Una de las películas más alabadas y comentadas del pasado otoño fue el último trabajo del director catalán Jaume Balagueró. Este Mientras duermes se presentó con gran éxito en el Festival de Sitges 2011 y tuvo un buen paso por la taquilla. Con una única nominación a los Goya (mejor actor para el incomensurable Luis Tosar) es uno de los mayores olvidos a estos galardones -y más si entre ellas esa cosa llamada La voz dormida- .
El director catalán es el precursor indiscutible de la nueva ola de cine de terror español de los últimos tres lustros desde su muy loables opera prima Los sin nombre en 1999. Después llegarían propuestas estimables como Darkness (éxito en USA) y Frágiles -y evito hablar de OT, la película- . Saltó a la fama del gran público con Rec y secuela -codirigidos con su amigo Paco Plaza- , díptico muy original y que reiventó el género para toda una nueva generación.
Sin lugar a dudas, Mientras duermes es el trabajo más maduro y humano de todos los que ha hecho Jaume Balagueró. Curiosamente, es en su trabajo más alejado del terror, puesto que este film es un thriller psicológico con ecos del Roman Polanski de Repulsión o el Alfred Hitchcock de Psicosis, toda la película está envuelta de una atmósfera que remite a estos dos maestros del género. Esta película supone un punto de inflexión en la carrera del catalán -o al menos eso parece evidenciar- su trabajo es mucho más elaborado, juega con el punto de vista como nunca antes había hecho y evoca una tensión constante gracias a una gran historia. Fuera de su trabajo en conjunto, hay que destacar dos grandes momentos que brinda Balagueró con la cámara (la escena de la terraza, la primera noche que pasa bajo la cama de la vecina y el cruce entre César y el novio).
La trama de este portero obsesivo que es César provoca, inesperadamente, una empatización con el personaje, un juego magistralmente elaborado por Balagueró y su guionista Alberto Marini. Nunca se pretende defender a César, solo que se presenta a su personaje como un ser humano, jamás como un monstruo. Y de ahí, subyace una intensa y enriquecedora crítica a los prejuicios sociales, a la marginación social y al individualismo del siglo XXI. César es un hombre que vive solo, todo el mundo sabe de él, pero nadie le presta atención ni se preocupa de él, su soledad le conduce a obsesionarse con la vecina del 5ºB, a la cual asedía sin piedad y, de este modo, se produce el terror, pero no un terror al uso, un terror humano, de pensar que pasaría si tuviera cerca alguién así.
De este modo, Mientras duermes es más un film que provoca inquietud que terror. Y no es para menos, a lo largo de su relato -con tintes de drama social muy bien encajados- mantiene una tensión envidiable y ofrece un inmenso personaje y una reflexión sobre la sociedad contemporánea más propia de otros géneros. Ahora bien, si una pega tiene el guión es la poca intensidad en su final, un final perfecto sobre papel, pero con muy poca fuerza en su puesta en escena.
Y la gran baza de este César -fuera de su perfecta elaboración en el libreto- es la encarnación que hace de él Luis Tosar. El actor gallego vuelve a deleitar al espectador con otra muestra de su inagotable talento y es que realiza un trabajo interpretativo de primer orden: crea un personaje con varias capas y lleno de matices, todos reflejados en su expresión. A su lado, la atormentada Marta Etura le da réplica, y muy buena, su trabajo también hubiera sido merecedor de nominación al Goya, está espléndida.
Con lo expuesto cabe decir pues que no se trata de una cinta de terror española al uso (tipo Los otros, El orfanato o la propia Rec), sino de una historia cercana al espectador con tintes de terror, drama, pero sobre todo una gran dosis de thriler psicológico de alto voltaje. Es mucho más de lo que parece a simple vista, hay que ahondar en ella para apreciarla en su máximo esplendor y darse cuenta de que Balagueró ha firmado su mejor trabajo. Por esa razón, el olvido que más duele en las nominaciones a los Goya es la de mejor dirección -por encima de Benito Zambrano, es de risa- . Pero, como siempre digo y nunca me canso de repetir, las grandes películas persisten ganen o no ganen premios, mientras ganen el corazón de los espectadores.
Mientras duermes es una de las cuatro mejores películas españolas del año -por detrás de Arrugas, No habrá paz para los malvados y La piel que habito- , es un gran relato de terror social con una fantástica crítica a la sociedad actual (a su individualismo y la marginación que provoca) y, sin duda, es la mejor película de Jaume Balagueró.
Lo mejor: Su reflexión acerca de la conducta humana y la marginación social
Lo peor: La poca emoción del final y que algunos espectadores no aprecien toda la esplendor de la propuesta
Nota: 8
El director catalán es el precursor indiscutible de la nueva ola de cine de terror español de los últimos tres lustros desde su muy loables opera prima Los sin nombre en 1999. Después llegarían propuestas estimables como Darkness (éxito en USA) y Frágiles -y evito hablar de OT, la película- . Saltó a la fama del gran público con Rec y secuela -codirigidos con su amigo Paco Plaza- , díptico muy original y que reiventó el género para toda una nueva generación.
Sin lugar a dudas, Mientras duermes es el trabajo más maduro y humano de todos los que ha hecho Jaume Balagueró. Curiosamente, es en su trabajo más alejado del terror, puesto que este film es un thriller psicológico con ecos del Roman Polanski de Repulsión o el Alfred Hitchcock de Psicosis, toda la película está envuelta de una atmósfera que remite a estos dos maestros del género. Esta película supone un punto de inflexión en la carrera del catalán -o al menos eso parece evidenciar- su trabajo es mucho más elaborado, juega con el punto de vista como nunca antes había hecho y evoca una tensión constante gracias a una gran historia. Fuera de su trabajo en conjunto, hay que destacar dos grandes momentos que brinda Balagueró con la cámara (la escena de la terraza, la primera noche que pasa bajo la cama de la vecina y el cruce entre César y el novio).
La trama de este portero obsesivo que es César provoca, inesperadamente, una empatización con el personaje, un juego magistralmente elaborado por Balagueró y su guionista Alberto Marini. Nunca se pretende defender a César, solo que se presenta a su personaje como un ser humano, jamás como un monstruo. Y de ahí, subyace una intensa y enriquecedora crítica a los prejuicios sociales, a la marginación social y al individualismo del siglo XXI. César es un hombre que vive solo, todo el mundo sabe de él, pero nadie le presta atención ni se preocupa de él, su soledad le conduce a obsesionarse con la vecina del 5ºB, a la cual asedía sin piedad y, de este modo, se produce el terror, pero no un terror al uso, un terror humano, de pensar que pasaría si tuviera cerca alguién así.
De este modo, Mientras duermes es más un film que provoca inquietud que terror. Y no es para menos, a lo largo de su relato -con tintes de drama social muy bien encajados- mantiene una tensión envidiable y ofrece un inmenso personaje y una reflexión sobre la sociedad contemporánea más propia de otros géneros. Ahora bien, si una pega tiene el guión es la poca intensidad en su final, un final perfecto sobre papel, pero con muy poca fuerza en su puesta en escena.
Y la gran baza de este César -fuera de su perfecta elaboración en el libreto- es la encarnación que hace de él Luis Tosar. El actor gallego vuelve a deleitar al espectador con otra muestra de su inagotable talento y es que realiza un trabajo interpretativo de primer orden: crea un personaje con varias capas y lleno de matices, todos reflejados en su expresión. A su lado, la atormentada Marta Etura le da réplica, y muy buena, su trabajo también hubiera sido merecedor de nominación al Goya, está espléndida.
Con lo expuesto cabe decir pues que no se trata de una cinta de terror española al uso (tipo Los otros, El orfanato o la propia Rec), sino de una historia cercana al espectador con tintes de terror, drama, pero sobre todo una gran dosis de thriler psicológico de alto voltaje. Es mucho más de lo que parece a simple vista, hay que ahondar en ella para apreciarla en su máximo esplendor y darse cuenta de que Balagueró ha firmado su mejor trabajo. Por esa razón, el olvido que más duele en las nominaciones a los Goya es la de mejor dirección -por encima de Benito Zambrano, es de risa- . Pero, como siempre digo y nunca me canso de repetir, las grandes películas persisten ganen o no ganen premios, mientras ganen el corazón de los espectadores.
Mientras duermes es una de las cuatro mejores películas españolas del año -por detrás de Arrugas, No habrá paz para los malvados y La piel que habito- , es un gran relato de terror social con una fantástica crítica a la sociedad actual (a su individualismo y la marginación que provoca) y, sin duda, es la mejor película de Jaume Balagueró.
Lo mejor: Su reflexión acerca de la conducta humana y la marginación social
Lo peor: La poca emoción del final y que algunos espectadores no aprecien toda la esplendor de la propuesta
Nota: 8
PD: ¿La echáis tanto de menos en los Goya? ¿Cuál es vuestra película favorita de Jaume Balagueró?
Estoy completamente de acuerdo contigo. "Mientras duermes" me parece una de las mejores películas del año pasado y creo que fue injustamente olvidada por la Academia a la hora de las nominaciones
ResponderEliminarestoy totalmente de acuerdo con vosotros, mientras duermes, es genial, para mí, la película española que más me ha gustado de este pasado año. Coincido en que los Goya le han dado la espalda de mala manera.
ResponderEliminarlecinemaexpress.blogspot.com