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lunes, 2 de abril de 2012

El enigma Rosebud - 'Gladiator'


Hacía tiempo que el género péplum o “sword and sandals” (espada y sandalias) permanecía en el olvido; películas como Ben-Hur o Espartaco tuvieron su gran momento y popularidad, pero las historias épicas de romanos y griegos dejaron de producirse para dar paso a otros géneros cinematográficos. No fue hasta el año 2000, cuando el director Ridley Scott (Blade Runner, Alien: el octavo pasajero) apostó fuerte y se arriesgó recuperando el género con la superproducción Gladiator, una película ambientada en la antigua Roma pero centrada en la lucha personal del esclavo y gladiador Máximo Décimo Meridio, interpretado por Russell Crowe. Después de ese año, otros directores y guionistas apostaron por el género, dando como resultado películas como Troya, Alejandro Mago, 300 o la serie de la HBO, Roma.


Empujado por la envidia y el odio, el hijo del emperador Marco Aurelio, Cómodo, asesina a su propio padre y mata la familia del general Máximo, fiel amigo del emperador y heredero del trono por expresa voluntad de Marco Aurelio. Máximo es repudiado, vendido como esclavo y entrenado como gladiador, hasta que lucha a lucha llegue a lo más alto y vuelva a Roma en busca de venganza.


Ridley Scott llevaba ya unos cuantos años y varias películas fracasando, o al menos no obteniendo el éxito que películas de culto como Blade Runner o Alien: el octavo pasajero le proporcionaron; el director tuvo sus subidas y caídas en la industria de Hollywood, como el éxito de Thelma y Louise o el fracaso en taquilla de 1492: la conquista del paraíso, que le llevó a tomarse un descanso de cuatro años. Después volvió en 1996 con La tormenta blanca y posteriormente La teniende O’Neil, con Demi Moore, cuya calidad también fue muy cuestionada; por ello, cuando con 63 años dirigió Gladiator, una gran producción de éxito inmediato, su popularidad volvió a emanar. Scott dejó bien claro que esta película no contaría con los clichés típicos del género, con gente tumbada comiendo uvas y bebiendo de cálices, sino que pretendía crear una versión más realista de la antigua Roma. Para ello, contó con numerosos especialistas e historiadores que le ayudaron y, aunque la película tiene sus fallos (Maro Aurelio no fue asesinado por su hijo Cómodo pues murió de una plaga y aunque Cómodo fue asesinado por un gladiador fue en la bañera y no en la arena, además de que su reinado duró mucho más que lo que muestra la película), no se trata de una película documental y por tanto no se le puede reprochar esos fallos históricos; fuera de todo, Gladiator es una película muy bien ambientada, con una gran reconstrucción de escenarios, vestuario y formas de actuar.


El guión de Gladiator, firmado por David Franzoni, John Logan y William Nicholson, tuvo muchas críticas y numerosas modificaciones, por lo que el planteamiento inicial no tuvo nada que ver con el resultado final. Inspirado por películas como Espartaco o Ben-Hur, el argumento tiene numerosas similitudes con La caída del Imperio Romano (Anthony Mann), que también gira en torno a un general, Livio, y Cómodo, que asesina a Marco Aurelio. El primero en proponer cambios en el guion fue el propio director, quien fue el que contrató a John Logan para que rescribiera la historia que Franzoni había ideado. El tercero de los guionistas, Nicholson, fue contratado por la productora DreamWorks, puesto que querían un protagonista más humano y cercano al espectador. Hasta al propio Russell Crowe le disgustaban sus líneas hasta el punto de cambiarlas y negarse a decirlas, como la frase “Alcanzaré mi venganza en esta vida o en la otra”. En palabras de Crowe a Nicholson: “Tus diálogos son basura, pero yo soy el mejor actor del mundo y hasta puedo hacer que la basura suene bien”. No sabemos en qué contexto dijo esto, ni en qué tono, pero visto así no dice mucho a favor de él y su ego, ¿no os parece?

Además de Russell Crowe, que fue escogido por encima de Antonio Banderas o Mel Gibson, quien rechazó la oferta porque a sus 43 años creía que era demasiado viejo para interpretar a Máximo, otros actores participaron en esta película e hicieron de ella lo que es: Joaquin Phoenix hace una actuación magistral y tremendamente veraz del detestable, rencoroso e infantil Cómodo, así como Richard Harris como Marco Aurelio o Oliver Reed como Próximo. También Connie Nielsen, Derek Jacobi, Ralf Moeller y Djimon Hounsou hicieron grandes interpretaciones.


La fotografía, de John Mathieson, es otro de los puntos fuertes de esta película, sin olvidar la maravillosa, épica y conmovedora banda sonora de Hans Zimmer y Lisa Gerrard, olvidada en los Oscars como co-escritora de la música. Temas como Sorrow, Elysium o Now we are free son impecables y memorables, de una excelencia indudable y cada tema responde y da coherencia al conjunto del film: el exotismo de los temas de África, como Zucchabar; la grandilocuencia de los que tienen lugar en Roma, capital del imperio; las guitarras y el toque español de los temas de Máximo o el dolor y la nostalgia que desprenden temas como The Wheat al evocar a su familia.

A pesar de ser una película muy bien hecha, Gladiator, como muchas otras superproducciones en las que la ambientación y recreación histórica han de ser cuidadas minuciosamente, tiene sus fallos. Entre algunos de los muchos errores encontramos gladiadores que llevan relojes, soldados con móviles, cadáveres con pantalones vaqueros, carros de Pepsi en pleno Coliseo, aviones, entre muchas otras anécdotas. Otro de los contratiempos con los que tuvieron que lidiar fue la repentina muerte del actor Oliver Reed durante el rodaje, debido a un ataque al corazón. Por no volver a filmar ciertas secuencias, muchas escenas fueron re-editadas por ordenador y grabadas con dobles a los que se les añadió la cara de Reed en post-producción mediante tecnología CGI, lo que supuso un aumento de 3 millones de dólares en un presupuesto total de 103 millones.


Gladiator tuvo una gran recepción y recaudación, de más de 400 millones de dólares, además de una fantástica respuesta por parte de la crítica y los académicos. La película ganó 5 Oscars (Mejor Película, Mejor Actor (Russell Crowe), Mejores Efectos Visuales, Mejor Diseño de Vestuario y Mejor Sonido), con sorpresas y controversias como que Joaquin Phoenix no ganara el Oscar por su papel de Cómodo o que la banda sonora, nominada al lado de otros grandes como Rachel Portman por Chocolat, Ennio Morricone por Malèna o John Williams por El patriota, no ganara y se la llevara Tan Dun por Wo hu cang long. ¿Alguien conoce o al menos se acuerda de esa banda sonora? Porque yo, sinceramente, no.

En fin, que Gladiator es mucho más que otra película de romanos. No se trata únicamente de luchas, enfrentamientos en la arena y combates, sino que va más allá de todo eso para centrarse en las historias personales, los sentimientos y las motivaciones que nos llevan a actuar de una manera u otra. El amor por la familia, el rencor, la venganza, moldean los protagonistas de esta historia, que más allá de ser gladiadores, emperadores o soldados son personas de carne y hueso con sus debilidades y fortalezas. Así, Máximo es un general cuyo único deseo es volver a su granja con su mujer e hijo y Cómodo, un emperador falto de amor (de su padre y su hermana) que substituye sus carencias emocionales mediante el poder y el despotismo. Sin duda, una historia digna de ver y, quien quiera, repetir, con imágenes preciosas y diálogos míticos.

2 comentarios:

  1. Doncs jo quan la vaig veure no em va acabar d'agradar, sobretot el Russell Crowe, mira li vaig agafar una mica de mania. En canvi posteriorment en altres pel.lícules d'ell que he anat veien, cada vegada m'agrada més. Hauré de tornar a visionar Gladiator aviam si canvio d'opinió.

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  2. ers una inculta del cine epeplum se nota que no tienes ni idea es la mejor pelicula de este genero que existe atontaaa

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