La película de la discordia - 'Alicia en el país de las maravillas' de Tim Burton

Recientemente ha salido a la luz el tráiler de la nueva película de Tim Burton, Frankenweenie, en la que Burton vuelve a su esencia con este corto de animación en stop motion. Su última película, basada en los cuentos de  Lewis Carrol Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo, y rodada en 3D, estuvo nominada a tres premios Oscar, de los que ganó dos (mejor dirección artística y mejor vestuario). Pero la película de Tim Burton, interpretada por sus actores fetiche Johnny Depp y Helena Bonham Carter, además de Mia Wasikowska y Anne Hathaway, obtuvo críticas muy dispares. Aquí va nuestra nueva crítica de la discordia, sin mucha discordia, para pesar de Tim Burton. 

Alicia en el país de las maravillas nunca fue una película que tuviese mi gran aprecio. Cuando era pequeña, habiendo visto la versión de Disney, le cogí bastante manía, principalmente por tener una historia tan extraña y sin sentido que no llegaba a comprender y que no me inspiraba nada. Así que con reticencias, fui a ver la película de Tim Burton esperando que no pasara lo que me pasaba de pequeña, dadas las dotes de Burton y mi admiración por sus productos; pero pasó exactamente lo mismo: me aburrí tremendamente. Yo decía: "Uno con el 3D no se puede dormir", craso error. Y no por mí, que apunto estuve, sino por muchos de mis acompañantes y, quizás, del resto de la sala. Toda la historia del Galimatazo, el día Gloricioso, etc. me pareció francamente ridícula, y si en su momento fue eliminada del proyecto de Disney sería por alguna razón. Pero lo que más detesto en una película es que el papel protagonista no me atraiga o simpatice con él (evidentemente que no simpatizaré con un asesino, o quizás sí como con Sweeney Todd) pero al menos que me inspire algo, por favor, que despierte algo en mí y transmita. 

Mia Wasikowska, como Alicia, está insulsa a más no poder (no sé que le han visto a esta chica que no tengan muchas otras), y por mucho que me duela, sus compañeros no están a la altura de sus condiciones: Anne Hathaway, Helena Bonham Carter, Johnny Depp, sobre actuados e histriónicos. Pero si algo llamaba la atención de esta película era su estética y eso tampoco me gustó. Evidentemente que para gustos los colores, y no discutiré a nadie el gran trabajo de dirección artística, pero personalmente prefiero el lado gris, lúgubre, cadavérico y menos grandilocuente de Burton, sin esas cabezas a punto de explotar que lo único que dan es risa o los colores estridentes. Realmente, lo único que me gustó es lo único que me gustaba de la película de Disney, el gato con su pronunciada sonrisa y el episodio del "feliz no cumpleaños", una gran idea por parte de Carrol. Y aunque no concibo otro director para llevar a cabo la adaptación de esta obra, pues a cada cual más excéntrico, sin duda este es uno de los peores trabajos de Burton. Un tropiezo, que sin embargo, perdonaremos con lo que venga.

Nota: 4

Alejandra Diez.

¿Quo vadis, Tim Burton? ¿Dónde vas? Esa es la pregunta que muchos fans acérrimos de este gran director -el gran no se lo quita nadie, al menos no de momento- nos hicimos al salir de ver Alicia en el país de la maravillas. A ver, no voy a ser tan dura como mis compañeros, pero la verdad es que cuesta, y mucho, encontrar la esencia Tim Burton en esta adaptación de los dos libros de Lewis Carrol. Parte de culpa la tiene esta misma adaptación, ya que la historia que se nos presenta no tiene gancho alguno y se hace aburrida. Además, a un mal guión hay que añadirle la más que insulsa interpretación de Mia Wasikowska, quien para nada consigue meterse en la piel de Alicia y menos transmitir algo al espectador. 

Los pocos elementos que sí recuerdan a Tim Burton son lo único que salva a esta película: la dirección artística -esta vez más colorida pero sin perder el toque psicodélico del director-, la música de Danny Elfman -el tema "Alice" es de 10- y las interpretaciones de Johnny Depp y Helena Bonham Carter. Los ponga donde los ponga, Burton siempre consigue sacar lo mejor de sus dos actores fetiches, dándoles siempre personajes que se mueven entre la genialidad y la locura -papeles complejos pero para nada difíciles de interpretar por  Edward/Ed/Ichabod/Willy/Víctor/Sweeney/Mad y Ari/Jenny/Mrs. Bucket/Corpse Bride/Mrs. Lovett/Red Queen-. Ellos, el país de las maravillas y la música de Elfman son el sustento del último film de Burton. Sin embargo, no habría estado mal que estos tres elementos hubieran ido acompañados de un buen guión, una mejor realización y una más acertada protagonista. Esperemos que con Frankenweenie y Dark Shadows vuelva el espíritu olvidado de Tim Burton, a ver si encuentra de una vez el camino.

Nota: 6

M. del Mar Gallardo.

Hace tiempo que se acusa a Tim Burton de haber perdido su originalidad y es algo muy cierto (de hecho, desde Marks Attacks! allá por el 1996 no hace nada nuevo). Lleva cinco lustros adaptando novelas, cuentos o series de televisión. Eso sí, siempre (o casi siempre) lo ha hecho con su inverso personalísimo, su espíritu fantástico y su buen hacer. Es un genio, es un visionario. Pero debe recuperar su rumbo. Con Alicia en el país de las maravillas lo acabó de perder el todo: proyecto titánico donde los haya, pues adaptar las dos novelas de Carroll para Disney no es tarea fácil, aunque la versión animada del 1951 es majestuosa. Su puesta en escena es absolutamente nefasta: no logra un tono apto para niños y padres, se queda en demasiado ambiciosa para público infantil y ridícula para el público adulto. 

Al ser película de Tim Burton, la primera después de la maravillosa Sweeney Todd, todos sus fans queríamos ver que había hecho con Alicia y, claro, la decepción es doble. Es que ni su reparto destaca, todos cumplen, pero ninguno explota las posibilidades y registros que han sabido mostrar siempre. La parte técnica sí es muy destacable, sobre todo, el maquillaje, el vestuario y la dirección artística con la creación de un mundo y unos personajes excelente y, por ello, aunque sea una película mala, ganó dos merecidos Oscar. Decepción también por la música de Danny Elfman, compositor al que la carrera se le ha estropeado más que a Tim Burton, en los últimos años solo le destacan Big Fish y Mi nombre es Harvey Milk. Alicia en el país de las maravillas podría haber sido un gran entretenimiento y una obra canónica de adaptaciones literarias, pero la versión animada transmite mucho más y la de Burton es aburrida de narices.

Nota: 3

Alain Garrido.

PD: ¿Y a vosotros que os pareció esta versión de Alicia?