual gira y recae el peso de
la película son sus cuatro maravillosas actrices: una divertidísima Kathy Bates
que despierta compasión y sonrisas, la entrañable Jessica Tandy, la fuerte y
valiente Mary Stuart Masterson y la dulce e inocente Mary-Louise Parker, o Stu
y Lou como las llamaba el director para no confundirse. Como curiosidad decir
que Mary Stuart Masterson, que interpreta a Idgie, no sólo es valiente en el
papel sino también en la realidad, ya que la “encantadora de abejas” tuvo que
realizar la escena de la miel y el panal de abejas por sí misma cuando su doble
dejó la grabación en el último minuto. Tampoco debemos desmerecer al resto de
actores, entre los que se encuentran Chris O’Donnell, Cicely Tyson, Gailard
Sartain, Gary Basaraba y Stan Shaw. Todos ellos realizan muy buenas
interpretaciones que apoyan a las protagonistas y mantienen el buen nivel,
configurando así un gran elenco de secundarios.
Bien es sabido por los que hayan
leído la novela o deducido de la película que los personajes de Idgie y Ruth,
en el libro, comparten más que amistad. La homosexualidad de las protagonistas
queda explícitamente expuesta por Fannie Flagg; esto incrementa el interés de
la historia por su localización en los años 30, años en los que era algo a
esconder y perseguido así como el Ku Kux Klan perseguía a los negros. Sin
embargo, el director Jon Avnet y los productores del film decidieron eliminar
el romance (pensarían que no hubiese tenido tanta aceptación) y substituirlo
por una simple pero fuerte amistad. De poco sirvieron las opiniones de tanto
Fannie Flagg como de Mary-Louise Parker y Stuart Masterson; las tres
defendieron que se representase la relación lésbica de las protagonistas pero
finalmente no fue así. De todas formas, el director Avnet argumentó que hay
ciertos guiños, como la escena en que Idgie y Ruth empiezan a tirarse comida en
el Whistle Stop Café; Avnet considera este momento la analogía de una escena de
amor que decidió no incluir. También existen otros, visibles durante la
película, como el momento en que la pequeña Idgie le da la mano a Ruth cuando
caminan por encima de la cascada. Esto refleja la amistad futura que se
originará entre las dos.
Por si no tuviéramos bastante con
las interpretaciones, la ambientación y la fotografía de Geoffrey Simpson, cabe
sumar la espléndida banda sonora de Thomas Newman, en uno de sus primeros
trabajos que precedería a otras grandes composiciones, como American Beauty, Wall·E y Revolutionary Road.
Su trabajo para Tomates Verdes Fritos
combina nostalgia y minimalismo en las melodías principales con los toques más
rítmicos y vitales de la música afroamericana en algunos temas. Exquisita.
Tomates Verdes Fritos obtuvo diversos premios; fue nominada como
mejor película comedia o musical a los Globos de Oro y a mejor guion adaptado
al Oscar en 1991, pero sobre todo destacó en el apartado interpretativo, con la
nominación al Oscar de Jessica Tandy como mejor actriz de reparto y al BAFTA
como mejor actriz y la nominación de Kathy Bates al BAFTA como actriz
secundaria. De hecho, sas dos grandes actrices habían recibido el Oscar en los
dos años anteriores, Kathy Bates en 1990 por Misery y Jessica Tandy en 1989 por
Paseando a Miss Daisy.
Así que ya sea por las
formidables actrices que aparecen en ella, por su historia de recuperación,
lucha, rebeldía ante lo impuesto, por esas cuatro mujeres que desprenden
confianza, amistad, autoestima e independencia, Tomates Verdes Fritos merece ser vista y recordada con cariño. Una
película encantadora donde las haya.
Y ahora, os dejamos con esta fantástica suite de Thomas Newman. ¡A disfrutar!
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