Eduardo Manostijeras - El Enigma Rosebud, solución

¡Buenos días! Empezamos una semana más con ánimos y esperamos que este nuevo especial os llene de energías para comenzar bien la jornada. Como ya acertasteis, pese al despiste de algunos, la película de esta semana es Eduardo Manostijeras, una de las muchas películas del peculiar director Tim Burton. ¡Veamos que os podemos decir!

Eduardo Manostijeras es la cuarta película de la extensa filmografía de Burton. Desde que en 1985, con tan solo 27 años, realizara su primer largometraje, La gran aventura de Pee-Wee, Burton ha dirigido un sinfín de películas que le han caracterizado y a las que ha dado su más que característico estilo personal; no hay película de Burton que lleve a confusiones, todas tienen su firma bien visible. Pasaron dos proyectos más, la sicodélica Bitelchús (1988) y Batman (1989), hasta que en 1990, inspirado por un dibujo que había hecho de adolescente, le surgió la idea: un inventor (al más puro estilo Frankenstein) crea una criatura con la mala suerte que muere antes de terminarla así que se queda con tijeras donde deberían haber unas manos. Inicialmente, en un primer borrador la película se escribió como musical, pero finalmente se desestimó. 

La fotografía estuvo a cargo de Stefan Czapsky (Batman Returns, Ed Wood) y el guión lo escribieron conjuntamente Tim Burton y Caroline Thompson, quien también escribiría Pesadillas antes de navidad y La novia cadáver. Burton empezaría así un conjunto de colaboraciones que mantendría a lo largo de buena parte de sus películas, entre ellas la más conocida y aclamada: el dúo Burton-Depp. Esta fue el primero de siete trabajos con Johnny Depp (Eduardo Manostijeras; Ed Wood; Sleepy Hollow; Charlie y la fábrica de chocolate; La novia cadáver; Sweeney Todd; Alicia en el país de las maravillas y la próxima Dark Shadows, donde Depp se pondrá en la piel de un vampiro). Sin embargo, no hubiese sido así si el rey del pop, Michael Jackson, hubiese aceptado el papel primero; Tom Hanks, Robert Downey Jr. y Jim Carrey fueron nombres barajados, y de hecho la Foz propuso a Tom Cruise, que rechazó el proyecto porque el personaje era demasiado raro. 

Así que ahí lo tenían, habiendo actuado en pocas películas (Cry Baby, A nightmare on Elm Street) pero aun así ídolo adolescente, apostaron por el polifacético actor y la jugada les salió más que bien. Aunque Depp sólo dice 169 palabras en toda la película, su actuación es maravillosa; su expresividad es espléndida y hace que le cojas gran cariño y empatía por el personaje, viendo que realmente quien está más asustado es el de ellos que no ellos de él. La caracterización fue obra de Stan Winston, que se encargó de darle ese aire siniestro pero a la vez adorable, y que le llevó el Óscar al mejor maquillaje en la ceremonia de 1990. 

Pero no sólo destaca la participación de Depp, sino también Winona Ryder que ya había actuado para el director en Bitelchús tras quedar este impresionado por su actuación en Lucas. De hecho, y como muchos sabrán, fue después de esta película que Depp y Ryder iniciaran una relación sentimental, dejando como recuerdo en el actor un tatuaje en el hombro que tras la ruptura cambiaría por Wino. Además de la pareja protagonista, completan el reparto Dianne Wiest como Kim Boggs, simpática vendedora de cosméticos que llena de potingues al pobre Edward, Alan Arkin como Bill Boggs y Anthony Michael Hall como Jim, el insportable novio de Winona Ryder que se merece su desgraciado final. Destacar también la intervención de Vincent Price como el inventor, actor al que Tim Burton profesaba una gran admiración y al cual había dedicado su primer cortometraje Vincent (1982); este trabajo fue escrito especialmente para él y fue su último proyecto antes de morir. 

Se dice que el personaje de Eduardo Manostijeras es un autorretrato y la película una autobiografía del propio Tim Burton: alguien diferente, raro a los ojos de los demás y creador de problemas por ello. Vincent Price comentó que “Tim es Edward” y así lo ratificó posteriormente Johnny Depp. Cuando era pequeño, los vecinos de Burton lo consideraban un “indaptado social con apetito frecuente por la ciencia-ficción y el terror”. El barrio en la película está basado en la ciudad natal del director, Burbank, aunque se filmó en Florida.

El diseño de producción estuvo en manos de Bo Welch, que creó ambos espacios, el castillo gótico y la colorida zona residencial de los años 60. Burton seguía así con su característico tratamiento de la imagen, que ha perdurado hasta hoy, creando ambientes completamente opuestos: unos góticos, oscuros, tétricos y sicodélicos (como en Pesadillas antes de navidad) y otros fantásticos, con colores pasteles y muy vistosos (como en Charlie y la fábrica de chocolate); este contraste se ve también muy marcadamente en Sweeney Todd, entre el oscuro y sangriento escenario de la calle Fleet y el iluminado y colorido paisaje de la playa cuando tiene lugar la canción By the sea.

La música, dulce y maravillosa, mágica como el personaje, es de Danny Elfman, otro recurrente de Burton. En un primer momento Burton pidió a Robert Smith, integrante de The Cure, que hiciera la música para la película pero como éste estaba muy ocupado finalmente se lo pidió a Danny Elfman, que lamentablemente aún no ha recibido ningún Óscar, aunque sí ha estado nominado varias veces (El indomable Will Hunting, Men in Black, Big Fish y Milk). Danny Elfman ha declarado que de todos sus trabajos el que hizo para Eduardo Manostijeras es el mejor.

Y no es el único; Burton también considera este su mejor trabajo y la crítica y los fanáticos también lo piensan así. La película recaudó 56 millones de dólares en Estados Unidos y recibió muy buenas críticas. La película recupera clásicos como el de Pinocho y tiene cierta influencia de El fantasma de la ópera de Andrew Lloyd Webber; es asimismo una crítica de la sociedad (con la ridiculización de algunos personajes, sobre todo las vecinas), que rechaza y no tolera todo aquello diferente que se sale de la normalidad y se convierte en enemigo. El filme retrata además el movimiento romántico en las manos de Edward, considerando sus creaciones y su agilidad con las tijeras el despliegue de imaginación del artista romántico, motivo de curiosidad por la belleza que crea que se convierte en  burla y genera animadversión posteriormente.  

La película es tierna y dulce como su personaje, y nos ha dejado grandes escenas como la maravillosa danza de Winona Ryder bajo la nieve u otras divertidas como Edward rompiendo la cama de agua con sus tijeras. Si aún no la habéis visto os la recomiendo encarecidamente. Para daros un aperitivo, os dejo la canción Ice Dance de Danny Elfman, que seguramente habréis escuchado últimamente ya que ha sido elegida para acompañar el anuncio de la lotería de navidad de este año. ¡Espero que hayáis disfrutado con el especial!

http://www.youtube.com/watch?v=lunSf8oukmY&feature=related