Este jueves mi compañero Alain colgaba la crítica de la estupenda Nader y Simin, una separación. La película de Farhadi es una maravillosa historia que combina drama familiar y género judicial, todo con un telón de fondo que, directa o indirectamente, nos da una imagen clara de la sociedad actual iraní. Así pues, Nader y Simin es realidad, cine de autor, buen cine.
Hay, sin embargo, otro tipo de buen cine, aquél que no es ninguna obra maestra pero que, con sus imágenes, diálogos e historias, consigue llevarnos a un mundo diferente al nuestro y manternos alejados de todo cuanto nos rodea en la realidad durante una hora y media. Tímidos Anónimos (Jean-Pierre Améris, 2010) es una de estas películas.
Hace tiempo que es costumbre criticar todas las comedias románticas que hace la industria del cine. Si nos ponemos delante de películas como Dime con cuantos (Mark Mylod, 2011), la afirmación de «es que todas son iguales, desde el minuto uno ya sé como va a acabar, es el género más estancado y menos original de todos» es perfectamente aceptable. Ahora bien, ¡en algún sitio tenemos que encontrar un guionista y actores que nos recuerden la genialidad que este género demostró en cierto momento, cuando películas como Sucedió una noche (Frank Capra, 1934), comedias románticas, ganaban el Oscar a la mejor película del año!
No me malinterpretéis, Tímidos Anónimos está muy lejos de joyas como Historias de Filadelfia (George Cukor, 1940), El bazar de las sorpresas (Ernst Lubitsch, 1940) o Con faldas y a lo loco (Billy Wilder, 1959). No obstante, sí que tiene pinceladas de color, afecto, alegría y buen humor que la acercan un poco al estilo de cintas como Amélie (Jean-Pierre Jeunet, 2001) y Odette, una comedia sobre la felicidad (Eric Emmanuel-Schmitt, 2006) —casualidad o no, todas son francesas.
Con una historia simple pero eficaz y, sobre todo, divertida, los protagonistas de Tímidos Anónimos, Benoît Poelvoorde y Isabelle Carré, dan un golpe de aire fresco al género de la comedia romántica con sus miedos, timidez y sudores. El ingrediente mágico aquí es el chocolate, chocolate de todos los tipos y sabores, de modo que el resultado es una dosis perfecta de sonrisas, ternura y confianza. No será una gran película, en absoluto, pero lo que está claro es que es la comedia feel good del mes, y eso, en medio de tanto drama mundial, sienta bien, no vayamos a mentir.
Lo mejor: los cambios de camisa del protagonista.
Lo peor: en realidad, no me gusta el chocolate (triste, sí, pero cierto...)
Nota: 8
P.D. Atención a la canción que canta constantemente la protagonista para darse ánimos: "I have confidence in me". ¿Sabríais decirnos de qué famoso musical es esta pieza?
Para no ser grande tiene un 8, eh, compañera cinéfila! Debe estar muy bien, seguramente con tu recomendación algún día la veré. Esta tiene buena pinta, ahora bien, hace años que Francia hace películas imitando a Hollywood. Y nos llegan películas que las dejamos mejor que si fueran de Hollywood, solo porque son francesas y tienen un toque más mono (para usar adjetivo cursi como esas películas...). En fin, que Tímidos anónimos no será el caso, pero que el cine francés está plagado de ejemplos, como la reciente Los seductores.
ResponderEliminarCon "grande" me refería a "obra maestra", Alain, pero no quiere decir que no sea una buena película merecedora de un 8! :D En cuanto a Hollywood, es verdad que 'Los seductores' sí que seguía un patrón más estilo hollywoodiense, pero los ejemplos que he puesto, según mi punto de vista, tienen un aura, un tratamiento especial que las hace más originales (más monas, si quieres decirlo, sí, pero no más cursis). Y no creo que esta consideración la haga por saber que son francesas (no soy una anti Hollywood, ya lo sabes),simplemente digo que Francia ha conseguido dar algo de vitalidad al género con estas tres películas. Pero seguramente, si miramos los últimos años en el cine de Hollywood y otros países, también encontraremos alguna pequeña joya de este género ('500 días juntos', 'VOS', etc.).
ResponderEliminarEn el cine donde trabajo proyectamos esta película y la gente sale satisfecha. No será una gran película pero saca sonrisas y hace pasar un rato agradable, ajeno a preocupaciones. Lo cual nunca está de más.
ResponderEliminarDiría que la pieza es de Sonrisas y Lágrimas. Puede ser?
¡Sí! :D Es Sonrisas y lágrimas. La canción la canta la misma Isabelle Carré en francés, pero lo mejor es que imita todos los movimientos que Julie Andrews hacía en la escena de la película de Richard Wise.
ResponderEliminarque gracia:)
ResponderEliminarSiempre llego tarde a todo, sabía que era Sonrisas y lágrimas. Cómo no iba a saberlo? Además estoy en todo de acuerdo con M. del Mar. No es una gran película pero sí una película entretenida, divertida y en la que en algún momento muchos podemos vernos reflejados. La grandeza del cine es que para que disfrutemos de él caben películas como ésta y evidentemente como Nader y Simin una separación. El cine es un compendio de ambos tipos de películas.
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