miércoles, 1 de febrero de 2012

La película de la discordia - 'Albert Nobbs'

Glenn Close tuvo cinco nominaciones a los Oscar en los años 80, ninguna se convirtió en la preciada estatuilla. Cuando hace un año se supo que se estrenaba una película en que se trasvestía en hombre, todos dijimos, es la perfecta ocasión de alzarse con Oscar. Se había descolgado de la carrera de premios, pero ahí está, luchando con Streep, Davis, Mara y Williams. Lo hace con este Albert Nobbs de Rodrigo García (hijo de Gabriel García Márquez) de la cual os traemos tres críticas, quizá no hay mucha discordia, pero son tres puntos de vista distintos -además, esta vez no nos ha gustado demasiado, y nos gustaría que, los que os ha gustado, ¡nos diérais vuestra opinión!-.



Estamos en época de premios y reconocimientos, tanto a películas como a actores, por eso después de ver críticas y nominaciones es difícil no hacerse una idea preconcebida y generarse ciertas expectativas respecto a tales películas. Eso es lo que me ha pasado con, por ejemplo, La Dama de Hierro y ahora Albert Nobbs. El argumento parte de una interesante propuesta: una mujer del siglo XIX oprimida en el cuerpo de un hombre para poder hacerse con un futuro estable e independiente. Pero su planteamiento, a banda de la conversación que Nobbs mantiene con Hubert Page, no llega a profundizar con suficiente ahínco en el personaje, ni en sus emociones ni intenciones; el guion es débil, dando demasiada importancia a algunos pasajes como la voluntad de Nobbs de abrir una tabaquería y restando protagonismo a los puntos fuertes. No hay sorpresa, ni giros arriesgados, lo que la convierte en una trama convencional cuyo final precipitado deja bastante que desear.

Por lo demás, es una película correcta. En lo que a apartado de interpretación concierne, Glenn Close me deja sentimientos contradictorios. Por una parte y aunque no me acaba de desagradar la noto un tanto fría e inexpresiva, muy lejos aquella fantástica interpretación como Cruela de Vil, aunque quizás sea porque lo requiera el personaje, debido a su secreto y contención; sin embargo, sentí cierta empatía con el personaje e incluso llegó a enternecerme y provocarme tristeza por el personaje. Mia Wasikowska y Aaron Johnson no me convencieron para nada; por mucho que lo intente no consigo que me agrade esta actriz. Pero si hay que destacar a alguien, y en lo que todos coinciden, es en el personaje de Janet McTeer, mucho más profundo e intrigante que el de la protagonista; es en las escenas cuando ella sale que la película adquiere más interés por parte del espectador, como en la que considero mejor escena de la película: cuando ambos personajes se visten de mujer y libremente corren por la playa sin represión alguna. Así que una más que sumamos a la lista; veremos a ver qué nos deparan las siguientes.

Nota: 6

Alejandra Diez


Cuando el espectador empieza a mirar el reloj preguntándose cuánto queda de película y, al mismo tiempo, se oyen ronquidos en las filas de atrás -tampoco vamos a darle la culpa entera de esto a la película, siendo un viernes por la noche-, algo no va bien. Albert Nobbs no consigue que el público entre dentro de la pantalla y se identifique con su historia, y eso es lo peor que puede pasarle a una película. ¿Cuál es su fallo? Quizás que el guión (escrito, entre otros, por la misma Close) y el montaje no han sabido encontrar el hilo narrativo ni el ritmo adecuados, o que los personajes están tratados a pinceladas... Sea como sea, es una pena, porque la premisa de hablar sobre una mujer que en la Irlanda del siglo XIX tuvo que disfrazarse de hombre para sobrevivir podría haber sido una más que buena reflexión sobre la condición de la mujer y la sociedad en esa época, además de un drama histórico, convincente y sólido. En lugar de eso, sin embargo, nos encontramos con una historia bastante irregular, lenta y, sobre todo, vacía de emociones.

Lo mejor de la película es, sin duda, Janet McTeer, genial -y muy masculina- en su interpretación de Hubert, el personaje mejor retratado, ya que, a pesar de tener pocas escenas, se le puede construir e imaginar todo un mundo, una vida, y una personalidad detrás de su recurrente mueca -digna candidata al Oscar a la mejor secundaria, aunque con Spencer y Chastain lo tiene crudo-. En cuanto a Glenn Close, sí, está muy bien, pero en algunos momentos se puede llegar a confundir su carácter introvertido y dañado por las experiencias pasadas con uno de total indiferencia. No obstante, es un papel muy difícil, por no estar precisamente demasiado bien construído, y Close pasa con nota alta en la mayoría de los casos, no como Mia Wasikowska que, personalmente, continúa sin hacerme el peso. Así pues, las dos actrices principales son lo único que salva a la película de caer en picado, aunque también la puesta en escena y el siempre maravilloso Brendan Gleeson dan un poco de su parte -increíble, por cierto, el "papelón" de Phyllida Law (madre de Emma Thompson), que voy a tomarme como un cameo/homenaje-.

Nota: 5

Maria del Mar Gallardo.




Rodrigo García tiene una corta carrera, pero intensa, muy cercana al cine social con toque femenino tras dos maravillosas películas como son Cosas que diría con tan solo mirarla y Nueve vidas, además de la muy notable triple crónica acerca de la maternidad en Madres e hijas. El material de este Albert Nobbs era muy bueno -y más con el director colombiano tras el proyecto- y podría haber resultado una interesante reflexión acerca de la identidad del yo y de la condición femenina, pero el resultado es el de una película superficial, la cual no tiene clara su función. De hecho, hasta bien entrada la película -hacia la hora de metraje- no se intuye que quiere contar ni de que trata. Ahí pues radica el gran problema de la película: el guión.

Un guión muy mal construido, sin garra ni emoción, con buen planteamiento, pero de desarrollo torpe y mancado de personajes empáticos. Albert Nobbs no induce a nada, es una película llana, donde cuatro personajes pululan sin saber a que se deben sus actos. Ninguno de ellos goza de un interés y la mano de García -con una dirección espantosa, por increíble que parezca- no ayuda a poder conectar con ellos. Así pues, lo más destacable del film es una buena banda sonora y dos actrices en estado de gracia. Janet McTeer cumple la función y Glenn Close está gloriosa, pese a tener un papel tan desdibujado, compone un personaje con muchos matices y se esfuerza en crear algo que no puede a raíz de la penosa puesta en escena. Yo le daría el Oscar a ella, porque se lo deben y está empatada a protagonizar películas malas con Viola Davis y Meryl Streep, así que, para saldar deudas del pasado apuesto por ella. Por cierto, el maquillaje ni lo comento, es para echarse a reír, y el culpable de muchos detractores del trabajo de la grandísima Glenn Close.


Nota: 3

Alain Garrido.

2 comentarios:

  1. A mi tampoco me gustó la película. Le falta sencillamente algo interesante qué contar. Y se podía contar: una gran crítica social de porqué las mujeres tenían que vivir como hombres para sobrevivir.
    Buena la interpretación de Glenn Close pero sin más. Lo que más me gustó de la película sin lugar a dudas es la interpretación de Janet Mc Teer. Realmente la película cobra vida en las escenas que aparece.
    Suspendo también a Mia Wasikowska. No sabes cuál de sus películas estás viendo. siempre está igual.
    El final me parece horroroso y creo que por culpa del guión que es el principal fallo de toda la película.

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    Respuestas
    1. Es un film horrible, con unas intenciones y unos personajes de lo más truclentos. Glenn Close no actúa, simplemente se dedica a cargar con su máscara de látex y maquillaje y a andar como Robin Williams en "El hombre bicentenario". Un film de mal gusto, historia inverosímil etc. etc. etc. No refleja para nada la dura realidad de quien en aquella época tuvo que recurrir a estos métodos para sobrevivir. Y Glenn Close no merece la nominación. Para mí, entre lo más decepcionante que he visto este año.
      Un cordial saludo.

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