— ¡Mamá, me voy al cine!
— ¡Perfecto! ¿Qué vas a ver?
— Crazy Stupid Love, un comedia romántica
—¡¿Otraaaa?!
Sí, este diálogo puede empezar a hacerse un poco repetitivo, últimamente. Aunque también podríamos decir lo mismo de las películas de superhéroes, y de la saga Saw… Así que, ¿qué nos puede traer de nuevo Crazy Stupid Love, que no hayamos visto antes?
Primero de todo, las distribuidoras han tenido el gusto de no traducir el título de la película por Los tíos buenorros del bar o Añoche me fui a dormir y soñé que la chica que soñando soñando triunfó patinando se pegaba una leche… Pero dejemos la compleja traducción de títulos por un momento, porque Crazy Stupid Love, a pesar de su previsibilidad, es una película divertida, sí, divertida —claro que la presencia en el film de Steve Carell, uno de los mejores actores cómicos del momento, de la gran Julian Moore, y de Ryan Gosling, que este año está workaholic, le da muchos puntos.
Crazy Stupid Love se pasea en tono irónico y divertido por las distintas percepciones del amor que puedan tener un niño, una universitaria, un mujeriego y un matrimonio que se conoció hace 25 años. Lo que viene a mostrarnos, en realidad, es que el amor, puede ser ilógico, irracional, incomprensible, puede ser estúpido y loco. Pero, en definitiva, sea como sea, el amor verdadero dura —al menos el amor de las almas gemelas…
Nada que no hayamos visto, la verdad, pero sin embargo, el guión de Dan Fogelman (Enredados, Cars, Bolt) consigue hacernos sonreír, hasta reír a veces. No es que estemos delante de La boda de mi mejor amiga (Paul Fieg, 2011), pero es un fresco y buen producto de entretenimiento para olvidarse de tanto Gobiernos, elecciones y crisis económica —y vamos si te olvidas de la crisis, porque la tarjeta de crédito ¡tiene más papel que los demás personajes!
Lo mejor: la escena de la “reunión familiar”
Lo peor: los zapatos de Ryan Gosling
Nota: 8
— ¡Perfecto! ¿Qué vas a ver?
— Crazy Stupid Love, un comedia romántica
—¡¿Otraaaa?!
Sí, este diálogo puede empezar a hacerse un poco repetitivo, últimamente. Aunque también podríamos decir lo mismo de las películas de superhéroes, y de la saga Saw… Así que, ¿qué nos puede traer de nuevo Crazy Stupid Love, que no hayamos visto antes?
Primero de todo, las distribuidoras han tenido el gusto de no traducir el título de la película por Los tíos buenorros del bar o Añoche me fui a dormir y soñé que la chica que soñando soñando triunfó patinando se pegaba una leche… Pero dejemos la compleja traducción de títulos por un momento, porque Crazy Stupid Love, a pesar de su previsibilidad, es una película divertida, sí, divertida —claro que la presencia en el film de Steve Carell, uno de los mejores actores cómicos del momento, de la gran Julian Moore, y de Ryan Gosling, que este año está workaholic, le da muchos puntos.
Crazy Stupid Love se pasea en tono irónico y divertido por las distintas percepciones del amor que puedan tener un niño, una universitaria, un mujeriego y un matrimonio que se conoció hace 25 años. Lo que viene a mostrarnos, en realidad, es que el amor, puede ser ilógico, irracional, incomprensible, puede ser estúpido y loco. Pero, en definitiva, sea como sea, el amor verdadero dura —al menos el amor de las almas gemelas…
Nada que no hayamos visto, la verdad, pero sin embargo, el guión de Dan Fogelman (Enredados, Cars, Bolt) consigue hacernos sonreír, hasta reír a veces. No es que estemos delante de La boda de mi mejor amiga (Paul Fieg, 2011), pero es un fresco y buen producto de entretenimiento para olvidarse de tanto Gobiernos, elecciones y crisis económica —y vamos si te olvidas de la crisis, porque la tarjeta de crédito ¡tiene más papel que los demás personajes!
Lo mejor: la escena de la “reunión familiar”
Lo peor: los zapatos de Ryan Gosling
Nota: 8
Aquí os dejo con un divertido vídeo de Steve Carell y Ryan Gosling presentando la película.
Pues si es tan divertida como tu texto vale la pena:)
ResponderEliminarMe ha encantado. Really lovely. Me ha hecho sonreir e incluso emocionar al final. Me han encantado todos los actores. En fin que me lo he pasado estupendo.
ResponderEliminarMás divertida, Noelia! :D Me alegro que te haya gustado el texto!
ResponderEliminar¡Ya la he visto! No me llamaba en absoluto, pero suelo no perderme las comedias de Steve Carrel -es que me encanta- ni cualquiera de Juliane Moore. Al menos, pese a ser previsible, no es la típica comedia romántica. De hecho, hasta la podríamos catalogar de comedia dramática. No es nada excepcional, pero sí que está por encima de la media de las comedias de Hollywood.
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